07 Septiembre 2014
QUIERE APROVECHAR SU MOMENTO. Pablo Lencina volverá a custodiar el arco de San Jorge con el sueño de brillar.
Pablo Lencina es uno de los tantos jugadores tucumanos que tuvo que emigrar de los dos clubes grandes para poder tener continuidad. El muchacho de Aguilares no dudó un instante en dar el sí cuando San Jorge le mostró su interés por sumarlo a su plantel. Y no fue la primera vez que el arquero tuvo que tomar una determinación de esta naturaleza. Es que en el comienzo de la temporada 2013/14 armó sus valijas en San Martín para irse a Mitre de Santiago del Estero, que militaba en el Argentino B.
“Pablito” reconoce que el partido de esta tarde, desde las 16 ante Gimnasia y Tiro de Salta, es relevante teniendo en cuenta los traspiés que el “expreso” vivió en las dos primeras fechas. “Considero que con un poco de suerte, algún punto tendríamos que haber rescatado frente a San Martín y sobre todo el domingo pasado en Catamarca. En este semana trabajamos para empezar a revertir esta situación que nos sorprende a todos”, dijo el 1 de 24 años.
La lesión de Martín Mocoroa le permitió a Lencina ser titular en Andalgalá y eso lo llenó de satisfacción. “Ya iba a cumplir un año del último partido que había sumado 90’ de fútbol. Y lo que es la vida: ante Unión Aconquija fue mi debut en el Argentino A. Había tenido la ocasión de jugar en las otras categorías, pero me faltaba hacerlo a este nivel. Por suerte, lo logré y ahora voy por más”, señaló el sureño que esta tarde volverá a custodiar el arco sabiendo que San Jorge puede ser la vidriera que esperaba para hacerse conocido.
Mientras tanto, uno de los grandes sostenes que Lencina tiene en su carrera es el apoyo que recibe cotidianamente de su familia. “Durante el mes de pretemporada, todos los días iba y venía a Aguilares. Fue un esfuerzo grande el que hice, pero todo el cansancio que tenía, se me pasaba bien transponía el umbral de la puerta de mi casa, porque allí me esperaban mis viejos y mis hermanos para apoyarme. Si algunas veces no bajé los brazos fue porque no quería fallarle a ellos que me alientan para ser alguien en el fútbol”, dijo Pablo, que resurgió bajo los tres postes y hoy quiere volver pagar esa chance cerrando su guarida.
“Pablito” reconoce que el partido de esta tarde, desde las 16 ante Gimnasia y Tiro de Salta, es relevante teniendo en cuenta los traspiés que el “expreso” vivió en las dos primeras fechas. “Considero que con un poco de suerte, algún punto tendríamos que haber rescatado frente a San Martín y sobre todo el domingo pasado en Catamarca. En este semana trabajamos para empezar a revertir esta situación que nos sorprende a todos”, dijo el 1 de 24 años.
La lesión de Martín Mocoroa le permitió a Lencina ser titular en Andalgalá y eso lo llenó de satisfacción. “Ya iba a cumplir un año del último partido que había sumado 90’ de fútbol. Y lo que es la vida: ante Unión Aconquija fue mi debut en el Argentino A. Había tenido la ocasión de jugar en las otras categorías, pero me faltaba hacerlo a este nivel. Por suerte, lo logré y ahora voy por más”, señaló el sureño que esta tarde volverá a custodiar el arco sabiendo que San Jorge puede ser la vidriera que esperaba para hacerse conocido.
Mientras tanto, uno de los grandes sostenes que Lencina tiene en su carrera es el apoyo que recibe cotidianamente de su familia. “Durante el mes de pretemporada, todos los días iba y venía a Aguilares. Fue un esfuerzo grande el que hice, pero todo el cansancio que tenía, se me pasaba bien transponía el umbral de la puerta de mi casa, porque allí me esperaban mis viejos y mis hermanos para apoyarme. Si algunas veces no bajé los brazos fue porque no quería fallarle a ellos que me alientan para ser alguien en el fútbol”, dijo Pablo, que resurgió bajo los tres postes y hoy quiere volver pagar esa chance cerrando su guarida.