31 Diciembre 2014
EN SALTA LO QUIEREN. Juventud Antoniana tiene en sus planes a Gustavo Ibáñez. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA (ARCHIVO)
A la hora de hacer un balance de lo que significó 2014 en su vida deportiva, Gustavo Ibáñez no duda en afirmar que no fue lo productivo que se imaginó cuando en las primeras horas del año levantó la copa junto a su familia.
El “Súper Ratón”, que los últimos seis meses jugó en Juventud Antoniana, reconoce que su partida de San Martín lo conmovió. “Siempre me imaginé que me iba a retirar vistiendo esta camiseta. Desgraciadamente no fue así. Por eso, como pretendía seguir jugando, acepté la oferta de Juventud Antoniana. No es lo que hubiera elegido, pero no me quedó otra alternativa”, explicó.
A pesar que su contrato con la entidad salteña vence a fines de 2015, en su interior, Ibáñez desea volver a jugar en La Ciudadela. “Ojalá puede volver al club, pero tengo que ser sincero y admitir que nadie me habló para charlar sobre el tema. De todos modos, seguiré esperando pacientemente ese llamado. Si esto no ocurre, aceptaré la oferta que me hicieron los directivos de Antoniana para seguir en ese club”, señaló el delantero.
Vacaciones en San Pablo
El delantero pasa sus vacaciones en Tucumán junto a su familia compuesta por su madre Francisca, su esposa Claudia Luciana y sus hijos Samira (10 años) y Gustavo (6). Mientras descansa y espera definir su futuro futbolístico, aprovecha la pileta que construyó en el fondo de su viviendas, en Villa del Rosario de San Pablo, para disfrutar con sus hijos.
En el útlimo Federal A, Ibáñez tuvo que enfrentar en dos ocasiones a San Martín y vivió momentos que lo marcaran para todo su vida.
“Era la primera vez que tenía que enfrentar a esa camiseta que me dio tantas alegrías y me temblaron las piernas, sobre todo cuando entré al campo de juego de La Ciudadela y escuché la forma con que me recibió la hinchada. Ese cariño es mutuo. Ellos saben lo que me brindé por esa camiseta que lucí con tanto orgullo durante tantos años”, expresó el “Ratón”.
El “Súper Ratón”, que los últimos seis meses jugó en Juventud Antoniana, reconoce que su partida de San Martín lo conmovió. “Siempre me imaginé que me iba a retirar vistiendo esta camiseta. Desgraciadamente no fue así. Por eso, como pretendía seguir jugando, acepté la oferta de Juventud Antoniana. No es lo que hubiera elegido, pero no me quedó otra alternativa”, explicó.
A pesar que su contrato con la entidad salteña vence a fines de 2015, en su interior, Ibáñez desea volver a jugar en La Ciudadela. “Ojalá puede volver al club, pero tengo que ser sincero y admitir que nadie me habló para charlar sobre el tema. De todos modos, seguiré esperando pacientemente ese llamado. Si esto no ocurre, aceptaré la oferta que me hicieron los directivos de Antoniana para seguir en ese club”, señaló el delantero.
Vacaciones en San Pablo
El delantero pasa sus vacaciones en Tucumán junto a su familia compuesta por su madre Francisca, su esposa Claudia Luciana y sus hijos Samira (10 años) y Gustavo (6). Mientras descansa y espera definir su futuro futbolístico, aprovecha la pileta que construyó en el fondo de su viviendas, en Villa del Rosario de San Pablo, para disfrutar con sus hijos.
En el útlimo Federal A, Ibáñez tuvo que enfrentar en dos ocasiones a San Martín y vivió momentos que lo marcaran para todo su vida.
“Era la primera vez que tenía que enfrentar a esa camiseta que me dio tantas alegrías y me temblaron las piernas, sobre todo cuando entré al campo de juego de La Ciudadela y escuché la forma con que me recibió la hinchada. Ese cariño es mutuo. Ellos saben lo que me brindé por esa camiseta que lucí con tanto orgullo durante tantos años”, expresó el “Ratón”.
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