11 Agosto 2015
BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, pidió “tranquilidad” a la población para enfrentar el “momento difícil” por el que pasa el país, que según aseguró es “pasajero”, y repudió lo que llamó de “vale todo” para perjudicar a su Gobierno y a los gobiernos regionales. “(Este) es un periodo de dificultades, que generalmente genera incertidumbre. Por eso quiero decirles: no estén inseguros ni aprehensivos. Esta es una situación temporaria y va a pasar. Debemos entender que es necesario un gran esfuerzo del Gobierno. Yo trabajo día y noche, incansablemente, para que esta travesía sea lo más breve posible”, sostuvo en declaraciones que recoge el blog oficial de la presidencia.
Rousseff participó en un acto público realizado en San Luís, capital de Maranhao, en el que entregó viviendas populares en el marco del programa “Mi casa, mi vida”. La presidenta hizo mención a las hostilidades de las que está siendo objeto su gobierno, al que apoya únicamente el 8 % de los electores y al cual el Congreso le está impidiendo implementar las medidas de ajuste fiscal necesarias para recomponer la economía.
“Es necesario que las personas piensen primero en Brasil, y solo después piensen en sus partidos y en sus proyectos personales. Brasil necesita estabilidad para hacer esta travesía”, dijo Rousseff. “No concordamos con medidas que lleven al caos del Gobierno, de los estados y de los municipios. Quiero aprovechar para hacer un llamado a los brasileños: vamos a repudiar el ‘vale todo’ para afectar a cualquier Gobierno, sea federal, regional o municipal”, agregó.
Según la presidenta, tomar o adherir a acciones tendientes únicamente a debilitar al gobierno es “apostar al ‘cuanto peor, mejor’”.
“¿Pero mejor para quién? Esa es la pregunta. Es peor para la población, es peor para el pueblo. Es peor para todos nosotros”, resaltó.
Dijo que todas las iniciativas que está tomando el Gobierno federal tienen como único objetivo crear las condiciones para que el país retome el camino del crecimiento y la generación de empleos, y se pueda garantizar a las familias más ingresos y oportunidades de desarrollo. Asimismo, descartó que las medidas de austeridad que su equipo económico intenta implementar conlleven un retroceso de los programas sociales.
“Quiero decirles que vamos a continuar destinando los recursos públicos para vivienda popular. No vamos a dejar que haya retroceso en los programas. Le hablo no a los que ya recibieron la casa propia, sino para los que aún la van a recibir. No vamos a retroceder en el Beca Familia; vamos a mantener los programas sociales”, dijo.
Además de la crisis de gobernabilidad que se ha visto agravada desde que asumió su segundo mandato por los casos de corrupción y la caída de al economía, Rousseff enfrentará el domingo una nueva movilización a nivel nacional impulsada por movimientos que defienden su salida anticipada del poder. A diferencia de las dos protestas anteriores, esta movilización cuenta con el apoyo del principal partido opositor, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo presidente, el senador Aécio Neves, fue derrotado por Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones generales de octubre pasado. (DPA)
Rousseff participó en un acto público realizado en San Luís, capital de Maranhao, en el que entregó viviendas populares en el marco del programa “Mi casa, mi vida”. La presidenta hizo mención a las hostilidades de las que está siendo objeto su gobierno, al que apoya únicamente el 8 % de los electores y al cual el Congreso le está impidiendo implementar las medidas de ajuste fiscal necesarias para recomponer la economía.
“Es necesario que las personas piensen primero en Brasil, y solo después piensen en sus partidos y en sus proyectos personales. Brasil necesita estabilidad para hacer esta travesía”, dijo Rousseff. “No concordamos con medidas que lleven al caos del Gobierno, de los estados y de los municipios. Quiero aprovechar para hacer un llamado a los brasileños: vamos a repudiar el ‘vale todo’ para afectar a cualquier Gobierno, sea federal, regional o municipal”, agregó.
Según la presidenta, tomar o adherir a acciones tendientes únicamente a debilitar al gobierno es “apostar al ‘cuanto peor, mejor’”.
“¿Pero mejor para quién? Esa es la pregunta. Es peor para la población, es peor para el pueblo. Es peor para todos nosotros”, resaltó.
Dijo que todas las iniciativas que está tomando el Gobierno federal tienen como único objetivo crear las condiciones para que el país retome el camino del crecimiento y la generación de empleos, y se pueda garantizar a las familias más ingresos y oportunidades de desarrollo. Asimismo, descartó que las medidas de austeridad que su equipo económico intenta implementar conlleven un retroceso de los programas sociales.
“Quiero decirles que vamos a continuar destinando los recursos públicos para vivienda popular. No vamos a dejar que haya retroceso en los programas. Le hablo no a los que ya recibieron la casa propia, sino para los que aún la van a recibir. No vamos a retroceder en el Beca Familia; vamos a mantener los programas sociales”, dijo.
Además de la crisis de gobernabilidad que se ha visto agravada desde que asumió su segundo mandato por los casos de corrupción y la caída de al economía, Rousseff enfrentará el domingo una nueva movilización a nivel nacional impulsada por movimientos que defienden su salida anticipada del poder. A diferencia de las dos protestas anteriores, esta movilización cuenta con el apoyo del principal partido opositor, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo presidente, el senador Aécio Neves, fue derrotado por Rousseff en la segunda vuelta de las elecciones generales de octubre pasado. (DPA)
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