27 Agosto 2015
SIEMPRE ACOMPAÑADO. Si es de mañana, Cáceres saldrá de su casa con el termo y el mate, una debilidad para el uruguayo. la gaceta / foto de leo noli
Mientras espera a un compañero, Pablo Cáceres se copa en una charla melancólica con Néstor Usandivares, el utilero que vio pasar por el vestuario del plantel superior de Atlético dos generaciones de futbolistas; padre e hijo. “Y seguramente llegaré a la tercera”, dice “USA”, sentando sobre uno de los bancos de la entrada principal del complejo de Ojo de Agua, a centímetros del acceso de su oficina.
El tema generacional le pegó fuerte a Cáceres, que husmea en su celular buscando una foto que nunca encontró. “¿Sabés lo que corría por este predio y por la cancha?”, le comenta en forma de pregunta al cronista de LG Deportiva el lateral zurdo, cuyo vínculo está marcado a fuego con Atlético. Sin imaginarlo, sigue los pasos de su padre, Domingo “Bomba” Cáceres.
A los 30 años, Cáceres Jr. vuela en un globo de felicidad que ni él ni sus colegas planean pinchar en este torneo de La B Nacional. Atlético pelea el ascenso a Primera. Atlético está dulce y ello se debe al trabajo diario, asegura “Bombita”, tan uruguayo como el mate amargo que ofrece todos los días en el convite con sus amigos en el vestuario albiceleste.
Es tiempo de hablar de fútbol, de promesas. Cristian Lucchetti prometió guantes y asado en caso de lograr el pase a la A. ¿Y Cáceres? “Y, lo que quieran, no hay problema con eso. Si ascendemos, si Dios quiere, me comprometo en aportar lo mío”, jura el defensor, mate mediante. Es su elixir la infusión.
A diferencia del típico amargo de las mañanas y mediodías, Cáceres y Atlético están bien dulces en la cancha. Vienen de dos triunfos seguidos, van por el tercero, el domingo a las 17 (sin TV), y esperan recortar la distancia de seis puntos que Patronato, el líder, mantiene con ellos.
“Estamos bien, el equipo cada vez se siente mejor, y eso es fundamental”, reconoce el zurdo, quien opta por el elogio para con Guaraní Antonio Franco, el invitado de turno, pese a que su foja como visitante es la de un boxeador sin alma y con puños de algodón: perdió 11 de los 15 partidos que jugó fuera de sus dominios.
Igualmente, el defensor no cree que el compromiso sea un trámite. “La realidad es que a nosotros, cuando vienen a visitarnos, todos los equipos se quieren mostrar. Se meten atrás y eso a veces nos complica un poco”, acepta, pero luego asume lo que le corresponde al “decano”. “Como venimos nosotros, haciendo las cosas dentro de todo bien, ¿Eh? Creo que tenemos que seguir por ese camino que venimos porque les estamos dando pelea a todos los rivales que vienen a visitarnos. Debemos sumar para acercarnos a Patronato”, opina quien no mira más allá de este compromiso.
Ahora sí, el mate. ¿Cuán importante es en la vida de un uruguayo? “Fundamental, ¡ja! Las mañanas sin mate no son mañanas para un uruguayo, ja”, ríe pero con la seriedad que amerita el tema, el hombre de manos ocupadas. Entre botinero, termo y mate, mucho lugar para la maniobra le queda.
“Compartir un mate con los compañeros siempre es bueno...”, reconoce Bombita, y tira tips de la preparación ideal. “(¡Ja, ja, ja!) y bueno, hay que dejar hinchar un poquito la yerba. Lleva su tiempo tomar un rico mate, ¡ja!”, dice. Quizás tanto como lograr el ascenso.
Equipo que gana, probablemente no se toca. ¿O sí? Bueno, eso ya dependerá de la decisión final de Juan Manuel Azconzábal, que posiblemente realice la primera práctica formal de fútbol de Atlético (a puertas cerradas), en lugar a designar, Ojo de Agua o el estadio.
Si hay una duda, la misma estará en la ofensiva. Quedará en el entrenador definir si le devuelve la titularidad o no a Leandro Díaz, quien ya purgó las dos fechas de suspensión por haber visto roja directa en la derrota del “decano” ante Instituto, en Córdoba. Cristian Menéndez fue quien lo reemplazó.
