Se mira y no se toca

Esta tarde, el NOA coronará a un nuevo campeón; Lawn Tennis, el más ganador de los últimos años, o Tucumán Rugby, el “cuco” de esta temporada

CONTRACARA. Andrés Osa (Lawn Tennis), con la ansiedad de la primera final, y Julio Farías, con la tranquilidad de quien ya disputado varios partidos de alto voltaje. CONTRACARA. Andrés Osa (Lawn Tennis), con la ansiedad de la primera final, y Julio Farías, con la tranquilidad de quien ya disputado varios partidos de alto voltaje.
18 Octubre 2014
Entre los tantos dogmas que rigen el mundo del deporte, existe uno según el cual no hay forma más segura de perder una final que tocar el trofeo antes de ganarlo. A falta de base científica, “la maldición de la copa” ha encontrado respaldo en numerosos casos de la historia, que han logrado convencer a más de un escéptico. Julio Farías, por caso, se anota en la fila de los creyentes y se rehúsa al más mínimo contacto prematuro con la Copa de Oro LA GACETA en la foto previa a la final. No vaya a ser cosa que...

“No, ni loco”, se planta el gigante “verdinegro”, que tiene bien presente el recuerdo de la Champions League de 2005, cuando Milan le ganaba cómodamente a Liverpool 3-0, hasta que a Genaro Gattuso se le ocurrió tocar la “orejona” al volver del entretiempo. ¿Resultado? Los ingleses marcaron tres goles en seis minutos y al final ganaron por penales.

“Tampoco soy un enfermo de las cábalas. Sí tengo algunas cositas, como desayunar a la misma hora, o ponerme las mismas medias”, revela Farías, consciente de que para ganarle a Lawn Tennis no alcanzará solo con cumplir los rituales al pie de la letra.

Lógicamente, si “El Flaco” no la toca, Andrés Osa tampoco. Menos cuando está ante su primera final de un Regional

- Soy un poco cabulero, pero creo que no tanto como Julio.

- Lo que pasa es que sos joven. Ya cuando empieces a jugar más finales con los años, contame.

Farías ya tiene una definición regional en su currículum: la de 2000, cuando Tucumán Rugby se coronó por 19° vez, en forma invicta. “Por suerte el equipo llega tranquilo. Venimos haciendo bien las cosas, y en este partido tenemos que hacer lo mismo que en todo el año. No tenemos que presionarnos. Hay que jugar y nada más”, postula, con la serenidad de la experiencia, y de saber que con un empate le alcanza a los de Yerba Buena para volver a reinar. Para su adversario, en cambio, el único resultado viable es ganar.

Andrés, como parte de la sangre nueva que revitalizó al “tennis”, lo vive un poco más agitadamente. “Trato de no pensar. La ansiedad de querer entrar a la cancha ya mismo está, pero es importante no jugarlo antes de tiempo. Hay que llegar con la cabeza más distendida posible”, entiende una de las figuras de este temible “benjamín” 2014. “Lo positivo de este recambio es que, salvo algunas excepciones, nadie tiene el puesto asegurado. Te lo tenés que ganar en cada partido y en cada entrenamiento”, analiza.

El primer partido, en el que Universitario y Huirapuca definirán el tercer y cuarto puesto, comenzará a las 15, con arbitraje de Matías Ortiz de Rozas. La final por el oro, que tendrá a Carlos Pinto como juez principal, se iniciará a las 17.

“Es cierto que hay pequeñas diferencias en el estilo, pero ambos somos equipos que proponen. Ellos no son solo forwards; también juegan bien por afuera. Les tengo mucho respeto”, asegura el ex Puma.

“Tucumán Rugby aprovecha mucho las distracciones. Por eso hay que mantener la concentración hasta el final y no entregarles la pelota”, es la lectura de Andrés.

Que no se hable más. Ahora es tiempo de hablar en la cancha, donde se expresan los campeones.

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