01 Octubre 2014
RUEDAS PARA ARRIBA. El Fiat Regatta, metido en el barranco. El binomio Posse-Molina tardó mucho tiempo en salir.
“Nos asustamos mucho con lo que nos sucedió. La verdad que fue una experiencia horrible. Lo peor de todo es que todavía no sé qué pasó, no recuerdo el antes, el durante del fuera de camino y el posterior vuelco. Sí sé que la sacamos barata”. Con franqueza, Juan María Posse, puntero de la Clase A-6 del Campeonato Provincial de Rally, describió de esta manera sus sensaciones luego del accidente que sufrió junto con su navegante, Pablo Molina, en el transcurso de la prueba de El Corralito del fin de semana.
- ¿Qué secuelas físicas te quedaron por lo sucedido?
- Todavía tengo puesto el collar cervical, tengo golpes en una pierna, un corte abajo de la rodilla y una contractura en el cuello. Me dieron el alta el lunes y tengo una semana de reposo. Pablo aún siente dolores en las costillas. Por suerte, los dos fuimos bien atendidos.
- ¿Recordás qué pasó?
- No, para nada, fue como si el momento se borró de mi cabeza. No sé si lo que pasó fue por un error mío o por una rotura en el auto. De pronto nos vimos en un barranco de unos cuatro metros, con el Fiat Regatta dado vuelta, destruido y con nosotros tratando de salir de él. Encima nadie vio en primera instancia el accidente. Si hasta pasaron varios pilotos por el lugar en plena competencia y no nos vieron. Fue Fernando Caro el que se dio cuenta, pero después que nosotros logramos salir a duras penas. Yo tuve que romper un vidrio del acompañante -creo que ahí me partí la pierna-, y por un pequeño agujero logramos liberarnos.
- A días del accidente, ¿qué sensaciones tenés?
- Qué todavía no podemos creer lo sucedido. Veníamos bien, concentrados, ganando y tratando de asegurar la carrera, pensando en la chance del título. De pronto pasó lo que pasó y estábamos muy asustados, doloridos. Estuvimos seis, siete minutos tratando de salir. Eso nos desesperó.
- ¿Ya volviste a ver el auto?
- No. Lo dejamos en un galpón en Juan Bautista Alberdi. Ya habrá tiempo de revisarlo, de analizar qué pasó, de ver si se puede recuperar. Yo creo que será bastante complicado hacerlo.
- ¿Seguís en el certamen?
- No lo sé todavía. Lo veo difícil. Si bien en el taller hay otros autos, están desarmados. Y a esta altura del año, con los costos cómo están y lo difícil que está la situación económica, siento que todo se hará un camino empinado. Igual, es un tema que vamos a discutirlo en familia.
- Dejar el certamen, siendo puntero y con las ganas que le pusiste a la temporada, ¿qué significado tendrá para vos?
- Será un gran dolor en el alma. Amo al rally. Había hecho planes incluso de ir a correr a Catamarca. Y si bien sabemos que el automovilismo lleva implícito situaciones como la vivida, lo que pasó no estaba en los planes de nadie.
- ¿Qué secuelas físicas te quedaron por lo sucedido?
- Todavía tengo puesto el collar cervical, tengo golpes en una pierna, un corte abajo de la rodilla y una contractura en el cuello. Me dieron el alta el lunes y tengo una semana de reposo. Pablo aún siente dolores en las costillas. Por suerte, los dos fuimos bien atendidos.
- ¿Recordás qué pasó?
- No, para nada, fue como si el momento se borró de mi cabeza. No sé si lo que pasó fue por un error mío o por una rotura en el auto. De pronto nos vimos en un barranco de unos cuatro metros, con el Fiat Regatta dado vuelta, destruido y con nosotros tratando de salir de él. Encima nadie vio en primera instancia el accidente. Si hasta pasaron varios pilotos por el lugar en plena competencia y no nos vieron. Fue Fernando Caro el que se dio cuenta, pero después que nosotros logramos salir a duras penas. Yo tuve que romper un vidrio del acompañante -creo que ahí me partí la pierna-, y por un pequeño agujero logramos liberarnos.
- A días del accidente, ¿qué sensaciones tenés?
- Qué todavía no podemos creer lo sucedido. Veníamos bien, concentrados, ganando y tratando de asegurar la carrera, pensando en la chance del título. De pronto pasó lo que pasó y estábamos muy asustados, doloridos. Estuvimos seis, siete minutos tratando de salir. Eso nos desesperó.
- ¿Ya volviste a ver el auto?
- No. Lo dejamos en un galpón en Juan Bautista Alberdi. Ya habrá tiempo de revisarlo, de analizar qué pasó, de ver si se puede recuperar. Yo creo que será bastante complicado hacerlo.
- ¿Seguís en el certamen?
- No lo sé todavía. Lo veo difícil. Si bien en el taller hay otros autos, están desarmados. Y a esta altura del año, con los costos cómo están y lo difícil que está la situación económica, siento que todo se hará un camino empinado. Igual, es un tema que vamos a discutirlo en familia.
- Dejar el certamen, siendo puntero y con las ganas que le pusiste a la temporada, ¿qué significado tendrá para vos?
- Será un gran dolor en el alma. Amo al rally. Había hecho planes incluso de ir a correr a Catamarca. Y si bien sabemos que el automovilismo lleva implícito situaciones como la vivida, lo que pasó no estaba en los planes de nadie.