09 Marzo 2015
TELAM
SANTIAGO DEL ESTERO.- Cuadrillas de operarios municipales y de Defensa Civil trabajan en la construcción de defensas para evitar nuevos desbordes y detener el avance de las aguas de los ríos Salado y Dulce, que afectan a varias poblaciones ribereñas de la capital santiagueña e interior provincial.
La creciente de los dos principales ríos fue provocada por el caudal de agua de más de 700 metros cúbicos por minuto que deriva el dique frontal de Las Termas de Río Hondo, ubicado a 78 kilómetros al norte de la capital provincial.
Se trata de un apreciable caudal de agua que proviene de los diques El Cadillal y Escaba, en la vecina provincia de Tucumán, a raíz de las recientes y copiosas lluvias registradas en provincias del noroeste argentino.
Entre las zonas más afectadas por las lluvias y desbordes de los ríos, figuran las localidades de Bandera, Añatuya, Los Juries y parajes vecinos del departamento Belgrano, en el sur provincial que limita con la provincia de Santa Fe.
Asimismo, un centenar de efectivos de la policía provincial permanecían apostados en el cruce de la ruta 13 y circunvalación, para evitar un conflicto entre pobladores de Bandera y Cuatro Bocas, enfrentados por la derivación del agua del río Salado.
En las zonas afectadas por los desbordes, grupos de rescatistas de Defensa Civil y jóvenes militantes de La Campora tratan de llegar a poblaciones que se encuentran aisladas en el sureste santiagueño, utilizando botes por la intransitabilidad de los caminos de tierra, que se encuentran anegados.
Por su parte, operarios del Ministerio de Desarrollo Social trabajan en la asistencia de los inundados, con la entrega de chapas, nylon, ropas, calzados, alimentos y medicamentos.
En tanto y tras la mejora de las condiciones climáticas, la mayoría de los vecinos de la capital santiagueña evacuados por el temporal abandonaron las instalaciones del Liceo y Escuela de Policía "Coronel Lugones", en las que se encontraban alojados en la emergencia. (Télam)
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