08 Marzo 2015
RESIDUOS. La basura agravó las consecuencias de la tormenta ayudando al desborde de los canales. la gaceta / foto de inés quinteros orio
Las áreas urbanas y rurales se han expandido sin planificación. Se han creado asentamientos barriales en “terrazas pluviales”. Y las soluciones que se implementaron para aliviar la situación de esas “zonas inundables” son vulnerables, con infraestructura de mala calidad y pensadas a corto plazo.
Esas son algunas de las explicaciones que los especialistas dan para comprender por qué el fenómeno climático de las últimas semanas trajo desbordes en canales y zonas inundadas.
“Hay una ausencia de planificación en las áreas urbanas y rurales. Siempre nos preocupamos cuando suceden los fenómenos, y nunca antes. No tenemos prevención”, afirmó la doctora Ana Isabel Rivas, docente de la cátedra Geografía de la provincia de Tucumán de la carrera de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras.
“Tucumán tiene un régimen húmedo en verano. Pero la Provincia, los municipios y la comuna no tienen un sistema integral de prevención”, dijo Rivas. En este punto coincidió el titular de cátedra de Ecología del Paisaje de la facultad de Ciencias Naturales, Ricardo Grau. “Cuando hay un año relativamente anormal en cuanto a lluvias, como este, surge lo vulnerable de la infraestructura, que además es de mala calidad. Los canales, por ejemplo, están pensados para llegar al máximo caudal en 20 años, no en 50. Es decir, a corto plazo”, explicó el catedrático.
Pocos datos
Rivas agregó que no se vislumbra un control de la cuenca hidrográfica de la provincia, que es bastante extensa. “No están disponibles, por ejemplo, los datos de las estaciones de aforo (miden el caudal y el nivel de los cauces de agua) por lo que no conocemos la dinámica de nuestros ríos”, enfatizó la especialista.
“Eso de que limpian y ordenan los canales, no es verdad porque las consecuencias uno las ve. Tiene que haber un control constante y mucho más en el verano”, cuestionó Rivas.
La docente en Geografía también mencionó que hay un manejo irracional de la basura por parte de la población. “Cortan el césped y ramas de los árboles y lo dejan en la calle, por ejemplo. Las constantes tormentas arrastran todo eso y va a los canales”, graficó.
“La población tucumana está en el pedemonte. Hay que aceptar que en algunos niveles tendremos que convivir con inundaciones de vez en cuando. Por eso hay que implementar sistemas de alarmas, con monitoreos, planes de evacuación. Y obviamente mejor infraestructura”, alertó, por su parte, Grau.
“Lo que no ayuda en nada es echarle la culpa a una deforestación inexistente en la alta cuenca. Vayan a plantar árboles arriba y no encontrarán donde. En términos generales, las altas cuencas de Tucumán están en un excelente estado de conservación. Un canal desbordado, es porque superó su capacidad de llevar el agua o porque no soportó la infraestructura, pero no tiene que ver con la forestación”, aseveró el docente universitario.
Esas son algunas de las explicaciones que los especialistas dan para comprender por qué el fenómeno climático de las últimas semanas trajo desbordes en canales y zonas inundadas.
“Hay una ausencia de planificación en las áreas urbanas y rurales. Siempre nos preocupamos cuando suceden los fenómenos, y nunca antes. No tenemos prevención”, afirmó la doctora Ana Isabel Rivas, docente de la cátedra Geografía de la provincia de Tucumán de la carrera de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras.
“Tucumán tiene un régimen húmedo en verano. Pero la Provincia, los municipios y la comuna no tienen un sistema integral de prevención”, dijo Rivas. En este punto coincidió el titular de cátedra de Ecología del Paisaje de la facultad de Ciencias Naturales, Ricardo Grau. “Cuando hay un año relativamente anormal en cuanto a lluvias, como este, surge lo vulnerable de la infraestructura, que además es de mala calidad. Los canales, por ejemplo, están pensados para llegar al máximo caudal en 20 años, no en 50. Es decir, a corto plazo”, explicó el catedrático.
Pocos datos
Rivas agregó que no se vislumbra un control de la cuenca hidrográfica de la provincia, que es bastante extensa. “No están disponibles, por ejemplo, los datos de las estaciones de aforo (miden el caudal y el nivel de los cauces de agua) por lo que no conocemos la dinámica de nuestros ríos”, enfatizó la especialista.
“Eso de que limpian y ordenan los canales, no es verdad porque las consecuencias uno las ve. Tiene que haber un control constante y mucho más en el verano”, cuestionó Rivas.
La docente en Geografía también mencionó que hay un manejo irracional de la basura por parte de la población. “Cortan el césped y ramas de los árboles y lo dejan en la calle, por ejemplo. Las constantes tormentas arrastran todo eso y va a los canales”, graficó.
“La población tucumana está en el pedemonte. Hay que aceptar que en algunos niveles tendremos que convivir con inundaciones de vez en cuando. Por eso hay que implementar sistemas de alarmas, con monitoreos, planes de evacuación. Y obviamente mejor infraestructura”, alertó, por su parte, Grau.
“Lo que no ayuda en nada es echarle la culpa a una deforestación inexistente en la alta cuenca. Vayan a plantar árboles arriba y no encontrarán donde. En términos generales, las altas cuencas de Tucumán están en un excelente estado de conservación. Un canal desbordado, es porque superó su capacidad de llevar el agua o porque no soportó la infraestructura, pero no tiene que ver con la forestación”, aseveró el docente universitario.
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