Por Fernando Stanich
16 Mayo 2015
Las miradas se posaron horas antes de la elección salteña de este domingo en las garantías de transparencia que ofrece el sistema de voto electrónico. A tal punto llegaron las sospechas que, de manera sorpresiva y con el objetivo de brindar tranquilidad a los votantes, el Tribunal Electoral de esta provincia decidió ayer que para el recuento definitivo se abran todas las urnas y se cuenten manualmente los sufragios.
Tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de abril, el romerismo había lanzado duras críticas al sistema de votación instaurado por el urtubeycismo y denunciado que hubo fraude en esa contienda. Principalmente, los referentes del frente opositor advirtieron que muchos votantes habían advertido que la opción por ellos elegida en la pantalla no era finalmente la que aparecía impresa en la boleta que debían depositar en la urna. Por eso, como primera medida luego de las PASO se realizó una auditoría tecnológica con especialistas de la Universidad Nacional de Salta.
Así, para probar la eventual vulnerabilidad del sistema, los técnicos informáticos y los representantes partidarios hicieron luego de las Primarias pruebas de lectura de los chip utilizados. Las pericias demostraron que el voto no podría ser reescrito. También efectuaron un análisis acerca de cómo se podrían haber retrasmitido los datos, que dieron resultado negativo. Tampoco arrojó anomalías la apertura de un 5% de las urnas, como establece la ley electoral local luego de cada comicio. En todas esas mesas, el recuento definitivo manual confirmó los números que había dado el escrutinio provisorio.
No obstante, el Frente Salta Nos Une, que lidera el ex gobernador Juan Carlos Romero, acudió a la Corte Suprema de Justicia local con un planteo de inconstitucionalidad, mediante el que solicitaron que se garantizara “el contenido esencial del derecho al voto y la pureza del comicio”. En idénticos términos se presentó ante la Justicia el propio Romero, invocando su legitimación como candidato de la fórmula gubernamental del frente. El máximo tribunal, sin embargo, rechazó in limine los recursos interpuestos, y adujo que el tiempo atacar el régimen electoral en marcha ya había vencido. “Si se acató esa convocatoria al cuerpo electoral y se acató el cronograma, se infiere que todo lo que sucedió a partir de allí estuvo expresamente convalidado”, concluyó la Corte. Y alertó que en cualquier proceso electoral debe primar la presunción de validez de los comicios, “apoyada en la conducta de las partes, en tanto los fiscales de las agrupaciones políticas no formularon oportunamente el respectivo reclamo”. Añadieron los jueces que la presentación de la alianza opositora “no demostró con evidencias categóricas el perjuicio que permitiese colegir que la voluntad del cuerpo electoral hubiese estado viciada, condicionada o coaccionada, dado que ninguna otra agrupación política discrepó con las tareas de escrutinio, ni con los conteos provisorios de votos”. “No se advierte tampoco que el sistema implementado por la Ley 7.730 hubiese sufrido alteración alguna, por el contrario, la auditoría prevista por la ley corroboró los datos provisorios en el conteo definitivo de sufragios”, amplió la Corte.
El jueves, antes del inicio de la veda, Romero debatió con el gobernador Juan Manuel Urtubey y volvió a dejar en claro sus sospechas sobre el sistema de votación electrónico. Horas después, la justicia electoral firmó la sorpresiva resolución. La norma fija que para confirmar y validar los resultados registrados a través del conteo digital, se abre un porcentaje representativo de las urnas, sorteado en audiencia pública y ante los apoderados partidarios. Así, tras las PASO se abrieron 133 mesas (5% del total de 2.862 mesas), sin que surgieran anormalidades. Pero igualmente, para la elección de mañana, el Tribunal Electoral decidió que por única vez se cuente la totalidad de los votos de forma manual, con el fin de “llevar al ciudadano la absoluta tranquilidad sobre el fiel respeto a la voluntad popular”. Urtubey es uno de los principales defensores del método de votación, vigente desde 2011 y tercerizado a una empresa privada. “El mundo entero debe quedarse tranquilo con el voto electrónico”, dijo hace unos días.
El sistema que utiliza la provincia de Salta consiste en una Boleta Única Electrónica (BUE), en el que los votos se registran sobre el papel y en un chip que contiene la papeleta. Según las autoridades, la máquina no registra ningún voto ni acción del elector. Cada persona escoge frente a una pantalla táctil la opción de su agrado para cada categoría que se elige (gobernador, intendente, diputado o concejal). Luego, la máquina le brinda la alternativa de chequear que las alternativas escogidas sean las que efectivamente priorizó. Recién entonces se imprime la boleta con toda la información del voto, que es depositado en una urna de cartón. Lo electrónicamente grabado en el chip es lo que luego habrá de ser utilizado para realizar el escrutinio, volviendo a controlarse su coincidencia con lo impreso por parte de las autoridades de mesa y los fiscales partidarios.
