26 Julio 2015
Fiscales brasileños, en guerra contra la impunidad
Presentaron cargos contra dos de los más importantes ejecutivos de empresas constructoras del país e investigan al ex presidente Lula Acusan de corrupción, soborno y lavado de dinero a los presidentes de las firmas Odebrecht y Andrade Gutierrez. Piden detenciones
RECLAMO SALARIAL. Un empleado judicial, vestido como Dilma Rousseff, encabeza una protesta contra el Gobierno. reuters
CURITIBA.- Fiscales brasileños, en una guerra contra lo que denominaron una cultura de la impunidad, presentaron fuertes cargos contra el presidente ejecutivo de la mayor firma de ingeniería de Latinoamérica, como parte de una investigación histórica de un escándalo de corrupción y sobornos.
Marcelo Odebrecht, que lidera la tercera generación del conglomerado brasileño administrado por su familia, fue acusado de corrupción, lavado de dinero y conspiración criminal. “Hoy damos otro paso importante en combatir la impunidad”, dijo el fiscal Deltan Dallagnol en una reunión de prensa. “En el Ministerio Público tenemos un sueño de que todos los brasileños sean tratados por igual por la ley”, agregó. Los fiscales aseguraron que no había forma de que Marcelo Odebrecht no estuviera al tanto de que su firma participó en lo que denominaron un cártel de compañías de ingeniería que cobró en exceso a la petrolera estatal Petrobras y sobornó a ejecutivos y políticos, muchos de los cuales integran la coalición del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Dallagnol advirtió que buscan que Odebrecht pague 6.700 millones de reales (U$S 2.000 millones) para resarcir los daños, y plantearon que Odebrecht SA lavó más de 1.000 millones de reales entre 2006 y 2014. La firma reportó ingresos por 107.700 millones de reales el año pasado. El fiscal aseguró que hasta ahora se han recuperado 870 millones de reales en la mayor investigación por corrupción en la historia de Brasil.
Los máximos ejecutivos de la segunda mayor firma de ingeniería del país, Andrade Gutierrez, incluyendo a su presidente Otavio Azevedo, están también entre las 22 personas a las que se les formularon cargos. Enfrentarán un juicio si el juez encargado del caso acepta las imputaciones.
Odebrecht es acusado de pagar sobornos para contratos, incluyendo un acuerdo para que Petrobras abastezca de nafta a Braskem SA a tasas favorables que eventualmente causaron 6.000 millones de reales en pérdidas. Braskem, la mayor compañía petroquímica de América Latina, es un emprendimiento conjunto entre Petrobras y Odebrecht, que posee una participación controlante de la sociedad.
La compañía Andrade Gutierrez informó que sus abogados analizaban los cargos pero que desafortunadamente los fiscales parecían haber ignorado sus explicaciones.
Los vínculos personales entre Marcelo Odebrecht y el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, amenazan con acercar el escándalo al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), cuyo tesorero está en la cárcel y enfrenta un juicio por corrupción. Los fiscales también han iniciado una investigación por separado sobre si Lula usó inapropiadamente sus conexiones para beneficiar a Odebrecht tras abandonar el poder.
Dilma Rousseff no está siendo investigada, pero su nivel de aprobación ha caído al 7,7 %, según un sondeo, mientras que un 62,8 % de los brasileños quiere que enfrente un juicio político por el escándalo de corrupción en Petrobras, la compañía que lideró antes de convertirse en presidenta en el 2011.
El juez federal Sergio Moro emitió el viernes una segunda orden de detención preventiva contra Marcelo Odebrecht y para otros cuatro ejecutivos de Odebrecht, citando nueva evidencia. (Reuters)
Marcelo Odebrecht, que lidera la tercera generación del conglomerado brasileño administrado por su familia, fue acusado de corrupción, lavado de dinero y conspiración criminal. “Hoy damos otro paso importante en combatir la impunidad”, dijo el fiscal Deltan Dallagnol en una reunión de prensa. “En el Ministerio Público tenemos un sueño de que todos los brasileños sean tratados por igual por la ley”, agregó. Los fiscales aseguraron que no había forma de que Marcelo Odebrecht no estuviera al tanto de que su firma participó en lo que denominaron un cártel de compañías de ingeniería que cobró en exceso a la petrolera estatal Petrobras y sobornó a ejecutivos y políticos, muchos de los cuales integran la coalición del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Dallagnol advirtió que buscan que Odebrecht pague 6.700 millones de reales (U$S 2.000 millones) para resarcir los daños, y plantearon que Odebrecht SA lavó más de 1.000 millones de reales entre 2006 y 2014. La firma reportó ingresos por 107.700 millones de reales el año pasado. El fiscal aseguró que hasta ahora se han recuperado 870 millones de reales en la mayor investigación por corrupción en la historia de Brasil.
Los máximos ejecutivos de la segunda mayor firma de ingeniería del país, Andrade Gutierrez, incluyendo a su presidente Otavio Azevedo, están también entre las 22 personas a las que se les formularon cargos. Enfrentarán un juicio si el juez encargado del caso acepta las imputaciones.
Odebrecht es acusado de pagar sobornos para contratos, incluyendo un acuerdo para que Petrobras abastezca de nafta a Braskem SA a tasas favorables que eventualmente causaron 6.000 millones de reales en pérdidas. Braskem, la mayor compañía petroquímica de América Latina, es un emprendimiento conjunto entre Petrobras y Odebrecht, que posee una participación controlante de la sociedad.
La compañía Andrade Gutierrez informó que sus abogados analizaban los cargos pero que desafortunadamente los fiscales parecían haber ignorado sus explicaciones.
Los vínculos personales entre Marcelo Odebrecht y el ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, amenazan con acercar el escándalo al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), cuyo tesorero está en la cárcel y enfrenta un juicio por corrupción. Los fiscales también han iniciado una investigación por separado sobre si Lula usó inapropiadamente sus conexiones para beneficiar a Odebrecht tras abandonar el poder.
Dilma Rousseff no está siendo investigada, pero su nivel de aprobación ha caído al 7,7 %, según un sondeo, mientras que un 62,8 % de los brasileños quiere que enfrente un juicio político por el escándalo de corrupción en Petrobras, la compañía que lideró antes de convertirse en presidenta en el 2011.
El juez federal Sergio Moro emitió el viernes una segunda orden de detención preventiva contra Marcelo Odebrecht y para otros cuatro ejecutivos de Odebrecht, citando nueva evidencia. (Reuters)
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