29 Noviembre 2014
El caso “Ganami” volvió a repercutir en el Colegio de Abogados de la Capital. Ayer, Carmen Fontán, abogada y ganadora del concurso para el cargo de director de la Escuela Judicial del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM), acudió de nuevo a la entidad profesional, esta vez para denunciar que la aspirante Rosa Luz Casen (cierra el terceto) violó la ética profesional. Previamente, Fontán había pedido al Colegio que se pronuncie sobre si constituía una falta ética el hecho de que el prosecretario del CAM y ternado en segundo lugar, Fernando Ganami, haya participado en el proceso sin pedir licencia. En ese caso, la institución rechazó el planteo esgrimiendo que el funcionario había suspendido su matrícula.
Fontán expresó que su segunda presentación estaba motivada en la nota que la letrada Casen, que es secretaria del Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio, había enviado al CAM. “Dicha nota, además de ser leía a los consejeros y al público presentes en la sesión del 26 de noviembre, tuvo repercusión en LA GACETA del día siguiente. La información expresa que la aspirante me atacó”, describió la denunciante. Y añadió: “el escrito es a todas luces una grave falta de ética y de probidad; de deslealtad intelectual y de buena fe”.
Fontán dijo que Casen desconoció que había una diferencia relevante de puntaje a su favor (11,75 puntos) y que utilizó el voto en disidencia de un jurado para decir que ella (Fontán) no podía gestionar una institución académica. La denunciante agregó que la denunciada había cuestionado su derecho a peticionar a las autoridades del Colegio y del CAM (pidió infructuosamente el apartamiento del concurso de los consejeros que habían intervenido en la designación “a dedo” de Ganami). “Casen también dijo que desconoce cómo llegaron a la prensa todas mis presentaciones. Esta sola duda es menoscabante para mi persona”, añadió.
Fontán denunció por último que Casen había exaltado la figura del postulante controvertido (Ganami): “e hizo un profundo elogio del órgano que la semana próxima deberá definir quién dirigirá (y quién será el secretario) de una escuela de formación de aspirantes a la magistratura cuya directriz debe ser la defensa de la ética y de la independencia judicial”. Al respecto, Fontán interpretó que la nota de Casen era un intento de condicionar a quienes han de definir los concursos, y pidió al Colegio presidido por Francisco García Posse que se expida con habilitación de días y de horas en atención a la inminencia de la entrevista de los postulantes con el CAM (el acto está programado para el martes próximo a las 17).
Juntos en un convenio
El caso “Ganami” detonó a partir de la publicación de un convenio de cooperación que vincula al prosecretario y ex asesor de la presidenta Claudia Sbdar con Diego Duquelsky Gómez, miembro de Justicia Legítima y jurado del concurso de secretario de la Escuela (Ganami encabeza el terceto en cuestión, seguido de María Isabel Rico Velaz y de Pedro Cagna). Duquelsky Gómez participó en la formulación de las consignas de la oposición y corrigió la prueba de Ganami. Tanto el evaluador como el aspirante dijeron que no habían tenido un trato que justificase una excusación. Luego se supo que con la excepción de la secretaria Sofía Nacul, todo el personal del CAM había sido nombrado en forma discrecional, pese a que el reglamento prescribe que el ingreso procede por concurso.
Fontán expresó que su segunda presentación estaba motivada en la nota que la letrada Casen, que es secretaria del Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio, había enviado al CAM. “Dicha nota, además de ser leía a los consejeros y al público presentes en la sesión del 26 de noviembre, tuvo repercusión en LA GACETA del día siguiente. La información expresa que la aspirante me atacó”, describió la denunciante. Y añadió: “el escrito es a todas luces una grave falta de ética y de probidad; de deslealtad intelectual y de buena fe”.
Fontán dijo que Casen desconoció que había una diferencia relevante de puntaje a su favor (11,75 puntos) y que utilizó el voto en disidencia de un jurado para decir que ella (Fontán) no podía gestionar una institución académica. La denunciante agregó que la denunciada había cuestionado su derecho a peticionar a las autoridades del Colegio y del CAM (pidió infructuosamente el apartamiento del concurso de los consejeros que habían intervenido en la designación “a dedo” de Ganami). “Casen también dijo que desconoce cómo llegaron a la prensa todas mis presentaciones. Esta sola duda es menoscabante para mi persona”, añadió.
Fontán denunció por último que Casen había exaltado la figura del postulante controvertido (Ganami): “e hizo un profundo elogio del órgano que la semana próxima deberá definir quién dirigirá (y quién será el secretario) de una escuela de formación de aspirantes a la magistratura cuya directriz debe ser la defensa de la ética y de la independencia judicial”. Al respecto, Fontán interpretó que la nota de Casen era un intento de condicionar a quienes han de definir los concursos, y pidió al Colegio presidido por Francisco García Posse que se expida con habilitación de días y de horas en atención a la inminencia de la entrevista de los postulantes con el CAM (el acto está programado para el martes próximo a las 17).
Juntos en un convenio
El caso “Ganami” detonó a partir de la publicación de un convenio de cooperación que vincula al prosecretario y ex asesor de la presidenta Claudia Sbdar con Diego Duquelsky Gómez, miembro de Justicia Legítima y jurado del concurso de secretario de la Escuela (Ganami encabeza el terceto en cuestión, seguido de María Isabel Rico Velaz y de Pedro Cagna). Duquelsky Gómez participó en la formulación de las consignas de la oposición y corrigió la prueba de Ganami. Tanto el evaluador como el aspirante dijeron que no habían tenido un trato que justificase una excusación. Luego se supo que con la excepción de la secretaria Sofía Nacul, todo el personal del CAM había sido nombrado en forma discrecional, pese a que el reglamento prescribe que el ingreso procede por concurso.