12 Agosto 2015
Rousseff consigue un apoyo clave para desactivar el juicio político
Los escándalos de corrupción y el deterioro económico tienen a mal traer al Gobierno. La mandataria le pidió a la Cámara Alta que actúe como “poder moderador” El titular del Senado descarta la iniciativa y propone un debate centrado en la economía
BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, sumó un apoyo clave del Senado a partir de que el titular de la Cámara alta, Renán Calheiros, descartara dar curso a un pedido de juicio político, bandera defendida por parte de la oposición, y que propusiera una agenda de reformas para enfrentar la crisis económica que atraviesa el gobierno. El jefe del Senado y líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -partido aliado al oficialismo- rechazó acelerar el análisis de las cuentas del gobierno en 2014 impulsado por el presidente de Diputados, Eduardo Cunha -también del PMDB- considerado el opositor más convencido de impulsar el impeachment a la mandataria.
Si el Senado no revisa el balance de la gestión de Rousseff se impedirá, al menos por ahora, que haya argumentos para eventuales pedidos de juicio político. Rousseff planteó en el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo, que está “muy de acuerdo” con la actitud de Calheiros, quien adoptó una posición más conciliadora que Cunha en la disputa política. Cunha cuestionó el encuentro que mantuvieron senadores y gobierno en el Palacio da Alvorada, residencia presidencial, y advirtió que el Congreso está compuesto por “las dos Cámaras y no por una”.
Rousseff cenó con un grupo de senadores a los que solicitó colaborar con la gobernabilidad del país, jaqueado por la crisis económica y denuncias de corrupción en la que hay sectores apostando al “cuanto peor mejor”.
La mandataria les propuso a los senadores aprobar las iniciativas enviadas para viabilizar el plan de ajuste que considera indispensable para reencauzar la economía. Acompañada por el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, instó a los parlamentarios a que la Cámara alta actúe como un “poder moderador” frente al clima de conmoción política y recesión económica. En una semana marcada por la convocatoria a la marcha opositora para el domingo, la jefa de Estado instó a los senadores que actúen con responsabilidad y hagan del Congreso un “espacio de equilibrio”, según el diario Folha de San Pablo. Antes de esa reunión, Rousseff encabezó una ceremonia en el Estado de Maranhao, donde deploró a los grupos opositores que apuestan al “cuanto peor mejor” para quitarla del gobierno. El discurso de Rousseff estuvo en línea con Calheiros, quien aseguró que no va a “poner fuego” sobre una situación bastante explosiva.
Los escándalos de corrupción destapados en Petrobras, que salpican a varios de los partidos de la coalición de Gobierno y a una veintena de empresas privadas, y el deterioro de la economía, que, según proyecciones oficiales este año se contraerá cerca de un 1,5 %, tensionaron gravemente el clima político. (Télam-especial)
Si el Senado no revisa el balance de la gestión de Rousseff se impedirá, al menos por ahora, que haya argumentos para eventuales pedidos de juicio político. Rousseff planteó en el Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo, que está “muy de acuerdo” con la actitud de Calheiros, quien adoptó una posición más conciliadora que Cunha en la disputa política. Cunha cuestionó el encuentro que mantuvieron senadores y gobierno en el Palacio da Alvorada, residencia presidencial, y advirtió que el Congreso está compuesto por “las dos Cámaras y no por una”.
Rousseff cenó con un grupo de senadores a los que solicitó colaborar con la gobernabilidad del país, jaqueado por la crisis económica y denuncias de corrupción en la que hay sectores apostando al “cuanto peor mejor”.
La mandataria les propuso a los senadores aprobar las iniciativas enviadas para viabilizar el plan de ajuste que considera indispensable para reencauzar la economía. Acompañada por el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, instó a los parlamentarios a que la Cámara alta actúe como un “poder moderador” frente al clima de conmoción política y recesión económica. En una semana marcada por la convocatoria a la marcha opositora para el domingo, la jefa de Estado instó a los senadores que actúen con responsabilidad y hagan del Congreso un “espacio de equilibrio”, según el diario Folha de San Pablo. Antes de esa reunión, Rousseff encabezó una ceremonia en el Estado de Maranhao, donde deploró a los grupos opositores que apuestan al “cuanto peor mejor” para quitarla del gobierno. El discurso de Rousseff estuvo en línea con Calheiros, quien aseguró que no va a “poner fuego” sobre una situación bastante explosiva.
Los escándalos de corrupción destapados en Petrobras, que salpican a varios de los partidos de la coalición de Gobierno y a una veintena de empresas privadas, y el deterioro de la economía, que, según proyecciones oficiales este año se contraerá cerca de un 1,5 %, tensionaron gravemente el clima político. (Télam-especial)
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