11 Septiembre 2014
BUENOS AIRES.- En la edición de ayer del influyente diario New York Times, Filipe R. Campante, profesor de política pública en la Universidad de Harvard, explica que Argentina una vez más se hace notar en los titulares internacionales, esta vez por la propuesta que lanzó la presidenta, Cristina Fernández, de trasladar la Capital Federal de Buenos Aires a “la ciudad mucho más pequeña (y supuestamente tranquila) de Santiago del Estero”. A pesar de que sea atractiva la idea de “cerrar la brecha existente entre la cosmopolita de Buenos Aires y el interior”, la columna advierte que “podría empeorar las cosas” para un país ya “asediado” por la amenaza de un default. Y afirma que si bien muchos otros países -incluido Brasil- trasladaron sus capitales con el objetivo de “descongestionar” y “aumentar el desarrollo en regiones atrasadas,“ existe otro motivo más relacionado con la amenaza de las protestas. Y advierte sobre los “peligrosos” efectos secundarios de trasladar la Capital cuando asegura que si bien en Argentina no hay peligro de una guerra civil o un golpe militar, tiene una historia de crisis en la que Buenos Aires “ha sido un elemento clave”.
Trasladar la Capital a un lugar más aislado es conveniente para las democracias débiles y los gobiernos militares, ya que al alejarse de las masas “los protege de la amenaza de la remoción violenta del poder”, advierte. Si bien puede parecer “una idea fresca, podría terminar empeorando los desafíos para la gobernación del país”, concluye. (Infobae.com)
Trasladar la Capital a un lugar más aislado es conveniente para las democracias débiles y los gobiernos militares, ya que al alejarse de las masas “los protege de la amenaza de la remoción violenta del poder”, advierte. Si bien puede parecer “una idea fresca, podría terminar empeorando los desafíos para la gobernación del país”, concluye. (Infobae.com)