21 Julio 2014
Rebeldes pro rusos se apoderan de los cuerpos recuperados
Continúan las acusaciones entre ambas partes acerca de quién derribó al avión malasio. Una organización dijo que se contabilizaron 196 cuerpos almacenados Según el gobierno ucraniano, los cadáveres les fueron arrebatados a varios rescatistas.
RESTOS INFORMES. Un investigador se desplaza entre lo que quedó del avión de Malaysia Airlines, en busca de evidencias para esclarecer el hecho. fotos reuters
KIEV.- Rebeldes pro rusos de Ucrania tomaron el control de los cuerpos recuperados del derribado avión de Malaysia Airlines, y Estados Unidos y líderes europeos urgieron al presidente ruso, Vladimir Putin, a garantizar que los rebeldes no impidan la labor de investigadores internacionales.
Ucrania y los separatistas se acusan de haber disparado un misil que derribó el Boeing-777, el jueves pasado, cuando sobrevolaba la región oriental de Donetsk, en su ruta desde la ciudad holandesa de Amsterdam a Kuala Lumpur, en Malasia. Los 298 ocupantes, de más de una docena de países, murieron en el desastre.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, afirmó ayer que dispone de pruebas de que los separatistas pro rusos derribaron el avión de pasajeros malasio. “Tenemos imágenes de satélite del lugar del derribo, así como fotos y videos de un sistema de defensa antiaérea, que demuestran transportes de armas desde Rusia”, dijo Poroshenko en Kiev.
El mandatario habló de indicios “irrefutables”. “Los terroristas impiden las investigaciones y tienen en su poder las cajas negras, pero eso no los salvará”, remarcó. Los rebeldes rechazan esta versión y acusan al Ejército de haber derribado la aeronave.
La delicada cuestión de quién dirige la recolección de evidencia en el lugar donde cayó el avión, que está bajo control de los insurgentes, dominó la jornada de ayer, especialmente luego de que funcionarios ucranianos denunciaron que los rebeldes les sacaron los cuerpos a la fuerza a rescatistas enviados de Kiev.
Expertos de la Organización de Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE), que visitaron el sábado el lugar de la catástrofe y que se habían quejado de impedimentos puestos por los rebeldes, regresaron ayer al lugar y afirmaron haber comenzado a trabajar con mayor libertad.
En Donetsk capital, luego de algunas declaraciones no muy claras de sus subalternos, el líder rebelde Alexander Borodai dijo que los cuerpos recuperados permanecerán en cuatro vagones de tren refrigerados, en los que fueron cargados ayer, en la ciudad de Torez, a 15 kilómetros del lugar de la caída.
“Los cuerpos no irán a ningún lado hasta que lleguen los expertos” de la Organización Internacional de Aviación Civil, indicó Borodai, citado por la cadena de noticias CNN. También dijo que se recobraron las cajas negras y que serán entregadas a los especialistas internacionales.
Borodai agregó que también esperaban a un equipo de 12 expertos de Malasia e insistió en que sus fuerzas no están dificultando la tarea de los investigadores internacionales. Observadores de la OSCE, que supervisaron en Torez los cadáveres almacenados en los vagones, dijeron haber contado 196 cuerpos y que parecían estar en buen estado de conservación.
Luego se trasladaron al lugar del siniestro, un descampado junto a la localidad de Grabovo, a 50 kilómetros de la frontera rusa, donde el jefe de la misión, el suizo Alex Hug, dijo a periodistas que los rebeldes les estaban permitiendo trabajar “más libremente”, informó la agencia EFE. Horas más tarde, el gobierno ucraniano anunció el hallazgo de otros 27 cuerpos en el lugar del siniestro, pero no quedó inmediatamente claro si estaban incluidos dentros de los 196 contabilizados por la OSCE.
El conflicto de Ucrania provocó la peor crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, y el derribo del avión lo agravó aún más. El hecho ocurrió días después de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieran más sanciones a Rusia por considerar que ayuda a los rebeles, algo que Moscú niega tajantemente.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que Rusia es responsable por el manejo de la evidencia que se recolecte en el lugar. “Aquí hay una acumulación de evidencia, de la cual Rusia necesita dar cuenta. No estamos sacando ninguna conclusión definitiva. Pero hay muchos puntos de los cuales es necesario que Rusia se haga responsable”, sostuvo Kerry en una entrevista con la NBC.
