09 Agosto 2015
DYN
BUENOS AIRES.- En un principio, Elisa Carrió no iba a pisar el búnker que armó en su instituto del barrio porteño de Recoleta, pero la "posibilidad cierta de fraude" en el recuento de votos de las PASO, según denunció, la motivó a acercarse a ese lugar por media hora, hablar con los medios y comer algo del escueto catering contratado.
Previo a su sorpresiva llegada, cerca de las 19.30, sus voceros habían informado que no iba a asistir al búnker de la CC-ARI y, por el contrario, iba a ir directamente al complejo de Costa Salguero en donde está la dirigencia del PRO.
"Vine para cortarle la operación al PJ, están mintiendo, no hay diferencia de 10 puntos con Daniel Scioli", aseguró Carrió a los simpatizantes.
Visiblemente preocupada, la diputada de la CC-ARI reiteró varias veces la palabra "fraude" entre sus dirigentes, como el precandidato al Parlasur por la ciudad Miguel Angel Espeche Gil y la ex diputada Fernanda Reyes.
En la breve conferencia de prensa, de nueve minutos, Carrió hizo un sólo chiste cuando le preguntaron qué iba a hacer en el 2017. "Me voy a casar", respondió con risas y en seguida se puso seria: "Qué voy a saber, no se lo que pasa esta noche".
En el búnker estuvo sólo media hora. Justo antes de irse, llegó su compañero de fórmula Héctor Toty Flores a quien le dijo que había lugar en un auto para llevarlo al complejo de Costa Salguero.
"Me voy a dormir un ratito", aseguró la chaqueña que saludó a los alumnos del instituto que se acercaron y se fue a la casa a ponerse los "brillos" y "pintarse" para luego ir a Costa Salguero, dijo, a celebrar la "extraordinaria" elección que a su criterio realizó el frente Cambiemos en estas primarias. (DYN)
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