Una vocal denuncia a sus colegas de estrado por irregularidades, violencia y acoso laboral

“Dejo por escrito los hechos incluso por seguridad, porque recibí una amenaza por parte de la jueza Prieto”, dijo su par Balcázar La Corte Suprema abrió un sumario administrativo en la Sala IV de la Cámara Penal. Jiménez actúa como instructor

JUNTAS EN EL ESTRADO. Wendy Kassar (izquierda), María del Pilar Prieto (centro) y María Alejandra Balcázar (derecha) en 2014, durante una jornada del juicio oral de la causa “Roselló”. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo) JUNTAS EN EL ESTRADO. Wendy Kassar (izquierda), María del Pilar Prieto (centro) y María Alejandra Balcázar (derecha) en 2014, durante una jornada del juicio oral de la causa “Roselló”. la gaceta / foto de osvaldo ripoll (archivo)
14 Febrero 2015
La crisis sin antecedentes desatada en la Sala IV de la Cámara Penal de esta capital dejó boquiabiertos a unos Tribunales -supuestamente- habituados a todo. María Alejandra Balcázar, vocal de ese estrado, denunció que sus pares Wendy Kassar y María del Pilar Prieto la agredieron y violentaron. Además, les endilgó la presunta comisión de irregularidades durante el trámite de causas penales. Como consecuencia de esta presentación, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán (CSJT) en pleno dispuso este 4 de febrero la apertura de un sumario administrativo “en la Sala IV” y designó instructor al ministro público Edmundo Jiménez.

Las manifestaciones de Balcázar constan en un texto del 30 de diciembre pasado, que lleva la firma del secretario Miguel Mario Flores y la denominación de “acta”. En ese instrumento, la denunciante expresa que aquel día, a las 13.15, y cuando se dirigía al baño, fue interceptada por Kassar: “en dicho momento comenzó a insultarme manifestándome que soy una ‘cagadora’; que el personal de la sala se debería haber retirado y que, por mi culpa, no se podía ir; que era una ‘cagona’; que temía a la Corte y que si no me animaba a estar sentada en esta silla, ‘me ponga una mercería’”. Balcázar añadió que ese mismo día, Kassar había increpado al secretario Flores “a los gritos” para que saliese de su despacho: “golpeó insistentemente la puerta, e hizo que unos y otros empleados viniesen a interrumpirnos”.

El episodio, según la jueza, siguió con el hallazgo de papeles rotos y basura en la puerta del despacho. “Al preguntar a los empleados, me informaron que Prieto había tirado los residuos ahí”, afirmó. Y añadió que esa vocal volvió a insultarla “en forma altamente agresiva” como ya lo había hecho antes, por ejemplo, durante la causa “Almaraz”: “ante mi solicitud de debatir conforme a derecho, me dijo ‘vos no sabés con quién te has metido; cuidate, vos no sabés de qué soy capaz’”.

Al describir la discusión suscitada en la causa “Castillo”, Balcázar acusó a sus compañeras de haberse comportado de manera desleal: “les pedí que no se llevasen actas impresas del tribunal puesto que estas debían permanecer en la computadora que se lleva al juicio oral y cuya custodia está a cargo del secretario”. Entonces comenzó el relato de las supuestas anomalías: “en otra oportunidad, Prieto me citó a su domicilio junto a la otra vocal, al relator Guillermo Puig y al secretario con la finalidad de romper el acta del debate de la causa ‘Verduguez’ en la que se había dispuesto la condena del acusado con la pretensión de hacer otra acta con una resolución diferente usando como argumento que nos habíamos equivocado en la lectura del acta (...). El secretario y yo nos opusimos a esto de forma terminante”. Esa postura generó, según Balcázar, que al día siguiente Prieto tratara de “traidor” al funcionario Flores y renunciase a la presidencia de la sala (la reemplazó Kassar). Más tarde, dijo que Prieto la llamó “ordinaria”, y que todo el staff debía retirarse a las 13 porque ella y Kassar así lo habían decidido.

El conflicto se extiende al tratamiento de los imputados privados de libertad. Balcázar mencionó una audiencia entre Prieto y dos presos de la que no había sido informada, y una demora de 12 días en disponer la inmediata libertad de Paola Castro y Luis Corral que había ordenado la CSJT. “Dicha resolución habilitaba días y horas inhábiles para su cumplimiento, sin embargo, fue desoída por Kassar (...), que, de tal forma, incumplió la orden de la CJST y su deber de diligencia en franca violación de la normas de derechos humanos”, opinó. Y expresó que desde su llegada al tribunal, el 18 de junio de 2014, había llamado la atención sobre la necesidad de priorizar los casos con acusados en prisión preventiva, sin lograr conmover a sus pares. Balcazar precisó que Prieto llegó a contestarle que ella no trabajaba por las tardes.

“Todo esto ha generado malos tratos y situaciones violentas por parte de las dos vocales que son rayanas al acoso laboral, y producen episodios de estrés de tal gravedad que requieren ser dejadas por escrito, incluso por seguridad, porque recibí una amenaza por parte de Prieto (...), por la cual la hago responsable de cualquier situación que pudiese ocurrir”, concluyó Balcázar.

Los hechos descritos justificaban la apertura de una investigación interna, según los cinco integrantes del alto tribunal: Antonio Gandur (presidente), René Goane, Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse. Una fuente judicial comentó que, por otro lado, la CSJT envió una auditoría a la Sala IV. Es probable que el tribunal no esté al día puesto que funcionó con dos cargos vacantes hasta abril del año pasado, cuando asumió Kassar (dos meses después, llegó Balcázar). Las nuevas juezas consiguieron sus cargos tras concursar en el Consejo Asesor de la Magistratura mientras que Prieto forma parte de la “vieja guardia” de la magistratura penal dado que ingresó como agente fiscal durante el Gobierno de Fernando Riera.

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