Por su parte, los gobernantes de Francia, Alemania y el Reino Unido exigieron a Putin que haya “acceso libre y total” a la zona de la catástrofe. (Reuters-Télam)
Ucrania y los separatistas se acusan de haber disparado un misil que derribó el Boeing-777, el jueves pasado, cuando sobrevolaba la región oriental de Donetsk, en su ruta desde la ciudad holandesa de Amsterdam a Kuala Lumpur, en Malasia. Los 298 ocupantes, de más de una docena de países, murieron en el desastre.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, afirmó ayer que dispone de pruebas de que los separatistas pro rusos derribaron el avión de pasajeros malasio. “Tenemos imágenes de satélite del lugar del derribo, así como fotos y videos de un sistema de defensa antiaérea, que demuestran transportes de armas desde Rusia”, dijo Poroshenko en Kiev.
El mandatario habló de indicios “irrefutables”. “Los terroristas impiden las investigaciones y tienen en su poder las cajas negras, pero eso no los salvará”, remarcó. Los rebeldes rechazan esta versión y acusan al Ejército de haber derribado la aeronave.
La delicada cuestión de quién dirige la recolección de evidencia en el lugar donde cayó el avión, que está bajo control de los insurgentes, dominó la jornada de ayer, especialmente luego de que funcionarios ucranianos denunciaron que los rebeldes les sacaron los cuerpos a la fuerza a rescatistas enviados de Kiev.
Expertos de la Organización de Seguridad y Cooperación de Europa (OSCE), que visitaron el sábado el lugar de la catástrofe y que se habían quejado de impedimentos puestos por los rebeldes, regresaron ayer al lugar y afirmaron haber comenzado a trabajar con mayor libertad.
En Donetsk capital, luego de algunas declaraciones no muy claras de sus subalternos, el líder rebelde Alexander Borodai dijo que los cuerpos recuperados permanecerán en cuatro vagones de tren refrigerados, en los que fueron cargados ayer, en la ciudad de Torez, a 15 kilómetros del lugar de la caída.
“Los cuerpos no irán a ningún lado hasta que lleguen los expertos” de la Organización Internacional de Aviación Civil, indicó Borodai, citado por la cadena de noticias CNN. También dijo que se recobraron las cajas negras y que serán entregadas a los especialistas internacionales.
Borodai agregó que también esperaban a un equipo de 12 expertos de Malasia e insistió en que sus fuerzas no están dificultando la tarea de los investigadores internacionales. Observadores de la OSCE, que supervisaron en Torez los cadáveres almacenados en los vagones, dijeron haber contado 196 cuerpos y que parecían estar en buen estado de conservación.
Luego se trasladaron al lugar del siniestro, un descampado junto a la localidad de Grabovo, a 50 kilómetros de la frontera rusa, donde el jefe de la misión, el suizo Alex Hug, dijo a periodistas que los rebeldes les estaban permitiendo trabajar “más libremente”, informó la agencia EFE. Horas más tarde, el gobierno ucraniano anunció el hallazgo de otros 27 cuerpos en el lugar del siniestro, pero no quedó inmediatamente claro si estaban incluidos dentros de los 196 contabilizados por la OSCE.
El conflicto de Ucrania provocó la peor crisis entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fría, y el derribo del avión lo agravó aún más. El hecho ocurrió días después de que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) impusieran más sanciones a Rusia por considerar que ayuda a los rebeles, algo que Moscú niega tajantemente.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que Rusia es responsable por el manejo de la evidencia que se recolecte en el lugar. “Aquí hay una acumulación de evidencia, de la cual Rusia necesita dar cuenta. No estamos sacando ninguna conclusión definitiva. Pero hay muchos puntos de los cuales es necesario que Rusia se haga responsable”, sostuvo Kerry en una entrevista con la NBC.
Por su parte, los gobernantes de Francia, Alemania y el Reino Unido exigieron a Putin que haya “acceso libre y total” a la zona de la catástrofe. (Reuters-Télam)