El método permite un escrutinio provisorio veloz. En las PASO del 12 de abril, el resultado se conoció apenas dos horas después de cerrada la votación en todas las escuelas de la provincia. Mañana, además de las nuevas medidas dispuestas por el Tribunal Electoral para brindar mayor transparencia, habrá observadores internacionales. Miembros del Centro Carter, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA) y del Centro Multidisciplinario Independiente serán veedores de los comicios.
Tras las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 12 de abril, el romerismo había lanzado duras críticas al sistema de votación instaurado por el urtubeycismo y denunciado que hubo fraude en esa contienda. Principalmente, los referentes del frente opositor advirtieron que muchos votantes habían advertido que la opción por ellos elegida en la pantalla no era finalmente la que aparecía impresa en la boleta que debían depositar en la urna. Por eso, como primera medida luego de las PASO se realizó una auditoría tecnológica con especialistas de la Universidad Nacional de Salta.
Así, para probar la eventual vulnerabilidad del sistema, los técnicos informáticos y los representantes partidarios hicieron luego de las Primarias pruebas de lectura de los chip utilizados. Las pericias demostraron que el voto no podría ser reescrito. También efectuaron un análisis acerca de cómo se podrían haber retrasmitido los datos, que dieron resultado negativo. Tampoco arrojó anomalías la apertura de un 5% de las urnas, como establece la ley electoral local luego de cada comicio. En todas esas mesas, el recuento definitivo manual confirmó los números que había dado el escrutinio provisorio.
No obstante, el Frente Salta Nos Une, que lidera el ex gobernador Juan Carlos Romero, acudió a la Corte Suprema de Justicia local con un planteo de inconstitucionalidad, mediante el que solicitaron que se garantizara “el contenido esencial del derecho al voto y la pureza del comicio”. En idénticos términos se presentó ante la Justicia el propio Romero, invocando su legitimación como candidato de la fórmula gubernamental del frente. El máximo tribunal, sin embargo, rechazó in limine los recursos interpuestos, y adujo que el tiempo atacar el régimen electoral en marcha ya había vencido. “Si se acató esa convocatoria al cuerpo electoral y se acató el cronograma, se infiere que todo lo que sucedió a partir de allí estuvo expresamente convalidado”, concluyó la Corte. Y alertó que en cualquier proceso electoral debe primar la presunción de validez de los comicios, “apoyada en la conducta de las partes, en tanto los fiscales de las agrupaciones políticas no formularon oportunamente el respectivo reclamo”. Añadieron los jueces que la presentación de la alianza opositora “no demostró con evidencias categóricas el perjuicio que permitiese colegir que la voluntad del cuerpo electoral hubiese estado viciada, condicionada o coaccionada, dado que ninguna otra agrupación política discrepó con las tareas de escrutinio, ni con los conteos provisorios de votos”. “No se advierte tampoco que el sistema implementado por la Ley 7.730 hubiese sufrido alteración alguna, por el contrario, la auditoría prevista por la ley corroboró los datos provisorios en el conteo definitivo de sufragios”, amplió la Corte.
El jueves, antes del inicio de la veda, Romero debatió con el gobernador Juan Manuel Urtubey y volvió a dejar en claro sus sospechas sobre el sistema de votación electrónico. Horas después, la justicia electoral firmó la sorpresiva resolución. La norma fija que para confirmar y validar los resultados registrados a través del conteo digital, se abre un porcentaje representativo de las urnas, sorteado en audiencia pública y ante los apoderados partidarios. Así, tras las PASO se abrieron 133 mesas (5% del total de 2.862 mesas), sin que surgieran anormalidades. Pero igualmente, para la elección de mañana, el Tribunal Electoral decidió que por única vez se cuente la totalidad de los votos de forma manual, con el fin de “llevar al ciudadano la absoluta tranquilidad sobre el fiel respeto a la voluntad popular”. Urtubey es uno de los principales defensores del método de votación, vigente desde 2011 y tercerizado a una empresa privada. “El mundo entero debe quedarse tranquilo con el voto electrónico”, dijo hace unos días.
El sistema que utiliza la provincia de Salta consiste en una Boleta Única Electrónica (BUE), en el que los votos se registran sobre el papel y en un chip que contiene la papeleta. Según las autoridades, la máquina no registra ningún voto ni acción del elector. Cada persona escoge frente a una pantalla táctil la opción de su agrado para cada categoría que se elige (gobernador, intendente, diputado o concejal). Luego, la máquina le brinda la alternativa de chequear que las alternativas escogidas sean las que efectivamente priorizó. Recién entonces se imprime la boleta con toda la información del voto, que es depositado en una urna de cartón. Lo electrónicamente grabado en el chip es lo que luego habrá de ser utilizado para realizar el escrutinio, volviendo a controlarse su coincidencia con lo impreso por parte de las autoridades de mesa y los fiscales partidarios.
El método permite un escrutinio provisorio veloz. En las PASO del 12 de abril, el resultado se conoció apenas dos horas después de cerrada la votación en todas las escuelas de la provincia. Mañana, además de las nuevas medidas dispuestas por el Tribunal Electoral para brindar mayor transparencia, habrá observadores internacionales. Miembros del Centro Carter, el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (International IDEA) y del Centro Multidisciplinario Independiente serán veedores de los comicios.