Santamarina: “el objetivo es estar entre los 4 mejores”

Antes de partir hacia Inglaterra, el “Cheto” habló sobre la realidad del equipo y su trabajo.

ENTREGA ABSOLUTA. Santamarina fue tercera línea de Los Pumas durante seis años, en los que disputó dos Mundiales y tres Sudamericanos. la gaceta / foto de franco vera (archivo) ENTREGA ABSOLUTA. Santamarina fue tercera línea de Los Pumas durante seis años, en los que disputó dos Mundiales y tres Sudamericanos. la gaceta / foto de franco vera (archivo)
“A veces me despierto y no sé en qué lugar estoy”. La confusión espacio-tiempo es recurrente en la vida de José Santamarina desde que aceptó la invitación de Daniel Hourcade para ayudarlo en la conducción de Los Pumas como mánager deportivo. A poco menos de 20 días del comienzo Mundial, compartió algo de la realidad del equipo nacional. “Hace un año dije que estaba para quedar entre los cinco mejores del mundo. Pero en un Mundial, el 5° está a la misma altura que el 8°, así que el objetivo es quedar entre los cuatro mejores. Por supuesto, también podemos quedar afuera en primera ronda, todo es posible, pero si tenemos la suerte de que no se lesionen más jugadores, sobre todo en puestos en los que no sobran, podemos aspirar a eso”, dio su opinión el “Cheto”, conocedor como pocos de este grupo que representará a Argentina.

Un duro proceso

Este largo camino de dos años no estuvo exento de amarguras. “Por lesiones perdimos varios jugadores y otros se quedaron sin poder hacer la preparación física en Australia. Fue una pretemporada cortita y ahí nomás a jugar contra los tres mejores del mundo. Nos preocupaba que los jugadores perdieran la confianza en el sistema, pero se ve que no, porque contra Sudáfrica hicieron un partidazo. Por supuesto, fue nuestro mejor día y el peor de ellos. No hay que creer que ya estamos a la altura de los mejores. Nosotros tenemos poco más de 30 jugadores al primer nivel, y Sudáfrica tiene cinco equipo en el Súper Rugby, y un montón más en la Vodacom y la Currie Cup”, advierte Santamarina.

El corte final también fue otro momento complicado. “En mi época era cruel, te enterabas por el diario si estabas o no. ‘Huevo’, en cambio, se manejó personalmente con cada uno. La lista para el Mundial la comunicó frente a todos los jugadores, porque los tenía a todos juntos en el vestuario tras el partido contra Sudáfrica. Los que jugaron y los que no”, cuenta.

Pero faltaba uno: Manuel Carizza, quien levantó polvareda mediática al acusar a Hourcade de no llamarlo para decirle que no lo llevaría al Mundial. “A esa no la puedo dejar pasar. A él se lo convocó para la segunda semana de la preparación en Australia y se le marcó claramente cuáles eran los errores que debía corregir. Tiene buen line, pero no estaba bien en los duelos. Jugó los dos primeros partidos del Championship, y en 160 minutos no mostró evolución. Dijo que en su club no le pedían eso, pero esto no es Stormers. Tuvo su oportunidad y no la aprovechó. Se le avisó que no se lo iba a tener en cuenta para los partidos contra Sudáfrica para que volviera a su club, pero decidió quedarse. ‘Huevo’ le advirtió que por el momento estaba fuera de la lista, pero que debía esperar a ver si algún segunda línea no se lesionaba o recibía sanción. Como a todos los que no jugaban, se le ofreció entradas para ver el partido en Vélez, y no quiso. Estuvieron todos, menos él. Se sacó solo, hermano, qué querés que te diga”, se encoge de hombros.

Al “Cheto” no le van los medios tonos. Los años no han alterado el temperamento que lo caracterizaba como jugador, aunque trata de no prenderse en el juego de las críticas. “No tengo twitter y por lo general no leo las notas que salen, salvo que alguien me muestre. Lo que sí no leo son los comentarios de las notas, porque algunos dicen cualquier cosa sin saber y no ponen ni el nombre”, asegura.

Marca propia

Más allá de algunos sacudones, Santamarina destaca que el grupo se ha mostrado muy compenetrado con el proceso. “Cuesta muchísimo ganarse la confianza de los jugadores. No imponemos una disciplina militar, al contrario, somos flexibles. Lo unico que les pedimos es que se entrenen bien, que se lo tomen en serio. Lo que nos pidieron, se lo hemos cumplido. Y ellos también nos cumplen a nosotros”, destaca.

El período de ensayo se termina y llega el momento de salir a escena. “El rugby ya no se juega como en mi época, cuando avanzabamos casi sin tomar riesgos. Ahora el área de riesgo son los 107 metros que tiene la cancha. Tenés que aprovechar cada oportunidad que te da el rival, así te la de a cinco metros de su ingoal o a 95. Eso es el primer nivel”, define.

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