17 Febrero 2015
PERITOS. Daniel Salcedo y Osvaldo Raffo actúan a pedido de la familia Nisman. reuters
BUENOS AIRES.- Mientras la discusión mediática pasa por la marcha de mañana, en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman, la causa penal, ya a casi un mes de su muerte, sigue en un gran interrogante. La fiscala Viviana Fein sugirió, pocas horas después del hallazgo de su cadáver, que podía tratarse de un suicidio. Sin embargo, fuentes judiciales que tuvieron acceso a las conclusiones de la autopsia dijeron que “la teoría del suicidio debería ser descartada”, publicó el matutino. Las fuentes consultadas señalaron como principal argumento para descartar un suicidio la trayectoria ascendente de la bala que ingresó a la cabeza de Nisman y que provocó su muerte. Ese recorrido de la bala no coincidiría con los parámetros que se dan en los casos de suicidio.
En su primer comunicado a la prensa difundido por la Procuración General de la Nación -www.fiscales.gob.ar-, la fiscala Fein informó sobre un “anticipo” del resultado de la autopsia el mismo lunes 19 de enero pasado.
“El decano de la Morgue Judicial comunicó que en la muerte de Nisman no hubo intervención de terceras personas”, se informó ese día.
Por ahora, Fein caratuló el caso como “muerte dudosa”. Pero en algún momento deberá ir por una hipótesis de lo ocurrido y definir si pudo haber sido un suicidio -voluntario o inducido- o si se trató de un homicidio.
Para abonar la hipótesis de que pudo no haber sido un suicidio voluntario, las fuentes señalaron otros elementos “no habituales” para ese tipo de situaciones. Además de la trayectoria del balazo, mencionaron el hecho de que el arma no estuviera pegada a la cabeza de la víctima, y la ausencia de pólvora en las muestras tomadas de la mano derecha del fiscal. A ello se pueden sumar otros datos contra la teoría del suicidio: desde el calibre del arma -no del todo segura para alguien que se quiere suicidar-, la inoperancia de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Nisman (la torre Le Parc, en Puerto Madero), el hecho de que haya trabajado hasta último momento con la presentación que haría en el Congreso sobre su denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández; la falta de traba en la puerta de servicio, cuando siempre estaba colocada, y la demora de sus custodios en tomar contacto con quien se supone debían proteger -once horas, remarcó una fuente-. (www.clarin.com)
En su primer comunicado a la prensa difundido por la Procuración General de la Nación -www.fiscales.gob.ar-, la fiscala Fein informó sobre un “anticipo” del resultado de la autopsia el mismo lunes 19 de enero pasado.
“El decano de la Morgue Judicial comunicó que en la muerte de Nisman no hubo intervención de terceras personas”, se informó ese día.
Por ahora, Fein caratuló el caso como “muerte dudosa”. Pero en algún momento deberá ir por una hipótesis de lo ocurrido y definir si pudo haber sido un suicidio -voluntario o inducido- o si se trató de un homicidio.
Para abonar la hipótesis de que pudo no haber sido un suicidio voluntario, las fuentes señalaron otros elementos “no habituales” para ese tipo de situaciones. Además de la trayectoria del balazo, mencionaron el hecho de que el arma no estuviera pegada a la cabeza de la víctima, y la ausencia de pólvora en las muestras tomadas de la mano derecha del fiscal. A ello se pueden sumar otros datos contra la teoría del suicidio: desde el calibre del arma -no del todo segura para alguien que se quiere suicidar-, la inoperancia de las cámaras de seguridad del edificio donde vivía Nisman (la torre Le Parc, en Puerto Madero), el hecho de que haya trabajado hasta último momento con la presentación que haría en el Congreso sobre su denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández; la falta de traba en la puerta de servicio, cuando siempre estaba colocada, y la demora de sus custodios en tomar contacto con quien se supone debían proteger -once horas, remarcó una fuente-. (www.clarin.com)
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