El penal que el árbitro no vio

A los 11 minutos del segundo tiempo, el arquero Neuer derribó a Higuaín dentro del área

CLARO PENAL. Neuer despejó con el puño, pero en el mismo movimiento le pegó con la rodilla en la cabeza al “Pipita”.  CLARO PENAL. Neuer despejó con el puño, pero en el mismo movimiento le pegó con la rodilla en la cabeza al “Pipita”.
Al igual que en la final del Mundial 1990, un árbitro terminó siendo decisivo para que Alemania levante la Copa. En Italia, había sido el uruguayo nacionalizado mexicano Edgardo Codesal quien sancionó un penal a favor de los germanos por una falta inexistente de Roberto Sensini a Rudi Voeller, lo que le permitió a los europeos ganar por 1 a 0.

Esta vez el que se equivocó fue Nicola Rizzoli. El italiano no sancionó un penal más grande que una casa a favor de los “albicelestes”. Se jugaban 11 minutos del segundo tiempo cuando Pablo Zabaleta envió un pelotazo largo para la llegada de Gonzalo Higuaín. “Pipita” picó entre Benedikt Höwedes y Mats Hummels y cuando ingresó al área apareció el arquero alemán. Fiel a su estilo, Manuel Neuer salió a cortar bien lejos. Con el puño despejó la pelota y con la rodilla le pegó en la cabeza al delantero de Nápoli, que cayó al césped. ¡Penal! Clarito, como el agua. Pero los únicos que no lo vieron fueron Rizzoli y el asistente Renato Faverani, que estaba ubicado a muy pocos metros de la jugada. Era penal y expulsión para el N° 1 de Bayern Münich, aunque el árbitro sancionó falta en ataque del ex jugador de River. ¡Increíble, pero cierto!

Rizzoli también se equivocó al no expulsar a Höwedes a los 31 minutos del primer tiempo. El marcador central del Schalke 04 le convirtió una fuerte falta a Zabaleta. Cerca de la mitad de la cancha le pegó una patada a la altura de la rodilla al marcador de punta argentino y el juez solamente le sacó tarjeta amarilla.

Otra vez un árbitro, como ocurrió hace 24 años, nos perjudicó en una final del mundo. El italiano había acertado a los 29 minutos del primer tiempo, cuando anuló el gol del “Pipita”, que junto a Marcos Rojo, estaba en posición adelantada cuando recibió el pase de Ezequiel Lavezzi.

Argentina perdió la final, pero seguramente otra podría haber sido la historia si Rizzoli sancionaba correctamente la grave falta sobre Higuaín.

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