Por Mariana Segura
16 Febrero 2015
LA BOCA LLENA DE GOL. Sebastián Palacios celebra una de sus conquistas. Apareció cuando ya cundía el nerviosismo. telam
El fútbol es tierra fértil para historias locas y casualidades de las que muchas veces nacen las mejores historias. Ayer, por ejemplo, el tucumano Sebastián Palacios escribió la propia con el doblete que le permitió a Boca vencer por 3 a 1 a Olimpo y estrenarse en el torneo con una victoria clave.
Antes de la aparición de Palacios, los protagonistas de lujo fueron un Fernando Gago on fire, reeditando sus mejores épocas y hasta haciéndose cargo de un penal para abrir el marcador; y un sorpresivo Jonathan Blanco, que acertó un cabezazo fenomenal para establecer el 1-1.
En la segunda mitad Orion fue San Agustín, ya que estiró la vida del “xeneize” con una tapada prodigiosa frente a Cobo. Hasta que ingresó el tucumano...
“Seba” fue el cambio del “Burrito” Martínez y de fallar la primera que tuvo frente al arco de manera increíble, acertó las otras dos sin ponerse nervioso. Así ajustició al mismo equipo que pretendía llevárselo en enero pasado. Porque hasta llegó a sacar pasaje para Bahía Blanca el delantero, que por ese entonces estaba a préstamo en Arsenal. Pero el destino le tenía escrito un giro impensado.
Quién hubiera pensado que la tremenda patada de Leonel Vangioni sobre el juvenil Pavón en el primer clásico del verano iba a beneficiar tanto a Boca. De no haber sido por esa baja, Palacios no habría conservado la azul y oro.
Antes de la aparición de Palacios, los protagonistas de lujo fueron un Fernando Gago on fire, reeditando sus mejores épocas y hasta haciéndose cargo de un penal para abrir el marcador; y un sorpresivo Jonathan Blanco, que acertó un cabezazo fenomenal para establecer el 1-1.
En la segunda mitad Orion fue San Agustín, ya que estiró la vida del “xeneize” con una tapada prodigiosa frente a Cobo. Hasta que ingresó el tucumano...
“Seba” fue el cambio del “Burrito” Martínez y de fallar la primera que tuvo frente al arco de manera increíble, acertó las otras dos sin ponerse nervioso. Así ajustició al mismo equipo que pretendía llevárselo en enero pasado. Porque hasta llegó a sacar pasaje para Bahía Blanca el delantero, que por ese entonces estaba a préstamo en Arsenal. Pero el destino le tenía escrito un giro impensado.
Quién hubiera pensado que la tremenda patada de Leonel Vangioni sobre el juvenil Pavón en el primer clásico del verano iba a beneficiar tanto a Boca. De no haber sido por esa baja, Palacios no habría conservado la azul y oro.
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