Aunque baje el agua, el riesgo de enfermarse sigue latente

Recomiendan tomar medidas para evitar diferentes males. Alerta por el dengue.

TAREA ARDUA. Cuatro chicos intentan sacar el barro que se metió en su casa tras las últimas inundaciones. la gaceta / foto de franco vera TAREA ARDUA. Cuatro chicos intentan sacar el barro que se metió en su casa tras las últimas inundaciones. la gaceta / foto de franco vera
14 Marzo 2015
Las inundaciones ocasionan problemas sanitarios durante el anegamiento y aún cuando bajan las aguas y las personas afectadas vuelven a sus casas.

“La situación está controlada. Los hospitales del interior cuentan con personal e insumos necesarios, y todos los CAPS -absolutamente todos- atienden los fines de semana, algunos de 8 a 20 y otros las 24 horas, para dar respuestas a los problemas de la gente”, reiteró el ministro de Salud, Pablo Yedlin, a LA GACETA. Desde el Estado, machacó, se está ayudando a las familias damnificadas, a los pobladores con mayores carencias.

Yedlin, y el director de Epidemiología, Rogelio Cali, destacaron que en Tucumán no se han detectado casos autóctonos de dengue o Chikungunya. Tampoco aumentó el número de personas con fiebre y con sospecha de la enfermedad.

“Se han estudiado los sueros de 12 casos sospechosos: cinco fueron descartados y otros cinco resultados están pendientes. Las otras dos muestras restantes confirmaron dos casos importados de fiebre Chikungunya (causada por un virus que transmiten los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, cuyo contagio es similar al del dengue) y en todos los casos se realizó el correspondiente bloqueo focal”, detalló el epidemiólogo.

En tanto, señaló que los cinco resultados pendientes pueden descartar o confirmar la presencia de algún caso aislado de dengue, pero esta información la darán a conocer los centros de referencia nacional.

Actualmente, el trabajo del personal de salud -sobre todo el de los agentes sanitarios- está enfocado en los domicilios que estuvieron anegados y en en la zona peridomiciliaria. “Utilizamos esta estrategia porque el Aedes aegypti es un mosquito que vive en los domicilios -explicó Calli- y por eso se recomienda cambiar todos los días el agua de los floreros y realizar el descacharrado (tirar todo objeto que pueda acumular agua de lluvia para impedir la reproducción del vector), la fumigación intradomiciliaria, de patios y de viviendas vecinas. Está científicamente demostrado que estas medidas son efectivas para prevenir y controlar el dengue, enfermedad para la cual no hay vacuna”, remarcó el doctor Cali.

Después del aluvión
Después del anegamiento suelen aparecer las consecuencias sanitarias y epidemiológicas de la inundación. Las más comunes, según los médicos, son: la contaminación de las fuentes de agua que favorece el desarrollo de males de transmisión hídrica, la migración de roedores, víboras, insectos y otras alimañas a los patios y viviendas; la formación de charcos de agua estancada que facilita la reproducción de mosquitos vectores, como el del paludismo, por ejemplo.

El regreso a casa
Antes de reinstalarse en las casas es necesario controlar cómo están las instalaciones eléctricas, y las de gas (natural o envasado). Las tareas de limpieza deben hacerse con precaución porque aumentan los riesgos de lesiones, debido a la variedad de residuos que arrastró y depositó el lodo y la correntada de agua, y la dificultad para su recolección. Es común que aparezcan muchos elementos cortantes: astillas de maderas, latas, vidrios, tablas con clavos y hierros herrumbrados y punzantes que pueden provocar lesiones importantes. De sufrir algún accidente casero o lastimarse en estas condiciones, lo mejor es concurrir al médico para recibir asistencia y el refuerzo de vacuna antitetánica

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