Por Mariana Segura
01 Febrero 2015
LA NOCHE MÁS FELIZ. Sebastián Palacios reapareció vestido de azul y amarillo, tuvo un gran partido y quiere seguir en Boca. FOTO DEL TWITTER DE @BocaJrsMiMundO
A esa especie de sub-clásico que siempre aparece dentro de un superclásico ayer la protagonizaron dos tucumanos. Y la goleada también fue de Boca... Con Sebastián Palacios como figura y estandarte. ¿Matías Kranevitter? Quedó perdido en el torbellino “xeneize”. No por nada fue el delantero de Alberdi el que apareció como “TT” (trending topic) en Twitter mientras duró el encuentro en Mendoza.
“Seba”, que fue titular de casualidad justamente porque Leonel Vangioni quebró a Cristian Pavón en el primer clásico y obligó a Boca salir a repatriarlo del préstamo con Arsenal, intentó encarar de entrada. De hecho, sufrió el acecho del último killer de la semana, un Vangioni que le apuntó a la rodilla a minutos del comienzo. El “Tucu” quedó revolcado, pero se recuperó y, de paso, después le devolvió un toquecito, por el que se ganó la misma amarilla.
Palacios apareció en escena en el primer gol de Boca, gestando la jugada del bombazo de Franco Cristaldo y fue protagonista de lujo al recibir un buen pase de Andrés Chávez: le ganó el mano a mano a Marcelo Barovero tranquilo, y puso el 2-0. “Le venía gritando que entraba solo y me dejó solo nomás. El arquero me regaló el segundo palo”, contó después “Seba”, que aprovechó la defensa dormilona y después, “a lo Román”, le devolvió gentilezas a Chávez y lo dejó solo frente “Trapito”, para el tercero.
A todo esto Kranevitter intentó ser equilibrio e hilo conductor. Pero... Como en el primer “súper” fue un sombra. River lo abandonó en el medio, sin poder controlar nada cuando Boca pasaba la mitad de cancha hecho un torpedo.
El de Yerba Buena al menos mantiene el crédito por lo mostrado el año pasado, pero en algún momento deberá renovarlo. No lo hizo en Mar del Plata, y ayer le robó los halagos su coprovinciano, un Palacios al que sacaron en el complemento, para recibir los merecidos aplausos de la gente en una noche redondita. “Esto fue gracias al esfuerzo y sacrificio que hago todos los días. No estoy confiado pero sí tranquilo, llegaron ofertas de otros lados pero me voy a quedar a pelearla en Boca”, dijo el pibe y aclaró su futuro.
“Seba”, que fue titular de casualidad justamente porque Leonel Vangioni quebró a Cristian Pavón en el primer clásico y obligó a Boca salir a repatriarlo del préstamo con Arsenal, intentó encarar de entrada. De hecho, sufrió el acecho del último killer de la semana, un Vangioni que le apuntó a la rodilla a minutos del comienzo. El “Tucu” quedó revolcado, pero se recuperó y, de paso, después le devolvió un toquecito, por el que se ganó la misma amarilla.
Palacios apareció en escena en el primer gol de Boca, gestando la jugada del bombazo de Franco Cristaldo y fue protagonista de lujo al recibir un buen pase de Andrés Chávez: le ganó el mano a mano a Marcelo Barovero tranquilo, y puso el 2-0. “Le venía gritando que entraba solo y me dejó solo nomás. El arquero me regaló el segundo palo”, contó después “Seba”, que aprovechó la defensa dormilona y después, “a lo Román”, le devolvió gentilezas a Chávez y lo dejó solo frente “Trapito”, para el tercero.
A todo esto Kranevitter intentó ser equilibrio e hilo conductor. Pero... Como en el primer “súper” fue un sombra. River lo abandonó en el medio, sin poder controlar nada cuando Boca pasaba la mitad de cancha hecho un torpedo.
El de Yerba Buena al menos mantiene el crédito por lo mostrado el año pasado, pero en algún momento deberá renovarlo. No lo hizo en Mar del Plata, y ayer le robó los halagos su coprovinciano, un Palacios al que sacaron en el complemento, para recibir los merecidos aplausos de la gente en una noche redondita. “Esto fue gracias al esfuerzo y sacrificio que hago todos los días. No estoy confiado pero sí tranquilo, llegaron ofertas de otros lados pero me voy a quedar a pelearla en Boca”, dijo el pibe y aclaró su futuro.
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