En cuanto a la actividad de ayer, los que fueron titulares contra Chacarita levantaron las cargas y comenzaron a acelerar su puesta a punto pensando en Guaraní Antonio Franco, el visitante del domingo, a las 17, en el Monumental.
Salvo imponderables, Atlético y Azconzábal parecen tener definido el 11 ideal que buscará los tres puntos ante los misioneros en el “José Fierro”.
El tema generacional le pegó fuerte a Cáceres, que husmea en su celular buscando una foto que nunca encontró. “¿Sabés lo que corría por este predio y por la cancha?”, le comenta en forma de pregunta al cronista de LG Deportiva el lateral zurdo, cuyo vínculo está marcado a fuego con Atlético. Sin imaginarlo, sigue los pasos de su padre, Domingo “Bomba” Cáceres.
A los 30 años, Cáceres Jr. vuela en un globo de felicidad que ni él ni sus colegas planean pinchar en este torneo de La B Nacional. Atlético pelea el ascenso a Primera. Atlético está dulce y ello se debe al trabajo diario, asegura “Bombita”, tan uruguayo como el mate amargo que ofrece todos los días en el convite con sus amigos en el vestuario albiceleste.
Es tiempo de hablar de fútbol, de promesas. Cristian Lucchetti prometió guantes y asado en caso de lograr el pase a la A. ¿Y Cáceres? “Y, lo que quieran, no hay problema con eso. Si ascendemos, si Dios quiere, me comprometo en aportar lo mío”, jura el defensor, mate mediante. Es su elixir la infusión.
A diferencia del típico amargo de las mañanas y mediodías, Cáceres y Atlético están bien dulces en la cancha. Vienen de dos triunfos seguidos, van por el tercero, el domingo a las 17 (sin TV), y esperan recortar la distancia de seis puntos que Patronato, el líder, mantiene con ellos.
“Estamos bien, el equipo cada vez se siente mejor, y eso es fundamental”, reconoce el zurdo, quien opta por el elogio para con Guaraní Antonio Franco, el invitado de turno, pese a que su foja como visitante es la de un boxeador sin alma y con puños de algodón: perdió 11 de los 15 partidos que jugó fuera de sus dominios.
Igualmente, el defensor no cree que el compromiso sea un trámite. “La realidad es que a nosotros, cuando vienen a visitarnos, todos los equipos se quieren mostrar. Se meten atrás y eso a veces nos complica un poco”, acepta, pero luego asume lo que le corresponde al “decano”. “Como venimos nosotros, haciendo las cosas dentro de todo bien, ¿Eh? Creo que tenemos que seguir por ese camino que venimos porque les estamos dando pelea a todos los rivales que vienen a visitarnos. Debemos sumar para acercarnos a Patronato”, opina quien no mira más allá de este compromiso.
Ahora sí, el mate. ¿Cuán importante es en la vida de un uruguayo? “Fundamental, ¡ja! Las mañanas sin mate no son mañanas para un uruguayo, ja”, ríe pero con la seriedad que amerita el tema, el hombre de manos ocupadas. Entre botinero, termo y mate, mucho lugar para la maniobra le queda.
“Compartir un mate con los compañeros siempre es bueno...”, reconoce Bombita, y tira tips de la preparación ideal. “(¡Ja, ja, ja!) y bueno, hay que dejar hinchar un poquito la yerba. Lleva su tiempo tomar un rico mate, ¡ja!”, dice. Quizás tanto como lograr el ascenso.
Equipo que gana, probablemente no se toca. ¿O sí? Bueno, eso ya dependerá de la decisión final de Juan Manuel Azconzábal, que posiblemente realice la primera práctica formal de fútbol de Atlético (a puertas cerradas), en lugar a designar, Ojo de Agua o el estadio.
Si hay una duda, la misma estará en la ofensiva. Quedará en el entrenador definir si le devuelve la titularidad o no a Leandro Díaz, quien ya purgó las dos fechas de suspensión por haber visto roja directa en la derrota del “decano” ante Instituto, en Córdoba. Cristian Menéndez fue quien lo reemplazó.
En cuanto a la actividad de ayer, los que fueron titulares contra Chacarita levantaron las cargas y comenzaron a acelerar su puesta a punto pensando en Guaraní Antonio Franco, el visitante del domingo, a las 17, en el Monumental.
Salvo imponderables, Atlético y Azconzábal parecen tener definido el 11 ideal que buscará los tres puntos ante los misioneros en el “José Fierro”.
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