06 Febrero 2015
MIRADAS. En marzo, Alperovich y Amaya coincidieron en un acto en la fundación “María de los Ángeles”. la gaceta / foto de Diego Aráoz (archivo)
Algunos en la Casa de Gobierno hablaron de “error” y de un futuro “fracaso político”. Otros, de que le falta “coherencia” al amayismo. Pero todos lamentaron el alejamiento del intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, del Partido Justicialista (PJ) y del alperovichismo.
El miércoles, tras varios meses de tirantez, el jefe municipal anunció que no aceptaría la propuesta del alperovichismo para mantener su cargo en el PJ (se renovarán autoridades el 8 de marzo). La decisión política determinó su salida formal del proyecto que encabeza el gobernador, José Alperovich.
La determinación de Amaya, aunque era esperada, repercutió en el escenario del oficialismo provincial.
“Es una lástima... porque nosotros desde hace 11 años y medio que estábamos juntos. Él decidió abrirse y así es la democracia. Ya no está con nosotros”, expresó Alperovich durante la mañana de ayer tras inaugurar obras de cordón cuneta en Villa Amalia, un territorio identificado con el secretario de Gobierno amayista, Germán Alfaro.
El gobernador, sin embargo, evitó criticar a las huestes de 9 de Julio y Lavalle.
Marcelo Caponio, secretario de Gobierno y apoderado del PJ, comparó la definición de Amaya con las que en su momento tomaron Osvaldo “Renzo” Cirnigliaro, Olijela Rivas o Fernando Juri. “Son compañeros que fueron conductores del partido y que algunos tomaron la decisión de no participar de una interna. Creo es una equivocación”, consignó. Repasó la vinculación de Amaya con el proyecto gubernamental: “recordemos que en 2003 fue candidato a legislador y no ha ganado. Era cabeza de un sublema y no obtuvo la banca. Alperovich, por una decisión política, lo elige para que sea intendente. Su primera experiencia política viene de mano de este proyecto, que compartió 12 años”.
Afirmó que, a su criterio, debería haber participado en las internas porque los armados políticos comienzan a construirse en las internas. “Es vicepresidente del partido en la conducción nacional. Como peronista, me sorprende lo que hizo. Según los recuerdos que tengo, la decisión que tomó lo llevará al fracaso. Creo que por fuera del PJ no tiene ninguna probabilidad de ser gobernador”, fulminó.
El legislador ultraalperovichista Guillermo Gassenbauer consideró que era “una pena” la salida de Amaya, a quien calificó como una “persona valiosa” para la gestión. El parlamentario subrayó que “nadie corrió” al jefe municipal, sino que él tomó la opción de no estar más en el oficialismo gobernante.
Sí renegó de las críticas del amayismo al Gobierno provincial. “Es falta de coherencia. Si acompañás durante 11 años y medio, y el día que pegás un portazo salís a criticar todo, algo está fallando. Las cosas deberían haber sido de otra manera, pero cada uno sabe lo que es mejor para su espacio”, rechazó.
Por último, dijo estar convencido de que Amaya hubiese querido ser el candidato del oficialismo, pero que tuvo que “entender que hay otros dirigentes mejor posicionados”.
El interventor de la Caja Popular de Ahorros, Armando “Cacho” Cortalezzi, piensa que el alejamiento del jefe municipal no modifica el tablero político del peronismo porque, según aseguró, Amaya hace casi un año ya se había distanciado informalmente del proyecto político que encabeza el titular de PE.
“Creo que todos los dirigentes tienen derecho a tener apetencias políticas. Él (por Amaya) elige ir por afuera y yo respeto esa decisión. En mi caso personal nunca me iría del partido, pero cada uno tiene derecho a opinar y a tomar las decisiones que quiera”, expresó Cortalezzi.
Al ser consultado sobre si esta decisión modifica de alguna manera el tablero del peronismo, el legislador en uso de licencia evaluó: “pienso que no hay ninguna modificación porque el tablero sigue como estaba. Lo que hizo Amaya es un acto formal. Fue ratificar lo que venía diciendo”. “Obviamente, no es lo mismo estar dentro que fuera del partido. Los peronistas somos orgánicos”, aseguró.
El intendente de Monteros y presidente del Congreso provincial del PJ, Luis Alberto Olea, prefirió no polemizar con la resolución adoptada por el intendente capitalino.
“Es una decisión personal y cada uno es dueño de hacer lo que quiere. Nosotros queremos seguir formando parte de un proyecto porque seguimos confiando en los proyectos nacional y provincial. Los peronistas estamos acostumbrados a la verticalidad y respondemos a nuestra presidenta del partido (por Beatriz Rojkés). Estamos acostumbrados a la verticalidad. Amaya tiene aspiraciones. Y si decide estar en otro lado con su estructura está en todo su derecho”, expresó Olea.
