Intentan desbaratar una banda que roba motos a mano armada

La organización delictiva opera en tres ciudades: Lastenia, Alderetes y Banda del Río Salí La Policía aprehendió a un sospechoso e intenta dar con otros tres. Hubo allanamientos en un barrio de la periferia.

EN EL TRAYECTO. Las víctimas son abordadas por dos o cuatro personas cuando se dirigen a su trabajo, en las primeras horas de la mañana. la gaceta / foto de DIEGO ARÁOZ EN EL TRAYECTO. Las víctimas son abordadas por dos o cuatro personas cuando se dirigen a su trabajo, en las primeras horas de la mañana. la gaceta / foto de DIEGO ARÁOZ
09 Marzo 2015
Los motociclistas que salen a trabajar al amanecer son las presas predilectas de una banda delictiva que se dedica a vender motos robadas y que la Policía intenta desenmascarar. Uno de sus miembros ya fue atrapado y esperan capturar al resto de los integrantes de la organización en los próximos días.

Esta banda delictiva opera en la zona este, que comprende las ciudades de Alderetes, Lastenia y Banda del Río Salí. Los investigadores pudieron advertir que se trataba de una organización mediante los datos recabados del mapa del delito que elabora el Ministerio de Seguridad Ciudadana.

Allí habían advertido que durante los últimos meses se denunciaban a diario robos de motocicletas a mano armada y que los lugares donde ocurrían los ataques eran siempre los mismos. De acuerdo a lo señalado por fuentes de la investigación, la Policía recibe un promedio de dos o tres robos de motos por día sólo en esos tres lugares.

Con papeles

La modalidad es siempre la misma. Dos o cuatro individuos en motos abordan a las personas que salen temprano en la mañana para trabajar, las obligan a detener la marcha, las amenazan con armas de fuego y las obligan a entregar sus rodados.

A diferencia de lo que suelen hacer la mayoría de los delincuentes que se dedican a esta práctica, quienes desarman las motocicletas y luego venden sus partes, esta banda comercializaría el rodado completo, incluso con su respectiva documentación.

“Se les hace mucho más fácil la venta porque muchas veces las víctimas llevan los papeles de la moto debajo del asiento, para tenerlos a mano si pasan por algún control, entonces los delincuentes consiguen todo completo: el rodado y la documentación”, explicaron las fuentes.

Los investigadores sospechan que las motos sustraídas son guardadas en un galpón, al que esperan poder llegar.

Allanamientos

La investigación está a cargo del personal de la división Sustracción de Automotores de la Policía, dirigida por los comisarios Fernando Carrizo y Miguel Frías. Mientras que la causa judicial llegó a las manos del fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila. Este último solicitó cuatro allanamientos, que se concretaron ayer a la mañana en diferentes viviendas del barrio La Costanera, donde morarían estos delincuentes.

Los policías realizaban su tarea en esa zona cuando advirtieron la presencia de uno de los sospechosos, quien circulaba en una motocicleta cuyas características coincidían con las de uno de los rodados denunciadas como robadas. Pese a que el individuo intentó darse a la fuga, los policías lo alcanzaron y lo redujeron. Minutos después constataron que el rodado era, efectivamente, uno de los sustraídos por esta banda y lo aprehendieron.

Los investigadores creen que están cerca de dar con el resto de la organización y, según adelantaron, realizarán nuevas medidas en las próximas horas.

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