29 Noviembre 2014
Tabaré Vázquez es claro favorito para obtener la presidencia de Uruguay
El inicial respaldo con que contaba el opositor Lacalle Pou se fue erosionando, mientras que el empuje del líder del Frente Amplio no decayó. Visitas al interior Los uruguayos vuelven a las urnas y las encuestas le dan al oficialista una ventaja de más de 14 puntos
EN MONTEVIDEO. Tabaré Vázquez habla a sus partidarios, en uno de los últimos actos de la campaña. reuters
MONTEVIDEO.- Uruguay se prepara para definir a su próximo presidente en el balotaje de mañana, en un duelo donde la izquierda gobernante es la cómoda favorita para lograr un tercer mandato consecutivo y consolidar la receta de crecimiento económico combinado con avances sociales que la hizo tan popular. Las encuestas le dan al oficialista Tabaré Vázquez, un médico oncólogo que ya gobernó al país, una ventaja de alrededor de 14 puntos sobre su joven contrincante, el legislador conservador y aficionado al surf, Luis Lacalle Pou.
A favor del candidato del gobernante Frente Amplio jugó la estabilidad de la economía -que en la última década ha crecido a una tasa promedio del 5,7 % anual- y la popularidad de planes sociales que él mismo inició como presidente en el 2005 y su sucesor, el ahora mandatario saliente José Mujica, consolidó.
“Quiero que gane el Frente para que termine de afirmarse este proyecto de país, que a la vista está que nos hizo bien a todos los uruguayos y no sólo a la gente pobre, como se dice por ahí”, dijo Silvana Tenco, una estudiante de 24 años.
Aunque más moderado que Mujica, una victoria de Vázquez, de 74 años, también garantizaría la continuidad de iniciativas progresistas como la despenalización del aborto, los matrimonios homosexuales y otra que ganó los titulares de los diarios del mundo: la legalización de la producción y venta de marihuana.
Lacalle Pou, un abogado de 41 años del Partido Nacional hijo de un ex presidente (Luis Alberto Lacalle) había propuesto derogar parte de esa última norma -resistida por la mayoría de los uruguayos según los sondeos- sólo permitiendo el autocultivo y clubes de fumadores.
Pero ni una propuesta como esa ni su discurso conciliador lograron convencer a suficientes uruguayos en la primera vuelta, y las encuestas auguran que tampoco lo harán en el balotaje. Los especialistas creen que Lacalle Pou no logró mostrar un proyecto alternativo al de la izquierda lo suficientemente sólido. “No creo que Lacalle pueda ganar y es una lástima porque él puede solucionar los problemas del país”, dijo Carla Da Silva, una jubilada de 68 años que criticó la inseguridad y el bajo nivel educativo en el país.
Vázquez parece haber logrado sacar provecho también del recuerdo de su primer gobierno.
Cuando concluyó su mandato en el 2010 tenía una aprobación del 70 %. Bajo su gobierno redujo el desempleo con políticas económicas pro mercados, pero manteniendo los programas sociales para los más vulnerables que ayudaron a disminuir la pobreza en un tercio hasta el 11 % actual. La amplia diferencia pronosticada a favor del oficialismo, en parte también producto del gran apoyo que tiene el ex guerrillero Mujica, llevó a que las campañas electorales bajaran sus decibeles.
Vázquez intentó en las últimas semanas retrucar las críticas a los altos impuestos, una de las principales quejas de los uruguayos, asegurando que un ritmo económico relativamente sano este año podría dar margen para reducir la carga tributaria pero sin revelar detalles de cómo eventualmente lo haría. Y Lacalle Pou, que tiene su base de apoyo más fuerte en las ciudades, se fue de gira por las zonas rurales para tratar de ganar votos.
En la primera vuelta del 26 de octubre Vázquez logró más votos de lo esperado con un 47,8 % frente al 30,8 de Lacalle. El Frente Amplio además consiguió la mayoría parlamentaria en el Congreso. Aunque el mes pasado las encuestadoras pronosticaban una reñida segunda vuelta, el respaldo al Partido Nacional se fue erosionando. “Vázquez va a ser electo como presidente, va a ganar por una diferencia amplia y posiblemente va a terminar superando la votación de Mujica en 2009”, dijo el politólogo Ignacio Zuasnabar de Equipos Consultores al difundir su último sondeo. (Reuters)
A favor del candidato del gobernante Frente Amplio jugó la estabilidad de la economía -que en la última década ha crecido a una tasa promedio del 5,7 % anual- y la popularidad de planes sociales que él mismo inició como presidente en el 2005 y su sucesor, el ahora mandatario saliente José Mujica, consolidó.
“Quiero que gane el Frente para que termine de afirmarse este proyecto de país, que a la vista está que nos hizo bien a todos los uruguayos y no sólo a la gente pobre, como se dice por ahí”, dijo Silvana Tenco, una estudiante de 24 años.
Aunque más moderado que Mujica, una victoria de Vázquez, de 74 años, también garantizaría la continuidad de iniciativas progresistas como la despenalización del aborto, los matrimonios homosexuales y otra que ganó los titulares de los diarios del mundo: la legalización de la producción y venta de marihuana.
Lacalle Pou, un abogado de 41 años del Partido Nacional hijo de un ex presidente (Luis Alberto Lacalle) había propuesto derogar parte de esa última norma -resistida por la mayoría de los uruguayos según los sondeos- sólo permitiendo el autocultivo y clubes de fumadores.
Pero ni una propuesta como esa ni su discurso conciliador lograron convencer a suficientes uruguayos en la primera vuelta, y las encuestas auguran que tampoco lo harán en el balotaje. Los especialistas creen que Lacalle Pou no logró mostrar un proyecto alternativo al de la izquierda lo suficientemente sólido. “No creo que Lacalle pueda ganar y es una lástima porque él puede solucionar los problemas del país”, dijo Carla Da Silva, una jubilada de 68 años que criticó la inseguridad y el bajo nivel educativo en el país.
Vázquez parece haber logrado sacar provecho también del recuerdo de su primer gobierno.
Cuando concluyó su mandato en el 2010 tenía una aprobación del 70 %. Bajo su gobierno redujo el desempleo con políticas económicas pro mercados, pero manteniendo los programas sociales para los más vulnerables que ayudaron a disminuir la pobreza en un tercio hasta el 11 % actual. La amplia diferencia pronosticada a favor del oficialismo, en parte también producto del gran apoyo que tiene el ex guerrillero Mujica, llevó a que las campañas electorales bajaran sus decibeles.
Vázquez intentó en las últimas semanas retrucar las críticas a los altos impuestos, una de las principales quejas de los uruguayos, asegurando que un ritmo económico relativamente sano este año podría dar margen para reducir la carga tributaria pero sin revelar detalles de cómo eventualmente lo haría. Y Lacalle Pou, que tiene su base de apoyo más fuerte en las ciudades, se fue de gira por las zonas rurales para tratar de ganar votos.
En la primera vuelta del 26 de octubre Vázquez logró más votos de lo esperado con un 47,8 % frente al 30,8 de Lacalle. El Frente Amplio además consiguió la mayoría parlamentaria en el Congreso. Aunque el mes pasado las encuestadoras pronosticaban una reñida segunda vuelta, el respaldo al Partido Nacional se fue erosionando. “Vázquez va a ser electo como presidente, va a ganar por una diferencia amplia y posiblemente va a terminar superando la votación de Mujica en 2009”, dijo el politólogo Ignacio Zuasnabar de Equipos Consultores al difundir su último sondeo. (Reuters)