Walter Schmidt - Columnista de DyN
BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, apostó a consolidar la candidatura de Florencio Randazzo, a través de la gestión en el servicio de trenes, como “rival” del gobernador Daniel Scioli en las internas presidenciales del oficialismo.
Si bien Randazzo no logra aún disputarle los votos al gobernador bonaerense, lo que la mandataria pretendía era que “no le quedara el camino liberado” a Scioli y “entregarle en bandeja” el respaldo de todos los gobernadores e intendentes peronistas del país.
“Minar el campo”, fue la expresión que utilizó un operador político de la Casa Rosada, para referirse al surgimiento que tuvo Randazzo en la interna kirchnerista.
Lo mismo pretende hacer Fernández de Kirchner con los postulantes a la gobernación bonaerense.
Desde el Gobierno nacional y con la ayuda del ultrakirchnerismo, comenzaron a desgastar la figura del “indeciso” Martín Insaurralde, que tan solo aguarda que pase el tiempo para ver si le conviene irse con Sergio Massa o quedarse bajo el paraguas de Scioli.
Para el oficialismo, los caminos son tan solo dos: o lo echan del Frente para la Victoria o se va solo. Por eso, Cristina comenzó a fomentar otro candidato que “reemplace” a Insaurralde: el intendente de Berazategui, Patricio Mussi.
La orden de la mandataria es darle a Mussi todo el apoyo necesario para posicionarlo como alternativa.
Así, la semana pasada, Mussi firmó un convenio con el cura Juan Carlos Molina, titular de la Sedronar. Esos convenios son coordinados a través del Plan de Inclusión Social por el Ministerio de Infraestructura Nacional que encabeza Julio De Vido.
Este funcionario, precisamente, recibe una vez por semana al jefe comunal de 36 años en su despacho, para analizar el escenario electoral bonaerense y darle una mano.
Mussi, también recibió la visita de la ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, y del ministro de Turismo, Enrique Meyer, quienes recorrieron e inauguraron la Feria Nacional de Artesanos.
En tanto, para hoy está prevista la visita a Berazategui del ministro de Educación, Alberto Sileoni, y luego la del titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada.
Asimismo, el jefe comunal también es apañado por Alicia Kirchner, ministra de Desarrollo Social, que lo pone al tanto del diagrama asistencial del kirchnerismo en la provincia.
Al margen de la construcción por parte del Gobierno nacional de un candidato potable a suceder a Scioli, lo que la Casa Rosada encuentra atractivo en el intendente, además de su juventud, es que es el hijo del histórico dirigente Juan José Mussi; que es jefe comunal de la poderosa Tercera sección electoral y que en ese segmento conserva una alta imagen positiva.
Si bien el titular de la Anses, Diego Bossio, es otro de los predilectos de la Presidenta, su falta de liderazgo territorial lo convierte en un candidato con limitaciones a la hora de generar una corriente interna en la dirigencia del peronismo bonaerense.
Mientras, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, si bien manifestó su interés de competir en las PASO por el Sillón de Dardo Rocha, no se lanzó aún a recorrer la Provincia y no cuenta con el respaldo del Gobierno nacional.