El llanero solitario

En un año dominado por Mercedes, Ricciardo es el único que les ganó con Red Bull

SE AGIGANTÓ. Daniel Ricciardo ganó en las últimas vueltas la carrera húngara, que tuvo una definición emocionante. SE AGIGANTÓ. Daniel Ricciardo ganó en las últimas vueltas la carrera húngara, que tuvo una definición emocionante.
28 Julio 2014

Por Agustín Lafforgue, de Corsa

Como estaba previsto, el GP de Hungría, fecha 11 del año, fue bendecido con la lluvia. Sí, este factor climático fue el responsable de que se pueda ver una de las mejores carreras del último tiempo de la F-1. Con la pista seca, parece imposible que hoy se le pueda ganar a Mercedes. Pero, con el piso mojado, todo puede ocurrir.

Hasta la novena vuelta, todo fue como en la mayoría del año: el alemán Nico Rosberg (Mercedes), que partió desde la pole por sexta vez en 2014 (suma 10), marcó el camino con un amplio margen con respecto al segundo, el finlandés Valtteri Bottas (Williams), que sigue demostrando sus grandes condiciones. Sin embargo, el fuerte accidente del sueco Marcus Ericsson (Caterham) provocó el primer ingreso del auto de seguridad y todo cambió. A excepción de los pilotos de McLaren, el inglés Jenson Button y el danés Kevin Magnussen, que optaron por una desacertada alternativa de seguir con gomas para lluvia, el resto de los protagonistas pusieron neumáticos slick y allí comenzaron las tácticas.

“El auto de seguridad fue una ventaja al principio y después pensé que no me iba a beneficiar, pero finalmente lo hizo. Venía muy rápido, arriesgué en el final, y me salió bien”, reconoció el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que con una estrategia de tres detenciones en los boxes fue quien mejor se adaptó a la circunstancia de la carrera. Así celebró por segunda oportunidad en la máxima y se convirtió en el verdugo de los Mercedes, ya que es el único que pudo doblegarlos en la presente temporada. “Siento la misma alegría que cuando gané la primera carrera en Canadá. Vamos a celebrar varios días”, concluyó el aussie de 25 años. Sin dudas, él es la revelación del año, tanto por sus triunfos como por su superioridad sobre su compañero, el campeón Sebastien Vettel.

Si bien la victoria se le esfumó de las manos a falta de dos vueltas, muy contento terminó el español Fernando Alonso (Ferrari). Con un auto inferior se las arregló y con una detención menos en los boxes, obtuvo su segundo podio en el año tras el logrado en China.

Luego de tener que largar desde los boxes por el incendio de su auto en la clasificación, el inglés Lewis Hamilton resultó el mejor de los hombres de Mercedes. No obstante, en el medio hubo pelea, primero en la radio y luego en el último giro. En el 51 le pidieron a Hamilton que deje pasar a Rosberg por una estrategia de carrera. Sin embargo, el moreno siguió acelerando. Y en el último giro, mientras Lewis intentaba pasar a Alonso y ser 2°, Nico se les pegó a ambos e intentó doblegar a su coequipier a riesgo de un toque.

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