13 Enero 2015
EN PLENO CENTRO. La Guardia Urbana se encuentra en Maipú al 400. la gaceta / foto de franco vera
Con dos fugas de presos en apenas 12 días. Así fue como comenzó el año la Policía de Tucumán que ayer buscaba a los dos detenidos que lograron escapar del calabozo de la Guardia Urbana, una de las dependencias más céntricas de las que dispone la institución. Ante esta grave falla de seguridad la Justicia ordenó la aprehensión de tres uniformados, sospechados de haber colaborado con la evasión.
El jefe de la Guardia Urbana, el comisario inspector Jorge Aníbal Bustamante, se negó a informar los pormenores del caso. Según explicó, el fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, le prohibió que diera detalles a la prensa acerca de lo sucedido. Sin embargo, este diario pudo conocer que los dos evadidos tienen entre 20 y 26 años, y que ambos estaban detenidos por robo.
Fuentes de la investigación dijeron que la fuga se produjo en la madrugada, en el calabozo situado en el fondo del edificio ubicado en Maipú al 400. Según se informó, allí permanecían detenidos alrededor de 10 reclusos pero sólo dos de ellos consiguieron -o eligieron- recuperar la libertad.
No hubo violencia en el escape. De acuerdo con las fuentes los prófugos no cavaron boquetes ni limaron barrotes. Por eso, las sospechas se centraron en un guardia cárcel y en otros dos policías que estaban de turno al momento del hecho. “Aparentemente, el cuartelero les abrió la puerta para que salieran”, deslizaron las fuentes.
Con el calabozo abierto, los reos salieron hacia un patio de la dependencia, treparon una tapia y completaron la huida saltando por los techos de la manzana. Hasta anoche, la Policía no tenía rastros de ninguno de ellos.
Respecto a los tres policías sospechosos, el fiscal Herrera ordenó su aprehensión. Las fuentes señalaron que tanto ellos como los demás presos que quedaron en el calabozo deberán declarar en tribunales para explicar cómo se produjo el escape.
Esta fue la segunda fuga en lo que va del año. El 1 de enero a la tarde, cinco presos de la Seccional 7ª hicieron un boquete en una pared del calabozo mayor de esa comisaría y huyeron. Sólo dos de ellos fueron recapturados y todavía se busca a los otros tres.
El jefe de la Guardia Urbana, el comisario inspector Jorge Aníbal Bustamante, se negó a informar los pormenores del caso. Según explicó, el fiscal de Instrucción de la X° Nominación, Guillermo Herrera, le prohibió que diera detalles a la prensa acerca de lo sucedido. Sin embargo, este diario pudo conocer que los dos evadidos tienen entre 20 y 26 años, y que ambos estaban detenidos por robo.
Fuentes de la investigación dijeron que la fuga se produjo en la madrugada, en el calabozo situado en el fondo del edificio ubicado en Maipú al 400. Según se informó, allí permanecían detenidos alrededor de 10 reclusos pero sólo dos de ellos consiguieron -o eligieron- recuperar la libertad.
No hubo violencia en el escape. De acuerdo con las fuentes los prófugos no cavaron boquetes ni limaron barrotes. Por eso, las sospechas se centraron en un guardia cárcel y en otros dos policías que estaban de turno al momento del hecho. “Aparentemente, el cuartelero les abrió la puerta para que salieran”, deslizaron las fuentes.
Con el calabozo abierto, los reos salieron hacia un patio de la dependencia, treparon una tapia y completaron la huida saltando por los techos de la manzana. Hasta anoche, la Policía no tenía rastros de ninguno de ellos.
Respecto a los tres policías sospechosos, el fiscal Herrera ordenó su aprehensión. Las fuentes señalaron que tanto ellos como los demás presos que quedaron en el calabozo deberán declarar en tribunales para explicar cómo se produjo el escape.
Esta fue la segunda fuga en lo que va del año. El 1 de enero a la tarde, cinco presos de la Seccional 7ª hicieron un boquete en una pared del calabozo mayor de esa comisaría y huyeron. Sólo dos de ellos fueron recapturados y todavía se busca a los otros tres.
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