“Habrá apoyo nacional para el Bicentenario”

Cuando a Ricardo Forster se le pregunta por las actividades y por la polémica que generó el área que encabeza, la secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, lanza una ristra de foros, congresos y publicaciones concretadas y en carpeta. “Lo importante no es lo que digan, sino lo que pensábamos que íbamos a hacer en una secretaría que fue creada por la Presidenta, que me hizo el honor de nombrarme al frente. Si habrían leído un poquito algo sobre mi habrían sabido que lo que decían (por los opositores) era del orden de la injuria y de la estupidez”, expresa sobre sus funciones en la dependencia del Ministerio de Cultura.

El filósofo fue uno de los fundadores de Carta Abierta, la organización de intelectuales kirchneristas. Sus conceptos, en consecuencia, están atravesados por su filiación a ese proyecto.

Esta semana, Forster estuvo en Tucumán y se reunió con el gobernador José Alperovich. Fijaron las fechas de cierre de los foros por la “Nueva Independencia”, que se desarrollará en la provincia entre el 2 y el 4 de julio. Se trata de debates políticos-culturales con vistas al “Segundo Bicentenario” por el 9 de julio de 2016 (mencionan al 25 de mayo de 2010 como el primero).



-Hay historiadores que disienten sobre en qué fecha debe celebrarse el Bicentenario de la Independencia ¿Cómo se ve esa discusión desde la Nación?

-Es un debate no resuelto. Por suerte, siempre la historia es materia de investigación; si es el 25 de Mayo o el 9 de Julio; si el 25 fue más jacobino y revolucionario y el 9 de julio, más moderado. Es un debate extraordinario, porque lo que estamos discutiendo siempre es el presente: si la Argentina es un país que ha reconstruido su soberanía o si ha logrado insertarse como nunca antes en América Latina. Si los proyectos independentistas de hace 200 años tenían la idea tanto bolivariana como sanmartiniana de la patria grande y por qué se perdió eso y por qué vuelve a aparecer como un dispositivo fundamental para todos nuestros países con la creación de la Celac o Unasur. Discutir la historia es siempre discutir nuestros problemas, sueños, desafíos y conflictos. Los foros también sirven para eso. Desde un espacio de amplitud y libertad y de cara a la sociedad y utilizando de la mejor manera los recursos de los Estados nacional y provincial para ganar ámbitos de debates que enriquezcan la vida en sociedad.

-La mesa que en Tucumán planea las actividades para el Bicentenario teme no contar con el apoyo de la Nación

-Que la Nación, a través del Ministerio de Cultura, desarrolle en julio de este año en Tucumán un foro que tendrá una enorme envergadura con recursos de la Nación, es toda una decisión. No se hace en Buenos Aires, se hace aquí y con la colaboración de la Provincia, de la UNT y de la Universidad San Pablo. Esto muestra una intencionalidad. Los recursos (para el foro), en su parte fundamental, vendrán de la Nación. También la Provincia pondrá infraestructura, como el Teatro ‘Mercedes Sosa’.

-Cómo analiza la campaña electoral, ¿considera que se debaten ideas?

-Me parece que debería ser más intenso el debate de ideas, es el desafío. Algunos piensan que la política empieza y termina en una agencia de publicidad, eligiendo un color o reduciendo el debate a una frase. En ese sentido, el kirchnerismo y la presidenta, Cristina Kirchner, han puesto la vara muy alta. Lo que se tiene que poner en discusión es qué proyecto de país se quiere. Hay uno claro que la sociedad conoce y que hay una gran mayoría que lo ha elegido en dos ocasiones y que estoy seguro que lo hará en esta tercera ocasión, pero tampoco tenemos muy en claro qué quiere venir a decir y hacer la oposición. Parece que ahora están todos de acuerdo con los ferrocarriles. Resulta que los ultraliberales que supuestamente antes asumían que la privatización era la lógica absoluta de todo, están de acuerdo con que YPF, Aerolíneas y los ferrocarriles sean estatales. Estamos seguros de que esa no es su ideología ni su lógica de gobierno, sería bueno poner esto en debate.

-¿Qué opina en ese contexto de las internas entre Daniel Scioli y Florencio Randazzo dentro del Frente para la Victoria (FpV)?

-El FpV va a tener unas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) muy importantes. Distintos candidatos van a debatir y le hará muy bien al FpV. Creo que no está resuelto en absoluto. Ni siquiera sé si esos son los únicos dos nombres.

-¿Cree que la Presidenta no pudo definir un sucesor?

-La Presidenta se ha dedicado a gobernar. Va a ser la Presidenta con mayor mejor imagen pública en la historia democrática argentina y dejará consolidado un proyecto. El desafío es que el que emerja de las PASO represente lo mejor de este camino recorrido y sepa que al voto no lo recibe por su nombre o su buena cara, sino por estos 12 años de construcción y transformación política. La Presidenta dijo que se trata de construir un país más cómodo para la gente, pero incómodo para los dirigentes. Eso significa que los que no estén a la altura, no les va a ir nada bien. Es un desafío para el propio FpV.

-A cuatro meses de las elecciones, hay alianzas que recién se están conformando.

-Hace tiempo el radicalismo ha perdido su mejor orientación de partido democrático y progresista. Es un partido conservador y territorialista que ha hecho una alianza de conveniencia, para sobrevivir y eligió hacerlo con el PRO, que no tiene nada que ver con lo mejor de la historia radical. Me parece que ha perdido su brújula. Son alianzas que son oportunistas y que se rompen al día siguiente de las elecciones. En cambio, cuando se construye, es distinto. El FpV es un dispositivo de alianzas. Muchos sectores lo integran, pero ha tenido dos enormes liderazgos: los de Néstor y Cristina. En algunas provincias, el radicalismo va con el PRO y con el massismo; en otras están todos peleados. Es medio raro.

-¿Ve a Máximo Kirchner como un posible continuador de las políticas de sus padres?

-Tiene una enorme pasión y cualidades políticas. Es constructor de una organización política notable como es La Cámpora. Sin dudas, tiene una proyección importante.