Por Alejandro Klappenbach
06 Marzo 2015
“AMIGOS” EN LA PREVIA. Los equipos de Argentina y de Brasil posan después de la ceremonia del sorteo. El match que sostendrán tendrá por sede a Tecnópolis. télam
Una vez más, las mágicas emociones de la Copa Davis nos convocan para una dura serie. En el nuevo estadio de Tecnópolis, por primera ronda, Argentina enfrentará a Brasil y Carlos Berlocq será el encargado de buscar la primera diferencia ante un peligroso Joao Souza, que vive el pico tenístico de su carrera y, desde el puesto 75, es el jugador brasileño mejor ubicado en el ranking mundial. Luego, ya con un resultado de arrastre, Leonardo Mayer, con mejor presente, partirá como candidato en el duelo frente a Thomaz Bellucci.
El temple de “Charly”
Les propongo ir por partes. En el inicio, la experiencia de Berlocq y, más allá de victorias o derrotas, su muy buen nivel de juego mostrado cada vez que le tocó jugar la Copa, parecen ser un seguro de rendimiento, no de resultado, para el capitán Daniel Orsanic.
“Charly” ha demostrado mucho temple, una profunda vocación ganadora, y nadie puede poner en duda la tremenda capacidad de lucha, esa que ha sido el sello durante su larga trayectoria. En contexto copero siempre ha convivido muy bien con los nervios inevitables, un ítem en el que les saca ventaja a sus compañeros y quizá, el factor decisivo en la mente de Orsanic para tomar la decisión. Fuera de esto, el punto no será sencillo, al menos en lo previo. Souza es un buen jugador, equilibrado desde sus condiciones técnico-físicas, y tiene una buena postura anímica en partidos y momentos trascendentes. Llega con la confianza de haber alcanzado semifinales en San Pablo y cuartos en Río de Janeiro, y parece ser alguien que disfruta de un estadio a pleno y con efervescencia.
El aguante para “Leo”
A segundo turno, los favoritismos son menos claros. Cierto es que no son comparables los actuales momentos de Mayer y Bellucci, aunque también lo es que el brasileño tiene un potencial tenístico por lo menos tan alto como el del correntino. Si Mayer absorbe la atmósfera y la pone a su favor, el punto se asoma favorable a la Argentina. Pero si duda, seguramente abrirá la puerta para que aparezcan las virtudes del brasileño, alguna vez 21 del ranking y ganador de 3 títulos ATP en su carrera.
Ahora solo hay que sentarse y mirar. Es tenis. Sabemos que cualquier cosa puede pasar. Y también es un Argentina-Brasil, ocasión siempre especial con una pelota de por medio.
El temple de “Charly”
Les propongo ir por partes. En el inicio, la experiencia de Berlocq y, más allá de victorias o derrotas, su muy buen nivel de juego mostrado cada vez que le tocó jugar la Copa, parecen ser un seguro de rendimiento, no de resultado, para el capitán Daniel Orsanic.
“Charly” ha demostrado mucho temple, una profunda vocación ganadora, y nadie puede poner en duda la tremenda capacidad de lucha, esa que ha sido el sello durante su larga trayectoria. En contexto copero siempre ha convivido muy bien con los nervios inevitables, un ítem en el que les saca ventaja a sus compañeros y quizá, el factor decisivo en la mente de Orsanic para tomar la decisión. Fuera de esto, el punto no será sencillo, al menos en lo previo. Souza es un buen jugador, equilibrado desde sus condiciones técnico-físicas, y tiene una buena postura anímica en partidos y momentos trascendentes. Llega con la confianza de haber alcanzado semifinales en San Pablo y cuartos en Río de Janeiro, y parece ser alguien que disfruta de un estadio a pleno y con efervescencia.
El aguante para “Leo”
A segundo turno, los favoritismos son menos claros. Cierto es que no son comparables los actuales momentos de Mayer y Bellucci, aunque también lo es que el brasileño tiene un potencial tenístico por lo menos tan alto como el del correntino. Si Mayer absorbe la atmósfera y la pone a su favor, el punto se asoma favorable a la Argentina. Pero si duda, seguramente abrirá la puerta para que aparezcan las virtudes del brasileño, alguna vez 21 del ranking y ganador de 3 títulos ATP en su carrera.
Ahora solo hay que sentarse y mirar. Es tenis. Sabemos que cualquier cosa puede pasar. Y también es un Argentina-Brasil, ocasión siempre especial con una pelota de por medio.
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