La Presidenta continuaría una semana más en El Calafate

Cristina Fernández pasó las fiestas en tierras patagónicas y podría extender su descanso. La fractura del tobillo izquierdo la obligó a modificar su agenda. La mandataria envía mensajes por redes sociales.

EN MARZO DE 2014. Durante su viaje a Roma, donde visitó a Francisco, la Presidenta se esguinzó el tobillo. dyn (archivo) EN MARZO DE 2014. Durante su viaje a Roma, donde visitó a Francisco, la Presidenta se esguinzó el tobillo. dyn (archivo)
04 Enero 2015
BUENOS AIRES.- El descanso en tierras patagónicas de la presidenta Cristina Fernández continuaba ayer y podría extenderse hasta el próximo fin de semana, según se informó oficialmente. La mandataria se encuentra en la ciudad santacruceña de El Calafate, donde celebró las fiestas de Fin de Año luego de sufrir una fractura del tobillo izquierdo que la obligó a suspender sus actividades oficiales por dos semanas.

El martes, la jefa de Estado viajó sorpresivamente a esa villa turística después de recibir autorización médica para trasladarse a Santa Cruz. En esa provincia había ocurrido el accidente doméstico de Fernández, poco después de la Navidad, cuando se esguinzó un tobillo al pisar cera líquida, tal como lo explicó más tarde el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.

Debido a ese inconveniente, durante los últimos días la única vía de comunicación que mantuvo la presidenta con la ciudadanía fue a través de la red social Twitter. Y sus últimos tuits fueron publicados el martes, pocos minutos antes de partir hacia territorio patagónico. Desde el avión, la mandataria posteó una foto donde se muestra junto a “Lolita”, su perra caniche mini toy. Además, aprovechó para llamar a los argentinos a brindar “sin pucho y con sidra”.

Cambios de agenda

Tras sufrir el accidente doméstico, ocurrido el 26 de diciembre en su residencia de la capital santacruceña, Fernández fue trasladada al Hospital Regional de Río Gallegos donde fue atendida de urgencia y de donde fue sacada en silla de ruedas.

En esa situación, y al trascender que en ese centro asistencial no funcionaban ni el resonador ni el tomógrafo, la presidenta abordó el avión Tango 01 rumbo a la Capital Federal, donde fue atendida en el sanatorio Otamendi, para seguir luego su reposo en la quinta de Olivos.

Si bien no se informó con precisión cuánto tiempo permanecerá en tierra santacruceña, se supo que, antes del accidente, la jefa de Estado tenía previsto descansar en el sur los primeros 10 días de enero. Por lo tanto, se presume que retornaría a Buenos Aires recién el fin de semana próximo.

Tampoco hubo precisiones oficiales acerca de la fecha para la cual será reprogramada la visita al papa Francisco. La presidenta tenía previsto viajar al Vaticano con el fin de celebrar junto a la mandataria de Chile, Michelle Bachelet, los 30 años del acuerdo con ese país por el Canal de Beagle.

En la red social


El tiempo que duró el vuelo desde Buenos Aires hasta El Calafate, la presidenta estuvo entretenida con Twitter y escribió varios mensajes en la red social. Allí se refirió a temas de actualidad y renovó sus críticas hacia los medios. “En silla de ruedas o con dos millones y medio de tapas en contra del país, vamos a seguir trabajando”, desafió Fernández.

Además, se hizo un tiempo para anunciar que Aerolíneas Argentinas y Austral permitirán, a partir del 15 de enero, transportar en cabina a gatos y perros pequeños.

En sus tuits, la mandataria resaltó la rebaja del 5% en el precio de los combustibles y se refirió a las reservas del Banco Central, para luego atacar a los medios no afines al Gobierno. “¿Te acordás de las tapas de diarios anunciando caídas de reservas? ¿O cuál sería el precio del combustible en diciembre? Del resto de las catástrofes que anunciaban y deseaban que sucedieran, mejor ni hablar”, deslizó.

En otros mensajes, continuó: “Así como al pasar ¿Viste? Llegamos a USD 31.433 millones en las reservas del Banco Central”. “Qué pena. Cuánto daño le han hecho y le hacen al país. ¿Alguna vez serán tapa de diarios los logros de nuestro país y de todos los argentinos?”, preguntó. Y finalizó: “¿Demasiado patriotero? Y, puede ser… pero con tantas décadas de entrega y ni siquiera al mejor postor. Un poco de orgullo y mucho de dignidad no vienen nada mal”. (DyN)

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