06 Noviembre 2014
NO ES LO ÚNICO. “Le damos al scrum la importancia que se merece, pero queremos sacarle un poco de peso psicológico. No queremos que el ánimo del equipo dependa de ganar el scrum”, explica Macome.
Tucumán y Córdoba no sólo comparten el honor de ser los últimos dos campeones argentinos, sino también la predilección por el scrum. “Naranjas” y “dogos” hacen de esta formación una de las armas principales de su arsenal, a partir del poderío físico de sus packs. Por eso, prevalecer en esa batalla en el choque del sábado (a las 16.40, en cancha de Tala) aparece entre las prioridades de ambos, no solo a los fines de obtener pelotas de calidad, sino también de neutralizar un buen porcentaje del poder ofensivo del adversario.
“El scrum está muy metido dentro de la mentalidad tucumana”, reconoce José Macome, encargado de los forwards “naranjas”, para quien sería un error ubicar al scrum por encima de otros aspectos del juego. “Le estamos dando la trascendencia que se merece, por supuesto. Pero lo trabajamos como un aspecto más del juego, dándole la misma importancia que a tener una buena salida de mitad de cancha, o a otras vías de obtención, como el line o una recuperación de pelota. La idea es sacarle un poco el aspecto psicológico que tiene. Para que el jugador pueda soltarse más, para que no sea un equipo que si gana en el scrum está anímicamente bien y si lo pierde esté mal”, explica.
Pese a que la lluvia convirtió la cancha en una pista de patinaje, “Homero” pudo sacar algunas conclusiones valiosas frente a Alto Valle. “Sirvió porque, en las condiciones en las que estaba el terreno ese día, cobra más importancia lo que se haga en la formación misma de los jugadores, la postura, la posición. Un buen scrum tiene mucho más técnica que fuerza. La parte del empuje es la más fácil. La formación y la coordinación, eso es lo difícil”, advierte Macome.
El año pasado, los “dogos” fueron el rival que a Tucumán más les costó doblegar. Para esta oportunidad, el ex tercera línea espera una justa igual de difícil, pero diferente en su desarrollo. “El año pasado se jugó con lluvia y este año no está pronosticada. Eso ya cambia bastante el panorama. No sé cómo lo afectará a Córdoba, pero a nosotros nos beneficia que no llueva. Si la primera línea anduvo bien en el primer partido, con buen suelo creo que funcionará todavía mejor”, anticipa “Homero”. Y agrega: “antes que pensar en lo que haga el rival, hay que enfocarnos en hacer bien lo nuestro”.
“El scrum está muy metido dentro de la mentalidad tucumana”, reconoce José Macome, encargado de los forwards “naranjas”, para quien sería un error ubicar al scrum por encima de otros aspectos del juego. “Le estamos dando la trascendencia que se merece, por supuesto. Pero lo trabajamos como un aspecto más del juego, dándole la misma importancia que a tener una buena salida de mitad de cancha, o a otras vías de obtención, como el line o una recuperación de pelota. La idea es sacarle un poco el aspecto psicológico que tiene. Para que el jugador pueda soltarse más, para que no sea un equipo que si gana en el scrum está anímicamente bien y si lo pierde esté mal”, explica.
Pese a que la lluvia convirtió la cancha en una pista de patinaje, “Homero” pudo sacar algunas conclusiones valiosas frente a Alto Valle. “Sirvió porque, en las condiciones en las que estaba el terreno ese día, cobra más importancia lo que se haga en la formación misma de los jugadores, la postura, la posición. Un buen scrum tiene mucho más técnica que fuerza. La parte del empuje es la más fácil. La formación y la coordinación, eso es lo difícil”, advierte Macome.
El año pasado, los “dogos” fueron el rival que a Tucumán más les costó doblegar. Para esta oportunidad, el ex tercera línea espera una justa igual de difícil, pero diferente en su desarrollo. “El año pasado se jugó con lluvia y este año no está pronosticada. Eso ya cambia bastante el panorama. No sé cómo lo afectará a Córdoba, pero a nosotros nos beneficia que no llueva. Si la primera línea anduvo bien en el primer partido, con buen suelo creo que funcionará todavía mejor”, anticipa “Homero”. Y agrega: “antes que pensar en lo que haga el rival, hay que enfocarnos en hacer bien lo nuestro”.
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