19 Octubre 2014
Juan José Llach está convencido de que otra Argentina es posible. Y parte de la base del capital humano que tiene nuestro país. “La educación debe ser lo central de la Argentina que viene”, plantea el economista que recientemente cerró, junto con su colega Gustavo Fabián Iaies el ciclo de conferencias de la Fundación del Tucumán.
Ex ministro de Educación de la Nación, Llach sostiene que la transformación de los recursos humanos es uno de los temas centrales de los próximos 20 años. “Si acertamos en ese camino, seguramente podremos ver que se potenciará el desarrollo integral del país y no sólo económico, sino también humano. Nos irá mejor como país”, subraya.
Llach considera que hay un modelo legal brasileño, mediante el cual se asigna la renta fiscal de los recursos petroleros a áreas sensibles para el desarrollo socioeconómico de ese país: un 75% de lo producido se destina a la educación y el 25% restante a la salud.
“La Argentina tiene varias oportunidades por delante y que no las estamos aprovechando de manera suficiente. Hay que desarrollar una agenda frente a esos recursos naturales no renovables que pueden implicar inversiones en educación y salud”, señala.
“Para lograr una sociedad sin pobreza ni exclusión hace falta el desarrollo económico pero también políticas sociales a la altura del siglo XXI, dejando atrás el clientelismo y el asistencialismo, con transparencia, tecnologías modernas, eficacia y apoderamiento de los destinatarios”, acota.
Iaes, por su parte, afirma que el problema es empezar a hablar del futuro, de lo que viene. “Es reordenar el país con un sistema educativo que vaya hacia ese sentido”, indica. El experto, además, acota que es fundamental reconstruir un modelo educativo de participación. “Hay que equilibrar derechos y obligaciones en el que los padres tiene que hacer de padres, los maestros, actuar como tales y los chicos estudiar. Y esto es lo mejor para esos chicos, para estimularlos al estudio”, finaliza.
Ex ministro de Educación de la Nación, Llach sostiene que la transformación de los recursos humanos es uno de los temas centrales de los próximos 20 años. “Si acertamos en ese camino, seguramente podremos ver que se potenciará el desarrollo integral del país y no sólo económico, sino también humano. Nos irá mejor como país”, subraya.
Llach considera que hay un modelo legal brasileño, mediante el cual se asigna la renta fiscal de los recursos petroleros a áreas sensibles para el desarrollo socioeconómico de ese país: un 75% de lo producido se destina a la educación y el 25% restante a la salud.
“La Argentina tiene varias oportunidades por delante y que no las estamos aprovechando de manera suficiente. Hay que desarrollar una agenda frente a esos recursos naturales no renovables que pueden implicar inversiones en educación y salud”, señala.
“Para lograr una sociedad sin pobreza ni exclusión hace falta el desarrollo económico pero también políticas sociales a la altura del siglo XXI, dejando atrás el clientelismo y el asistencialismo, con transparencia, tecnologías modernas, eficacia y apoderamiento de los destinatarios”, acota.
Iaes, por su parte, afirma que el problema es empezar a hablar del futuro, de lo que viene. “Es reordenar el país con un sistema educativo que vaya hacia ese sentido”, indica. El experto, además, acota que es fundamental reconstruir un modelo educativo de participación. “Hay que equilibrar derechos y obligaciones en el que los padres tiene que hacer de padres, los maestros, actuar como tales y los chicos estudiar. Y esto es lo mejor para esos chicos, para estimularlos al estudio”, finaliza.
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