13 Julio 2014
ATAQUE Y SECUELAS. El concejal Barros quedó desfigurado por los golpes. foto gentileza
“Me gustaría poder descartar que haya más gente involucrada; que hay una mano oscura detrás. Pero hoy por hoy creo cualquier cosa. Se va a descubrir algo más. No tengo miedo, ¿a qué? Si ya quisieron matarme”. Carlos Barros (55 años) sospecha que el confuso y cruento episodio que sufrió no habría sido planificado sólo por la dirigente oficialista Nancy Millicay, que lo secundó en el acople “Todos por Tucumán” en 2011 y que es la única detenida del caso. Barros había advertido que si él fallecía, ella sería su reemplazante.
Mientras se recupera, afirmó que espera que la Justicia le dé las respuestas que necesita: “si llego a tener la certeza de quiénes fueron todos los que idearon y participaron, iré hasta las últimas consecuencias”.
Si bien fue cauto al señalar posibles responsables, el edil recordó que los disidentes permanentemente sufren la “ostentación de poder” por parte del oficialismo. “A los inicios de sesiones ordinarias yo voy con mi familia. Ellos movilizan. Cuando asumimos golpearon a Marcos Kristal y a su familia y a mi esposa. Siempre es así. Las bancas son espacios de poder importantes en los municipios”, reflexionó.
Por estos días, Barros cumple trámites médicos y judiciales. Ocurre que está desfigurado por los golpes y los cortes en su rostro y perdió al menos seis piezas dentales. El martes ratificará su denuncia en los Tribunales y pretende asumir el rol de querellante. A cargo de la causa está el fiscal de feria, Washington Navarro Dávila.
Tras conocerse la agresión, Kristal y Sergio Rossi, los otros dos disidentes del cuerpo, expresaron su preocupación por lo sucedido. El Concejo Deliberante emitió un comunicado repudiando lo ocurrido. El intendente interino, Carlos Najar, había afirmado que la detenida no trabajaba políticamente para la gestión de su cuñado, Luis Morghenstein.
Barros había denunciado a LA GACETA que durante un confuso hecho, el martes por la noche, habían intentado matarlo para quedarse con su banca. Ocurre que en ese momento estaba acompañado por Millicay. Barros tenía previsto encontrarse con la mujer para hablar de política. Pero ella había llegado a la cita acompañada por un hombre y le había pedido al concejal que lo llevara en su auto hasta el barrio Valle Hermoso antes de comenzar la reunión.
El sujeto (cuyos datos dijo desconocer), según relató, le había apuntado con el arma y pedido su billetera. De acuerdo con Barros, habían forcejeado y le habría gatillado en la sien. “Querían ejecutarme, estoy seguro”, concluyó. Describió los tironeos y advirtió que había podido reducirlo. Lo había dejado ir por pedido de Millicay. Junto a ella, fueron al hospital y a la comisaría.
La sospechosa está detenida porque agentes habían encontrado en su poder la billetera de Barros. Ante el fiscal Navarro Dávila, ella habría negado los hechos imputados. La Policía sospecha que su supuesto cómplice -ella habría dicho que no lo conocía- podría ser alguien de su entorno. Millicay es una conocida dirigente de Las Talitas. En 2011, se había postulado en el acople que encabezó Barros. El armado contó con el padrinazgo del ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez. En febrero de 2012 había sido nombrada como empleada de esa cartera.
Mientras se recupera, afirmó que espera que la Justicia le dé las respuestas que necesita: “si llego a tener la certeza de quiénes fueron todos los que idearon y participaron, iré hasta las últimas consecuencias”.
Si bien fue cauto al señalar posibles responsables, el edil recordó que los disidentes permanentemente sufren la “ostentación de poder” por parte del oficialismo. “A los inicios de sesiones ordinarias yo voy con mi familia. Ellos movilizan. Cuando asumimos golpearon a Marcos Kristal y a su familia y a mi esposa. Siempre es así. Las bancas son espacios de poder importantes en los municipios”, reflexionó.
Por estos días, Barros cumple trámites médicos y judiciales. Ocurre que está desfigurado por los golpes y los cortes en su rostro y perdió al menos seis piezas dentales. El martes ratificará su denuncia en los Tribunales y pretende asumir el rol de querellante. A cargo de la causa está el fiscal de feria, Washington Navarro Dávila.
Tras conocerse la agresión, Kristal y Sergio Rossi, los otros dos disidentes del cuerpo, expresaron su preocupación por lo sucedido. El Concejo Deliberante emitió un comunicado repudiando lo ocurrido. El intendente interino, Carlos Najar, había afirmado que la detenida no trabajaba políticamente para la gestión de su cuñado, Luis Morghenstein.
Barros había denunciado a LA GACETA que durante un confuso hecho, el martes por la noche, habían intentado matarlo para quedarse con su banca. Ocurre que en ese momento estaba acompañado por Millicay. Barros tenía previsto encontrarse con la mujer para hablar de política. Pero ella había llegado a la cita acompañada por un hombre y le había pedido al concejal que lo llevara en su auto hasta el barrio Valle Hermoso antes de comenzar la reunión.
El sujeto (cuyos datos dijo desconocer), según relató, le había apuntado con el arma y pedido su billetera. De acuerdo con Barros, habían forcejeado y le habría gatillado en la sien. “Querían ejecutarme, estoy seguro”, concluyó. Describió los tironeos y advirtió que había podido reducirlo. Lo había dejado ir por pedido de Millicay. Junto a ella, fueron al hospital y a la comisaría.
La sospechosa está detenida porque agentes habían encontrado en su poder la billetera de Barros. Ante el fiscal Navarro Dávila, ella habría negado los hechos imputados. La Policía sospecha que su supuesto cómplice -ella habría dicho que no lo conocía- podría ser alguien de su entorno. Millicay es una conocida dirigente de Las Talitas. En 2011, se había postulado en el acople que encabezó Barros. El armado contó con el padrinazgo del ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez. En febrero de 2012 había sido nombrada como empleada de esa cartera.
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