Desde el amayismo expresaron que en ese espacio habían resuelto no opinar y polemizar sobre la decisión adoptada el miércoles por su jefe político.
El miércoles, tras varios meses de tirantez, el jefe municipal anunció que no aceptaría la propuesta del alperovichismo para mantener su cargo en el PJ (se renovarán autoridades el 8 de marzo). La decisión política determinó su salida formal del proyecto que encabeza el gobernador, José Alperovich.
La determinación de Amaya, aunque era esperada, repercutió en el escenario del oficialismo provincial.
“Es una lástima... porque nosotros desde hace 11 años y medio que estábamos juntos. Él decidió abrirse y así es la democracia. Ya no está con nosotros”, expresó Alperovich durante la mañana de ayer tras inaugurar obras de cordón cuneta en Villa Amalia, un territorio identificado con el secretario de Gobierno amayista, Germán Alfaro.
El gobernador, sin embargo, evitó criticar a las huestes de 9 de Julio y Lavalle.
Marcelo Caponio, secretario de Gobierno y apoderado del PJ, comparó la definición de Amaya con las que en su momento tomaron Osvaldo “Renzo” Cirnigliaro, Olijela Rivas o Fernando Juri. “Son compañeros que fueron conductores del partido y que algunos tomaron la decisión de no participar de una interna. Creo es una equivocación”, consignó. Repasó la vinculación de Amaya con el proyecto gubernamental: “recordemos que en 2003 fue candidato a legislador y no ha ganado. Era cabeza de un sublema y no obtuvo la banca. Alperovich, por una decisión política, lo elige para que sea intendente. Su primera experiencia política viene de mano de este proyecto, que compartió 12 años”.
Afirmó que, a su criterio, debería haber participado en las internas porque los armados políticos comienzan a construirse en las internas. “Es vicepresidente del partido en la conducción nacional. Como peronista, me sorprende lo que hizo. Según los recuerdos que tengo, la decisión que tomó lo llevará al fracaso. Creo que por fuera del PJ no tiene ninguna probabilidad de ser gobernador”, fulminó.
El legislador ultraalperovichista Guillermo Gassenbauer consideró que era “una pena” la salida de Amaya, a quien calificó como una “persona valiosa” para la gestión. El parlamentario subrayó que “nadie corrió” al jefe municipal, sino que él tomó la opción de no estar más en el oficialismo gobernante.
Sí renegó de las críticas del amayismo al Gobierno provincial. “Es falta de coherencia. Si acompañás durante 11 años y medio, y el día que pegás un portazo salís a criticar todo, algo está fallando. Las cosas deberían haber sido de otra manera, pero cada uno sabe lo que es mejor para su espacio”, rechazó.
Por último, dijo estar convencido de que Amaya hubiese querido ser el candidato del oficialismo, pero que tuvo que “entender que hay otros dirigentes mejor posicionados”.
El interventor de la Caja Popular de Ahorros, Armando “Cacho” Cortalezzi, piensa que el alejamiento del jefe municipal no modifica el tablero político del peronismo porque, según aseguró, Amaya hace casi un año ya se había distanciado informalmente del proyecto político que encabeza el titular de PE.
“Creo que todos los dirigentes tienen derecho a tener apetencias políticas. Él (por Amaya) elige ir por afuera y yo respeto esa decisión. En mi caso personal nunca me iría del partido, pero cada uno tiene derecho a opinar y a tomar las decisiones que quiera”, expresó Cortalezzi.
Al ser consultado sobre si esta decisión modifica de alguna manera el tablero del peronismo, el legislador en uso de licencia evaluó: “pienso que no hay ninguna modificación porque el tablero sigue como estaba. Lo que hizo Amaya es un acto formal. Fue ratificar lo que venía diciendo”. “Obviamente, no es lo mismo estar dentro que fuera del partido. Los peronistas somos orgánicos”, aseguró.
El intendente de Monteros y presidente del Congreso provincial del PJ, Luis Alberto Olea, prefirió no polemizar con la resolución adoptada por el intendente capitalino.
“Es una decisión personal y cada uno es dueño de hacer lo que quiere. Nosotros queremos seguir formando parte de un proyecto porque seguimos confiando en los proyectos nacional y provincial. Los peronistas estamos acostumbrados a la verticalidad y respondemos a nuestra presidenta del partido (por Beatriz Rojkés). Estamos acostumbrados a la verticalidad. Amaya tiene aspiraciones. Y si decide estar en otro lado con su estructura está en todo su derecho”, expresó Olea.
Desde el amayismo expresaron que en ese espacio habían resuelto no opinar y polemizar sobre la decisión adoptada el miércoles por su jefe político.
Lo más popular