19 Diciembre 2014
Un “error de tipeo” permitió que un policía acusado de saquear un súper quede libre
El juez Víctor Pérez declaró nulo el requerimiento de prisión preventiva de la fiscala Adriana Giannoni, ya que pese a las pruebas aportadas se equivocaron en un número de un artículo del Código Penal. Un legislador defendió al imputado
TRAS LOS SAQUEOS. Empleados y vecinos de Banda del Río Salí realizaron un abrazo simbólico al supermercado “Chango Más” cuando finalizaron los robos que sufrió el local en diciembre de 2013. la gaceta / foto de juan pablo sánchez noli (archivo)
En lugar de apretar la tecla con el número tres, presionaron la del número siete. Y de ese “error de tipeo” se valió el juez de Instrucción Víctor Manuel Pérez para declarar la nulidad del pedido de prisión preventiva que la fiscala Adriana Giannoni había realizado contra el policía Leonardo Ernesto Díaz, acusado de haber participado en los saqueos a un supermercado en diciembre del año pasado. El efectivo recuperó la libertad
El 11 de diciembre del año pasado, cuando Gendarmería Nacional se había hecho cargo por unas horas de la seguridad de las calles tucumanas ante la sedición policial, hubo un llamado a la base de la fuerza nacional en el que informaban que en tres domicilios estaban guardando mercadería sustraída durante los saqueos.
Cinco días más tarde, cuando la revuelta policial había cesado, se realizó el allanamiento en una de las viviendas denunciadas, que se encontraba en el barrio El Salvador. El dueño de la casa era Díaz, quien trabajaba en la comisaría de Cebil Redondo. Arriba de una heladera encontraron un arma que luego se supo que había sido robada a un policía santiagueño en el año 2000. Además tenía municiones de diversos calibres y una “tumbera” (arma de fabricación casera).
La estantería del súper
Giannoni pidió la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que elaboró un informe en el que constaba que varios testigos habían visto cómo subían elementos saqueados del supermercado “Chango Más” de Banda del Río Salí, y que los subían a una Toyota Hilux (Díaz tiene una camioneta similar) sin chapa patente.
El 21 de abril de este año la PSA allanó el local bailable “Franchesco” ubicado en avenida Jujuy 2.449, que pertenece a Díaz. En el lugar encontraron un ventilador, un gazebo, un freezer y una bandeja de estantería que pertenece a la cadena de Supermercado “Chango Más”. El policía no pudo acreditar cómo los había adquirido. La fiscala tampoco pudo precisar que las cosas hayan sido obtenidas en los saqueos, con excepción de la estantería que fue reconocida por el jefe de seguridad de “Chango Más”, Sergio Sánchez.
Díaz declaró en la fiscalía y aseguró que los días en que ocurrieron los saqueos estuvo en Lomas de Tafí, acompañando al legislador José Antonio Teri. “Nos quedamos cuidando la casa de él”, dijo Díaz en su indagatoria. El policía agregó que luego se encontró con otros compañeros (como los entonces jefes de la comisaría de Lomas de Tafí y de la Regional Norte, Walter Alvarez y Mario Rojas, respectivamente) y que estuvo cuidando la esquina del local comercial “Castillo”, que había sido víctima de los saqueos.
Teri se presentó en tribunales sin que lo citaran, y le pidió a la fiscala que le tomara declaración. El legislador avaló lo que había declarado Díaz, aunque dijo que el policía estuvo “cuidando” Lomas de Tafí durante dos noches seguidas. El imputado, en cambio, había declarado que fue sólo una vez a la vivienda de Teri.
Pero además, los comisarios Alvarez y Rojas (este último es actualmente subjefe de Policía) negaron que Díaz haya estado en Lomas de Tafí, contradiciendo lo declarado por el legislador Teri.
En cuanto a la estantería de “Chango Más”, Díaz aseveró que la compró en una chatarrería que queda cerca de la Morgue Judicial. El propietario de ese lugar, Carlos Rodríguez, declaró como testigo y dijo que no conocía al policía y que en su negocio sólo compran chatarra vieja.
