La capital reclama a la provincia que repare los canales Norte y Sur

El subsecretario municipal de Obras Públicas, Atilio Belloni, destacó que esos ductos “son el mayor problema hidráulico del municipio”.

08 Marzo 2015
El mayor “problema hidráulico” que experimenta el municipio capitalino son el Canal Norte y el Canal Sur, afirmó el subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, arquitecto Atilio Belloni. Precisamente, en el caso del Canal Sur, la tormenta de la noche del viernes impactó de manera tal que las aguas superaron el metro de altura por encima de los límites de la obra hidráulica. También rebalsó Canal Norte (que recibió los desbordes de la cuenca de Tafí Viejo); y aunque Belloni destacó que en la Capital no hubo evacuados, el torrente sí dañó las viviendas más humildes de la zona.

“Anoche (por el viernes) el fenómeno climático se dio con bastante fuerza en el pedemonte tucumano, lo cual hizo que ambos canales rebalsaran. Y nuestros sectores de conflicto en materia hidráulica son las riberas y márgenes y zonas aledañas de Canal norte, concretamente desde Juan B. Justo hacia su desembocadura por el Río Salí y Canal Sur, en su cruce con Canal Caínzo, que baja del pedemonte tucumano, y que rebalsó en la intersección con avenidas Mate de Luna, Néstor Kirchner Independencia, con el cruce del ferrocarril a la altura del barrio ampliación Miguel Lillo (Jujuy al 3.300), donde se anegaron los barrios al este de Canal Sur.”, enumeró Belloni. Y añadió: “no tenemos evacuados porque en los canales locales (aquellos que están en jurisdicción municipal) hacemos mantenimiento preventivo tres veces al año”.

En esa sintonía, Belloni le dijo a LA GACETA que “desde hace bastante tiempo que la municipalidad capitalina le reclama al gobierno provincial por la “urgente reparación del Canal Sur”, en los sectores que se han destruido a consecuencia de las últimas lluvias”.

El funcionario mostró copia de una carta que le envió el secretario de Obras Públicas Municipal, Fernando Insaurralde, al secretario de Obras Públicas de la Provincia, Oscar Mirkin, y cuyo sello de “recibido” data del 29 de diciembre de 2014. “El gran deterioro que tiene el Canal Sur entre avenidas Belgrano y Néstor Kirchner, con sus parámetros verticales volcados sobre la solera, veredas hundidas, calles erosionadas, lo tornan extremadamente peligroso para la circulación peatonal y vehicular”, reza la carta. El 13 de enero, la dirección de Proyectos de la Dirección Provincial del Agua (DPA) informó que hizo un relevamiento para el proyecto de reconstrucción del canal, a ser concretado en tres sectores, con un presupuesto de $20.947.000; $71.496.707 y $17.401.403 respectivamente, con presupuestos correspondientes “a valores de octubre de 2014”. Los sectores son: 1) Tramo desembocadura canal Caínzo - Avenida Mate de Luna; 2) tramo avenida Mate de Luna- Ruta Provincial 301; 3) tramo aguas abajo, puente Ruta provincial 301.

El 19 de enero, el director Provincial del Agua, ingeniero Juan Sirimaldi, le informó a Insaurralde que el departamento de Estudios y Proyectos de esa repartición ya elaboró la documentación de los proyectos de reconstrucción de la obra. “Cabe manifestar que dicha situación fue comunicada al señor Gobernador a fin de gestionar los fondos necesarios que afrontará la ejecución de la obra”, le respondió Sirimaldi a Insaurralde. Y concluyó: “además, esta superioridad dispuso que por intermedio de nuestro departamento Obras, por administración, se realicen trabajos de reparación para mitigar los daños ocasionados”.

“Hasta hoy, esos trabajos no se han realizado”, apuntó Belloni. Y añadió que, al margen de las obras ya mencionadas, “habría que tomar decisiones de neto corte político, sobre la necesidad de planificar y sistematizar toda la cuenca, tanto a nivel metropolitano como regional”. “Salta y Jujuy son ejemplos de cómo han sistematizado sus reservas naturales. En Tucumán tenemos un solo pulmón, y es propiedad de la UNT, el parque reserva de San Javier; y Los Alisos, que es más chico. Como provincia tendríamos que sumar más hectáreas protegidas como reservas naturales, que no sólo nos protejan de las inundaciones, sino que permitan usar el agua de forma productiva y, de alguna manera, para regular la incertidumbre del clima”, afirmó.

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