26 Marzo 2015
BUENOS AIRES.- El canciller Héctor Timerman insistió en rechazar por “falsa” la acusación en su contra por presunto encubrimiento a Irán en el atentado a la AMIA y acusó al fiscal Gerardo Pollicita de hacer “lo que se hizo en la dictadura”, es decir, “obligar a la persona acusada a tener que demostrar que es inocente”.
Por otra parte, volvió a asegurar que “para nada” se arrepiente de haber impulsado el memorándum de entendimiento con Irán por el ataque a la mutual judía y estimó que ese acuerdo es el “avance más importante que tuvimos en los 20 años desde que explotó la bomba” para tratar de llegar a los responsables. “Yo no mentí” sobre este tema, resaltó, en declaraciones a radio Vorterix.
Mientras se aguarda el fallo de la Sala I de la Cámara Federal sobre si acepta o desestima la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por encubrimiento a Irán contra la presidenta, Cristina Fernández, el canciller y otros referentes kirchneristas, Timerman rechazó de plano esa imputación.
“Fue una falsa acusación que se me hizo a mí y a la Presidenta sobre algo que nunca existió y, como nunca existió, no puede haber pruebas”, lanzó.
Contra Pollicita
Timerman embistió contra el fiscal Pollicita, que apeló la resolución del juez federal Daniel Rafecas de desestimar la denuncia de Nisman, y también contra el fiscal general Germán Moldes.
“Si el fiscal Pollicita tiene una acusación para hacerme, que presente pruebas, yo voy a ir juicio y me voy a defender”, anticipó, pero advirtió que “eso de decir ‘como no tengo ninguna prueba, abramos a prueba porque eso les conviene a los imputados’ es hacer lo que se hizo en la dictadura, que es tratar de obligar a la persona acusada de tener que demostrar que es inocente”, denunció.
El jefe de la diplomacia argentina reiteró: “si tienen algo para acusarme, que me acusen, pero no que digan ‘por el bien (de los imputados)’. Yo no le pedí a Pollicita que me defienda”. “Ni Pollicita ni Moldes tienen por qué defenderme. Si tienen pruebas que las muestran, sé muy bien lo que hice”, desafió.
Para Timerman, la denuncia que hizo Nisman días antes de ser encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero “es sólo una forma de atacar a la Presidenta, a mí, al diputado (Andrés) Larroque y a otras personas más”.
“La denuncia de Nisman es totalmente inventada; inventan diálogos de los cuales no participé, ponen en boca mía palabras que nunca dije, y ponen en mi persona acciones que no tomé e intenciones que nunca tuve”, completó el jefe de la diplomacia.
Plan de impunidad
El fallecido fiscal hace responsable a la jefa de Estado de liderar un “plan criminal” para dar impunidad a los iraníes acusados de ser los autores ideológicos del atentado del 18 de julio de 1994, que dejó 85 víctimas, en medio de las necesidades argentinas de obtener petróleo, establecer relaciones comerciales y un acercamiento geopolítico a la república islámica.
Según Nisman, la mandataria ordenó que se reunieran el ministro de Planificación, Julio de Vido, y Luis D’Elía, siendo el piquetero el que luego se encontraba con el presunto nexo con Teherán, Jorge Khalil, un referente islámico argentino de origen libanés, eje de las escuchas de la investigación.
Nisman había sido invitado al Congreso para el 19 de enero pasado, pero un día antes apareció muerto en el departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero.
A partir de ese momento, se inició una investigación que seguramente se prolongará por un largo tiempo mas y tiene varias connotaciones, sobre todo de tipo político ya que la principal acusada es la propia jefa de Estado. El año político por el que se transita, permite también a la oposición, insistir en que el caso sea esclarecido. (DyN)
Por otra parte, volvió a asegurar que “para nada” se arrepiente de haber impulsado el memorándum de entendimiento con Irán por el ataque a la mutual judía y estimó que ese acuerdo es el “avance más importante que tuvimos en los 20 años desde que explotó la bomba” para tratar de llegar a los responsables. “Yo no mentí” sobre este tema, resaltó, en declaraciones a radio Vorterix.
Mientras se aguarda el fallo de la Sala I de la Cámara Federal sobre si acepta o desestima la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman por encubrimiento a Irán contra la presidenta, Cristina Fernández, el canciller y otros referentes kirchneristas, Timerman rechazó de plano esa imputación.
“Fue una falsa acusación que se me hizo a mí y a la Presidenta sobre algo que nunca existió y, como nunca existió, no puede haber pruebas”, lanzó.
Contra Pollicita
Timerman embistió contra el fiscal Pollicita, que apeló la resolución del juez federal Daniel Rafecas de desestimar la denuncia de Nisman, y también contra el fiscal general Germán Moldes.
“Si el fiscal Pollicita tiene una acusación para hacerme, que presente pruebas, yo voy a ir juicio y me voy a defender”, anticipó, pero advirtió que “eso de decir ‘como no tengo ninguna prueba, abramos a prueba porque eso les conviene a los imputados’ es hacer lo que se hizo en la dictadura, que es tratar de obligar a la persona acusada de tener que demostrar que es inocente”, denunció.
El jefe de la diplomacia argentina reiteró: “si tienen algo para acusarme, que me acusen, pero no que digan ‘por el bien (de los imputados)’. Yo no le pedí a Pollicita que me defienda”. “Ni Pollicita ni Moldes tienen por qué defenderme. Si tienen pruebas que las muestran, sé muy bien lo que hice”, desafió.
Para Timerman, la denuncia que hizo Nisman días antes de ser encontrado sin vida en su departamento de Puerto Madero “es sólo una forma de atacar a la Presidenta, a mí, al diputado (Andrés) Larroque y a otras personas más”.
“La denuncia de Nisman es totalmente inventada; inventan diálogos de los cuales no participé, ponen en boca mía palabras que nunca dije, y ponen en mi persona acciones que no tomé e intenciones que nunca tuve”, completó el jefe de la diplomacia.
Plan de impunidad
El fallecido fiscal hace responsable a la jefa de Estado de liderar un “plan criminal” para dar impunidad a los iraníes acusados de ser los autores ideológicos del atentado del 18 de julio de 1994, que dejó 85 víctimas, en medio de las necesidades argentinas de obtener petróleo, establecer relaciones comerciales y un acercamiento geopolítico a la república islámica.
Según Nisman, la mandataria ordenó que se reunieran el ministro de Planificación, Julio de Vido, y Luis D’Elía, siendo el piquetero el que luego se encontraba con el presunto nexo con Teherán, Jorge Khalil, un referente islámico argentino de origen libanés, eje de las escuchas de la investigación.
Nisman había sido invitado al Congreso para el 19 de enero pasado, pero un día antes apareció muerto en el departamento del edificio Le Parc de Puerto Madero.
A partir de ese momento, se inició una investigación que seguramente se prolongará por un largo tiempo mas y tiene varias connotaciones, sobre todo de tipo político ya que la principal acusada es la propia jefa de Estado. El año político por el que se transita, permite también a la oposición, insistir en que el caso sea esclarecido. (DyN)