28 Noviembre 2014
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NUEVA YORK, Estados Unidos.- La capoeira, esa vistosa mezcla de danza y arte marcial que se practica en Brasil, heredada de los esclavos traídos de Angola, y que en alguna época fue clandestina, fue considerada Patromonio Cultural por la Unesco.
El título reconoce a la capoeira como "una representación de la identidad brasileña, su historia y sus costumbres". Se practica en más de 160 países y combina facetas de lucha, deporte y danza. De origen africano, nació en el siglo XVII como forma de resistencia contra el sistema esclavista, como una forma de disimular el entrenamiento para combatir. Durante mucho tiempo se practicó en la clandestinidad.
Los capoeiristas forman un círculo y dos de ellos compiten en el centro. Los movimientos ejecutados exigen gran destreza corporal, con movimientos rápidos de brazos y piernas. Los participantes que rodean a los competidores cantan, dan palmas y tocan el berimbau y otros instrumentos de percusión.
Los círculos de capoeira están integrados por un maestro, un contramaestre y varios discípulos. "El maestro es el custodio de los conocimientos del círculo, que se transmiten a los demás participantes por medio de la observación y la imitación, promoviendo al mismo tiempo el respeto mutuo y la cohesión social", indicó la Unesco.
Con este reconocimiento, la capoeira se une a otras formas artísticas brasileñas ya reconocidas por la Unesco como el Samba de Roda del estado de Bahía, el Frevo de Pernambuco o el Círio de Nazaré de Pará, entre otras.
El título reconoce a la capoeira como "una representación de la identidad brasileña, su historia y sus costumbres". Se practica en más de 160 países y combina facetas de lucha, deporte y danza. De origen africano, nació en el siglo XVII como forma de resistencia contra el sistema esclavista, como una forma de disimular el entrenamiento para combatir. Durante mucho tiempo se practicó en la clandestinidad.
Los capoeiristas forman un círculo y dos de ellos compiten en el centro. Los movimientos ejecutados exigen gran destreza corporal, con movimientos rápidos de brazos y piernas. Los participantes que rodean a los competidores cantan, dan palmas y tocan el berimbau y otros instrumentos de percusión.
Los círculos de capoeira están integrados por un maestro, un contramaestre y varios discípulos. "El maestro es el custodio de los conocimientos del círculo, que se transmiten a los demás participantes por medio de la observación y la imitación, promoviendo al mismo tiempo el respeto mutuo y la cohesión social", indicó la Unesco.
Con este reconocimiento, la capoeira se une a otras formas artísticas brasileñas ya reconocidas por la Unesco como el Samba de Roda del estado de Bahía, el Frevo de Pernambuco o el Círio de Nazaré de Pará, entre otras.