Una coalición militar liderada por Arabia Saudi ataca Yemen

Intentan detener el avance de rebeldes; el presidente huyó del país.

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27 Marzo 2015
SANÁ.- Arabia Saudí lanzó junto con aliados árabes bombardeos aéreos en Yemen para repeler el avance de los rebeldes hutíes, en la misma jornada en que el asediado presidente yemení, Abd Rabu Mansur Hadi, abandonó el país bajo protección saudí. El mandatario arribó a Arabia Saudí, donde se reunirá con el rey Salman. Luego Hadi partirá rumbo a Egipto para participar en la cumbre de la Liga Árabe que tendrá lugar el sábado en Sharm el Sheij y estará centrada precisamente en el conflicto yemení. Arabia Saudí anunció la operación “Tormenta Decisiva” después de que los rebeldes hutíes comenzaran a avanzar hacia el sur de Yemen, en un operativo clave del mayor exportador mundial de petróleo para limitar la influencia de Irán en la región sin apoyo directo de Estados Unidos.

El presidente Hadi se había refugiado en la sureña Adén en febrero, cuando las fuerzas insurgentes tomaron la capital del país, Saná.

La operación liderada por los saudíes cuenta, según la emisora Al Arabiya, con la participación de Emiratos Árabes Unidos (30 aviones), Kuwait y Bahréin (15 aviones) y Qatar (10). Jordania, Marruecos y Sudán enviaron a su vez seis jets de combate cada uno. La web de noticias “Al Ahram” aseguró que Egipto también presta asistencia militar. La intervención ayudó a que las fuerzas de Hadi recuperaran el control del aeropuerto de Adén, que había sido tomado por los hutíes. Tras una serie de bombardeos Arabia Saudí controla el espacio aéreo en su vecino del sur. Informes no confirmados señalan que fueron bombardeados una base al Norte de Saná y la central política de los hutíes en la capital. La operación liderada por fuerzas saudíes se hizo a pedido del gobierno legítimo de Yemen, indicó el embajador saudí en Washington, Adel al Yabir. Hadi había hecho un dramático llamamiento a los países extranjeros para que intervinieran.

Arabia Saudí acusa a Irán de respaldar a los insurgentes en su toma del poder. Aunque oficialmente Irán se mantiene neutral, sus simpatías están con los hutíes por integrar ambos la rama chiita del islam. Teherán tiene a su vez una relación muy tensa con Arabia Saudí y el gobierno de Riad quiere impedir que siga creciendo la influencia de Irán en la región.

Los hutíes se aliaron, asimismo, con el ex presidente yemení Ali Abdulá Saleh, que tuvo que renunciar a principios de 2012 tras masivas protestas en su contra.

Un portavoz de los hutíes calificó los ataques como una declaración de guerra y advirtió que el conflicto en Yemen puede convertirse ahora en regional. El partido del ex presidente Saleh habló de “una agresión contra Yemen”. Irán condenó asimismo la intervención. “Estos ataques no sólo son una violación de la integridad territorial de Yemen, sino que también constituyen una evolución muy peligrosa”, aseguró la portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Marzieh Afkham.

Estados Unidos otorga apoyo logístico y de sus servicios secretos a Arabia Saudí, pero no hay tropas estadounidenses directamente involucradas en la operación, aseguró la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional en Washington, Bernadette Meehan.

Riad ha desplegado 100 aviones de combate, 150.000 soldados y un número no especificado de unidades de la Marina. Es la primera vez que Arabia Saudí bombardea Yemen desde 2009, cuando disparó contra posiciones de los hutíes en el norte del país tras un ataque transfronterizo. Los ministros de Relaciones Exteriores árabes están debatiendo la situación de Yemen en una reunión en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.

Desde que tomaron Saná en septiembre, los hutíes se han enfrentado con numerosas tribus sunitas locales y con la filial de Al Qaeda en la Península Arábiga, también de confesión sunita. Las medidas de Arabia Saudita constituyen una arriesgada intervención para contener la creciente influencia de Irán en su círculo de dominio, apoyado por una serie de naciones árabes de la región, pero que también justifican porque en Yemen tiene una de sus principales bases el grupo terrorista Al Qaeda.

La profunda enemistad entre Riad y Teherán podría inflamar la crisis hasta involucrar a toda la región. (DPA-Reuters)

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