Por Juan Manuel Asis
01 Septiembre 2015
“TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS”. La marcha peronista tronó en la sede partidaria, donde la dupla Manzur-Jaldo recibió un respaldo masivo. la gaceta / foto de diego aráoz
El peronismo tucumano, por lo menos el del Frente para la Victoria, se desahogó en los cánticos, celebró una victoria electoral en los discursos y se declaró en alerta y movilización en los papeles. Ayer, por primera vez, después que la oposición copara seis veces la plaza Independencia al grito de fraude, el PJ reaccionó políticamente para contrarrestar la acción del Acuerdo para el Bicentenario: invitó al diputado José Cano y al intendente Domingo Amaya a reconocer la derrota y denunció que se pretende deslegitimar la voluntad popular.
Mostrar una imagen de unidad y de celebración se estaba volviendo una demanda silenciosa y una obligación en el PJ. La conducción tardó siete días en dársela. El plenario de ayer permitió a algunos sacarse una espina clavada en la garganta, aunque muchos quieran celebrar ya la victoria del FpV con el escrutinio provisorio. Pero, como dijeron los oradores, “hay que esperar el escrutinio definitivo en aras de la tranquilidad y la paz social”. “No hay que alentar la crispación de la sociedad”, deslizó el apoderado del PJ, Marcelo Caponio. El plenario fue encabezado por la dupla que encabezó la lista del Frente para la Victoria, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo.
Así es como en un clima festivo, el partido aprobó un documento de siete puntos en los que resolvió: repudiar los hechos de violencia del 24 de agosto, repudiar “la instigación a la violencia efectuada por algunos dirigentes de la oposición”, apoyar y respetar la voluntad popular expresada en las urnas, rechazar las “acciones desestabilizadoras de dirigentes de la oposición”, repudiar las amenazas recibidas por miembros de la Junta Electoral, defender el funcionamiento de las instituciones de la provincia y convocar “a las autoridades del PJ, dirigentes y compañeros a permanecer en estado de alerta y movilización para defender el voto popular, las instituciones democráticas y las autoridades electas”.
“Por algunos irresponsables no podíamos festejar un triunfo por 120.000 votos”, dijo el senador Sergio Mansilla apuntado sus dardos contra Cano y Amaya. “No dan el brazo a torcer y generan este caos, buscando enfrentar a tucumanos con tucumanos”, enfatizó. “No confundan mansedumbre con cobardía, el peronismo se está movilizando”, acotó; tras lo cual tronó un “y ya lo ve, es para Cano que lo mira por tv”
Jaldo, a su turno, remarcó que el triunfo del FpV fue contundente y del 54%. “Hay que respetar el escrutinio”, dijo, tras lo cual apuntó: “esa Alianza creía que juntándose con uno de los nuestros no iba a ganar; minga, les sacamos más de 120.000 votos”. Allí se escuchó: “borom bom bom, Domingo Amaya, es un traidor”. “A los que van a la plaza les decimos que nosotros vamos a hacer respetar la voluntad del 98% de los tucumanos que no van a la plaza”, agregó Jaldo.
Cuando el locutor anunció que Manzur usaría la palabra, el anfiteatro estalló en un cántico: “que ofle el dotor, que ofle el dotor”. A lo que el vicegobernador respondió con un: “eso es el peronismo, es alegría”. Como si se sacara un peso de encima, el vicegobernador señaló: “teníamos ganas de estar acá, de decirles que no les fallamos y que Tucumán sigue siendo peronista”. Otro cántico siguió a su concepto: “el que no salta es radical”.
Remarcó que tendrán mayoría en la Legislatura, 33 a 35 legisladores; que ganaron 15 de los 17 municipios y que se impusieron en 92 de las 93 comunas rurales. Allí se escuchó un cántico como mucho contenido político: “interior, interior”. Duró varios minutos, como un reconocimiento a que la victoria del FpV fue asegurada desde las secciones este y oeste. En la Capital ganó el ApB. “Nosotros fuimos proscriptos, sólo pedimos que se respete la voluntad popular”, manifestó y dijo: “si hay que abrir todas las urnas, que se abran”.
Mostrar una imagen de unidad y de celebración se estaba volviendo una demanda silenciosa y una obligación en el PJ. La conducción tardó siete días en dársela. El plenario de ayer permitió a algunos sacarse una espina clavada en la garganta, aunque muchos quieran celebrar ya la victoria del FpV con el escrutinio provisorio. Pero, como dijeron los oradores, “hay que esperar el escrutinio definitivo en aras de la tranquilidad y la paz social”. “No hay que alentar la crispación de la sociedad”, deslizó el apoderado del PJ, Marcelo Caponio. El plenario fue encabezado por la dupla que encabezó la lista del Frente para la Victoria, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo.
Así es como en un clima festivo, el partido aprobó un documento de siete puntos en los que resolvió: repudiar los hechos de violencia del 24 de agosto, repudiar “la instigación a la violencia efectuada por algunos dirigentes de la oposición”, apoyar y respetar la voluntad popular expresada en las urnas, rechazar las “acciones desestabilizadoras de dirigentes de la oposición”, repudiar las amenazas recibidas por miembros de la Junta Electoral, defender el funcionamiento de las instituciones de la provincia y convocar “a las autoridades del PJ, dirigentes y compañeros a permanecer en estado de alerta y movilización para defender el voto popular, las instituciones democráticas y las autoridades electas”.
“Por algunos irresponsables no podíamos festejar un triunfo por 120.000 votos”, dijo el senador Sergio Mansilla apuntado sus dardos contra Cano y Amaya. “No dan el brazo a torcer y generan este caos, buscando enfrentar a tucumanos con tucumanos”, enfatizó. “No confundan mansedumbre con cobardía, el peronismo se está movilizando”, acotó; tras lo cual tronó un “y ya lo ve, es para Cano que lo mira por tv”
Jaldo, a su turno, remarcó que el triunfo del FpV fue contundente y del 54%. “Hay que respetar el escrutinio”, dijo, tras lo cual apuntó: “esa Alianza creía que juntándose con uno de los nuestros no iba a ganar; minga, les sacamos más de 120.000 votos”. Allí se escuchó: “borom bom bom, Domingo Amaya, es un traidor”. “A los que van a la plaza les decimos que nosotros vamos a hacer respetar la voluntad del 98% de los tucumanos que no van a la plaza”, agregó Jaldo.
Cuando el locutor anunció que Manzur usaría la palabra, el anfiteatro estalló en un cántico: “que ofle el dotor, que ofle el dotor”. A lo que el vicegobernador respondió con un: “eso es el peronismo, es alegría”. Como si se sacara un peso de encima, el vicegobernador señaló: “teníamos ganas de estar acá, de decirles que no les fallamos y que Tucumán sigue siendo peronista”. Otro cántico siguió a su concepto: “el que no salta es radical”.
Remarcó que tendrán mayoría en la Legislatura, 33 a 35 legisladores; que ganaron 15 de los 17 municipios y que se impusieron en 92 de las 93 comunas rurales. Allí se escuchó un cántico como mucho contenido político: “interior, interior”. Duró varios minutos, como un reconocimiento a que la victoria del FpV fue asegurada desde las secciones este y oeste. En la Capital ganó el ApB. “Nosotros fuimos proscriptos, sólo pedimos que se respete la voluntad popular”, manifestó y dijo: “si hay que abrir todas las urnas, que se abran”.
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