20 Febrero 2015
La frase de cabecera es “no somos responsables de las emociones, pero si de qué hacemos con ellas”. A partir de esto la licenciada en Comunicación y máster en Coaching Organizacional, Fabiana Urueña, dictará un taller sobre Inteligencia Emocional en el auditorio de centro cultural Virla. Comenzó ayer y continuará el martes y jueves de la próxima semana a partir de las 18.
“El taller propone tomar conciencia de las propias emociones, comenzar a conocerlas, aceptarlas y aprender a gestionarlas con el objetivo de alcanzar nuestras metas”, explica Urueña. En otras palabras -comenta- es hacer de las emociones nuestras aliadas. “Estamos en una sociedad llena de desbordes emocionales, frente a cualquier peligro de ser agredidos la respuesta es el ataque. A esto se lo llama cerebro de reptil, es una parte que compartimos con los animales”, cuenta. Frente a la posibilidad del daño hay tres reacciones posibles: la huida, la parálisis y el ataque. El alto nivel de violencia que existe se explica, en parte, porque la sociedad busca el ataque como salida. “La Inteligencia emocional nos dice que hay que reconocer el segundo antes de perder la conciencia, antes de que se libere dopamina y se produzca el cortocircuito”, agrega. Para eso se necesitan herramientas de autocontrol y conocimiento.
Para mayor información llamar al 4212809.
“El taller propone tomar conciencia de las propias emociones, comenzar a conocerlas, aceptarlas y aprender a gestionarlas con el objetivo de alcanzar nuestras metas”, explica Urueña. En otras palabras -comenta- es hacer de las emociones nuestras aliadas. “Estamos en una sociedad llena de desbordes emocionales, frente a cualquier peligro de ser agredidos la respuesta es el ataque. A esto se lo llama cerebro de reptil, es una parte que compartimos con los animales”, cuenta. Frente a la posibilidad del daño hay tres reacciones posibles: la huida, la parálisis y el ataque. El alto nivel de violencia que existe se explica, en parte, porque la sociedad busca el ataque como salida. “La Inteligencia emocional nos dice que hay que reconocer el segundo antes de perder la conciencia, antes de que se libere dopamina y se produzca el cortocircuito”, agrega. Para eso se necesitan herramientas de autocontrol y conocimiento.
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