18 Enero 2015
CONDENA SOCIAL. Los vecinos del veterinario ya lo acusaban del crimen antes de que hallaran el cuerpo. LA GACETA / FOTO DE ARCHIVO
El veterinario Luis Gabriel Corral está imputado del homicidio de su concubina Marcela Chiaro. Por ese hecho, permaneció detenido desde febrero de 2012 hasta fines del año pasado, cuando le concedieron el cese de prisión preventiva. Pero ahora enfrenta una nueva acusación: Paola Carina Castro, quien era su amante al momento del crimen y quien también estuvo tras las rejas por ese mismo caso, lo denunció por violencia doméstica y amenazas.
Corral y Castro tienen un hijo de tres años, que nació cuando el veterinario todavía vivía con Chiaro. Desde que ella recuperó la libertad, el bebé está bajo el cuidado de su mamá, quien no habría aceptado mudarse con su ex amante. El 12 de enero, Corral le envió una carta documento a la mujer donde la intimaba a permitirle ver a su hijo en un plazo no mayor a 48 horas. De lo contrario -le advertía- iniciaría acciones legales en su contra.
Ese mismo día se presentó en tribunales el abogado de la mujer, Manuel Eduardo Ruiz. El letrado elevó a la Fiscalía de Feria (a cargo de Guillermo Herrera, casualmente el mismo fiscal que lleva adelante la causa por el homicidio de Chiaro) una denuncia contra el veterinario por amenazas y violencia doméstica.
La respuesta no tardó en llegar. El fiscal consideró que se encontraban en riesgo la integridad física y psíquica de Castro y de su bebé, y solicitó la restricción de acercamiento para Corral. “La jueza de Instrucción Mirta Lenis de Vera hizo lugar a ese pedido y prohibió que Corral se acerque a menos de 200 metros de la casa de mi defendida”, destacó Ruiz. Además, el fiscal Herrera pidió la inmediata intervención de la Defensoría de Menores con el fin de resguardar al niño.
Temor
En el entorno de Chiaro, por su parte, también generó temor la reciente liberación de Corral. “El mayor miedo que tenemos con la posibilidad de que le den la libertad condicional es que no volvamos a ver a mi sobrina”, sostuvo Rosana Chiaro, la hermana de Marcela que tiene la tutela provisoria de la hija de cinco años que tuvieron la víctima y el veterinario. La nena vive en la ciudad santafesina de Esperanza desde que su mamá fue asesinada y su papá cayó preso.
“Entendemos los derechos que le corresponden porque hace más de dos años que está detenido. Pero es injusto que los familiares de las víctimas tengamos que soportar estas situaciones que nos generan mucha impotencia. Mi hermana está muerta y él va a quedar en libertad. ¿Por qué la justicia se demoró tanto para llegar al juicio?”, había cuestionado la mujer a fines del año pasado cuando supo que Corral quedaría en libertad.
El cese de prisión fue ordenado por el titular de la Corte, el juez Antonio Gandur, y los vocales Antonio Daniel Estofán y Daniel Oscar Posse, quienes hicieron lugar a una presentación formulada por Gustavo Morales, defensor del imputado.
Corral y Castro tienen un hijo de tres años, que nació cuando el veterinario todavía vivía con Chiaro. Desde que ella recuperó la libertad, el bebé está bajo el cuidado de su mamá, quien no habría aceptado mudarse con su ex amante. El 12 de enero, Corral le envió una carta documento a la mujer donde la intimaba a permitirle ver a su hijo en un plazo no mayor a 48 horas. De lo contrario -le advertía- iniciaría acciones legales en su contra.
Ese mismo día se presentó en tribunales el abogado de la mujer, Manuel Eduardo Ruiz. El letrado elevó a la Fiscalía de Feria (a cargo de Guillermo Herrera, casualmente el mismo fiscal que lleva adelante la causa por el homicidio de Chiaro) una denuncia contra el veterinario por amenazas y violencia doméstica.
La respuesta no tardó en llegar. El fiscal consideró que se encontraban en riesgo la integridad física y psíquica de Castro y de su bebé, y solicitó la restricción de acercamiento para Corral. “La jueza de Instrucción Mirta Lenis de Vera hizo lugar a ese pedido y prohibió que Corral se acerque a menos de 200 metros de la casa de mi defendida”, destacó Ruiz. Además, el fiscal Herrera pidió la inmediata intervención de la Defensoría de Menores con el fin de resguardar al niño.
Temor
En el entorno de Chiaro, por su parte, también generó temor la reciente liberación de Corral. “El mayor miedo que tenemos con la posibilidad de que le den la libertad condicional es que no volvamos a ver a mi sobrina”, sostuvo Rosana Chiaro, la hermana de Marcela que tiene la tutela provisoria de la hija de cinco años que tuvieron la víctima y el veterinario. La nena vive en la ciudad santafesina de Esperanza desde que su mamá fue asesinada y su papá cayó preso.
“Entendemos los derechos que le corresponden porque hace más de dos años que está detenido. Pero es injusto que los familiares de las víctimas tengamos que soportar estas situaciones que nos generan mucha impotencia. Mi hermana está muerta y él va a quedar en libertad. ¿Por qué la justicia se demoró tanto para llegar al juicio?”, había cuestionado la mujer a fines del año pasado cuando supo que Corral quedaría en libertad.
El cese de prisión fue ordenado por el titular de la Corte, el juez Antonio Gandur, y los vocales Antonio Daniel Estofán y Daniel Oscar Posse, quienes hicieron lugar a una presentación formulada por Gustavo Morales, defensor del imputado.
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