Con todas esas pruebas, Giannoni pidió el 27 de noviembre que se dicte la prisión preventiva en contra del uniformado. Sin embargo, el juez Pérez declaró la nulidad porque la fiscala acusó a Díaz de hurto calamitoso agravado por la condición de policía. Pero en el pedido, Giannoni había mencionado el artículo 167 bis del Código Penal (en lugar del 163 bis). Ambos tienen la misma redacción, pero uno está ubicado en el capítulo del “robo” (el 167), y el otro en el del “hurto”.
Así, tras una caución de $50.000, Díaz recuperó la libertad, aunque la causa en su contra continúa.
El 11 de diciembre del año pasado, cuando Gendarmería Nacional se había hecho cargo por unas horas de la seguridad de las calles tucumanas ante la sedición policial, hubo un llamado a la base de la fuerza nacional en el que informaban que en tres domicilios estaban guardando mercadería sustraída durante los saqueos.
Cinco días más tarde, cuando la revuelta policial había cesado, se realizó el allanamiento en una de las viviendas denunciadas, que se encontraba en el barrio El Salvador. El dueño de la casa era Díaz, quien trabajaba en la comisaría de Cebil Redondo. Arriba de una heladera encontraron un arma que luego se supo que había sido robada a un policía santiagueño en el año 2000. Además tenía municiones de diversos calibres y una “tumbera” (arma de fabricación casera).
La estantería del súper
Giannoni pidió la colaboración de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que elaboró un informe en el que constaba que varios testigos habían visto cómo subían elementos saqueados del supermercado “Chango Más” de Banda del Río Salí, y que los subían a una Toyota Hilux (Díaz tiene una camioneta similar) sin chapa patente.
El 21 de abril de este año la PSA allanó el local bailable “Franchesco” ubicado en avenida Jujuy 2.449, que pertenece a Díaz. En el lugar encontraron un ventilador, un gazebo, un freezer y una bandeja de estantería que pertenece a la cadena de Supermercado “Chango Más”. El policía no pudo acreditar cómo los había adquirido. La fiscala tampoco pudo precisar que las cosas hayan sido obtenidas en los saqueos, con excepción de la estantería que fue reconocida por el jefe de seguridad de “Chango Más”, Sergio Sánchez.
Díaz declaró en la fiscalía y aseguró que los días en que ocurrieron los saqueos estuvo en Lomas de Tafí, acompañando al legislador José Antonio Teri. “Nos quedamos cuidando la casa de él”, dijo Díaz en su indagatoria. El policía agregó que luego se encontró con otros compañeros (como los entonces jefes de la comisaría de Lomas de Tafí y de la Regional Norte, Walter Alvarez y Mario Rojas, respectivamente) y que estuvo cuidando la esquina del local comercial “Castillo”, que había sido víctima de los saqueos.
Teri se presentó en tribunales sin que lo citaran, y le pidió a la fiscala que le tomara declaración. El legislador avaló lo que había declarado Díaz, aunque dijo que el policía estuvo “cuidando” Lomas de Tafí durante dos noches seguidas. El imputado, en cambio, había declarado que fue sólo una vez a la vivienda de Teri.
Pero además, los comisarios Alvarez y Rojas (este último es actualmente subjefe de Policía) negaron que Díaz haya estado en Lomas de Tafí, contradiciendo lo declarado por el legislador Teri.
En cuanto a la estantería de “Chango Más”, Díaz aseveró que la compró en una chatarrería que queda cerca de la Morgue Judicial. El propietario de ese lugar, Carlos Rodríguez, declaró como testigo y dijo que no conocía al policía y que en su negocio sólo compran chatarra vieja.
Con todas esas pruebas, Giannoni pidió el 27 de noviembre que se dicte la prisión preventiva en contra del uniformado. Sin embargo, el juez Pérez declaró la nulidad porque la fiscala acusó a Díaz de hurto calamitoso agravado por la condición de policía. Pero en el pedido, Giannoni había mencionado el artículo 167 bis del Código Penal (en lugar del 163 bis). Ambos tienen la misma redacción, pero uno está ubicado en el capítulo del “robo” (el 167), y el otro en el del “hurto”.
Así, tras una caución de $50.000, Díaz recuperó la libertad, aunque la causa en su contra continúa.