Risa y amor para humanizar la medicina

En las últimas décadas, se viene produciendo un proceso de deshumanización en la sociedad. A menudo, las personas sienten que son un número en las reparticiones públicas, en los bancos o que son un afiliado en los sanatorios, un cliente o un usuario. El consumismo, la promoción de las cosas materiales como sinónimo de estatus social y también déficits en la educación, entre otras causas, han aportado su grano de arena en esta suerte de codificación de los seres humanos.

Los tucumanos hemos tenido el placer de recibir en estos días a Hunter “Patch” Adams, un médico que propone la risa como una herramientas para ayudar a ser feliz a la gente. Adquirió celebridad merced a una película que protagonizó Robin Williams.

El “payamédico” tiene una actitud crítica incluso con su país natal. “En Estados Unidos no tenemos educación. Se trata de generar grupos de gente conformista, sin conciencia, afecta al consumo. Fíjese, el amor es la parte más importante de la vida, y no hay en el mundo ni una escuela pública que enseñe amor. Habría que enseñar a amar una hora al día, los cinco días de la semana, desde el jardín de infantes hasta la Universidad”. En 1971, Adams creó un hospital piloto en Virginia. Al paciente se le debía efectuar una entrevista inicial de tres horas y promovía entre otras cosas, la integración de la medicina, con las disciplinas artísticas, la agricultura, la educación, la recreación y el servicio social. Adams fue distinguido por la Facultad de Medicina de la UNT como visitante ilustre y el viernes visitó el Hospital de Niños. “Siempre digo que debería ser una materia en la formación de los Médicos y que el que no apruebe no debería recibirse... Si en un hospital hay médicos mal educados (sucede en todos a los que fui) yo recomiendo una multa financiera a ese médico o que lleve un cartel que diga ‘soy un médico mal educado’. Creo que preferirían la multa”, dijo en la oportunidad

La idea de promover un cambio en la mentalidad de los futuros médicos en su relación con el paciente fue uno de los temas la XII Conferencia Argentina de Educación Médica que se llevó a cabo en Tucumán en 2012. En la ocasión, uno de los principales disertantes afirmó que se debía diferenciar el humanismo médico, que es la concepción más pura de la medicina, del mercantilismo, el corporativismo y el trato inhumano. El director de la Escuela de Medicina de la Universidad Adventista del Plata, Daniel Heissenberg, señaló que por cuestiones políticas o sociales, la realidad choca con la enseñanza de los valores, pero que es necesario hallar el modo de desterrar los antivalores, la corrupción, la deshonestidad, el mercantilismo. Manifestó que la educación superior debe tener un fuerte impacto en la creación de conductas humanitarias. “Quizás nos cueste un poco más, pero nos esforzaremos por recuperar valores como la honestidad, la responsabilidad, la verdad, la cooperación, la solidaridad, el respeto”, dijo.

Si bien hay muchísimos médicos que honran su profesión, hay otros que no lo hacen, razón por la cual se consideró el asunto en un congreso. Se trata de entonces de formar profesionales que fueran capaces de ponerse en el lugar de sus pacientes y fueran conscientes de su sufrimiento. No en vano se suele decir que la medicina es un sacerdocio.

El doctor “Patch” Adams ha encontrado, sin duda, un hermoso camino para comunicarse con el otro: “El humor es una forma de acercarse a la gente con amor”.

Comentarios