01 Diciembre 2015
POR UNANIMIDAD. Jantus pretende que el proyecto sea consensuado. la gaceta / archivo
“Si quieren gastos de bloque, habrá que demostrar que aquí, ahora, se trabaja. Hay muchos temas que tratar”. El que habla es Javier Jantus, el presidente del Concejo Deliberante de Yerba Buena. El y sus pares podrían sesionar esta semana, y en esa reunión, tal vez, debatan sobre el proyecto que tienen entre manos, para aumentarse la planta de personal y el presupuesto destinado a los gastos políticos y asistenciales.
Hoy, durante una reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, definirán si la iniciativa -que data de 2012 y había sido elaborada por tres ediles de la otrora composición del cuerpo- entra en el temario de la problable sesión, anticipa Jantus.
Cuando se le pregunta si se encuentra a favor o en contra del otorgamiento de ese dinero, responde que “tratarán” que el proyecto salga por unanimidad.
“El problema es que el rol del concejal está malentendido. Aquí no deberíamos hacer asistencialismo. Pero la gente nos pide chapas, leche, pañales, pasajes, de todo. El año pasado, un concejal tenía una cuenta de farmacia de $ 7.000, debido a los remedios que sacaba para entregar”, añade.
La ediles planean que se modifique el reglamento interno del Concejo, referido a los gastos políticos y asistenciales. Actualmente, la norma establece que ese dinero puede ser “hasta un sueldo de un concejal”. Por ello, cuentan que, durante la gestión del ex intendente Daniel Toledo, los opositores no recibieron fondos. Ahora, estarían de acuerdo en quitarle la palabra “hasta”, con el objetivo de que cada uno de ellos reciba el equivalente a un sueldo bruto.
No obstante, eso se ha transformado en la primera disidencia entre el Concejo y el intendente Mariano Campero, quien ha anticipado su disconformidad. “Estoy en contra de esa práctica. Creo que el manejo discrecional de fondos no le hace bien a la política”, había dicho.
Actualmente, el salario bruto de un edil ronda los $ 15.000. Al año, le significarían al municipio unos $ 2 millones.
Hoy, durante una reunión de la comisión de Labor Parlamentaria, definirán si la iniciativa -que data de 2012 y había sido elaborada por tres ediles de la otrora composición del cuerpo- entra en el temario de la problable sesión, anticipa Jantus.
Cuando se le pregunta si se encuentra a favor o en contra del otorgamiento de ese dinero, responde que “tratarán” que el proyecto salga por unanimidad.
“El problema es que el rol del concejal está malentendido. Aquí no deberíamos hacer asistencialismo. Pero la gente nos pide chapas, leche, pañales, pasajes, de todo. El año pasado, un concejal tenía una cuenta de farmacia de $ 7.000, debido a los remedios que sacaba para entregar”, añade.
La ediles planean que se modifique el reglamento interno del Concejo, referido a los gastos políticos y asistenciales. Actualmente, la norma establece que ese dinero puede ser “hasta un sueldo de un concejal”. Por ello, cuentan que, durante la gestión del ex intendente Daniel Toledo, los opositores no recibieron fondos. Ahora, estarían de acuerdo en quitarle la palabra “hasta”, con el objetivo de que cada uno de ellos reciba el equivalente a un sueldo bruto.
No obstante, eso se ha transformado en la primera disidencia entre el Concejo y el intendente Mariano Campero, quien ha anticipado su disconformidad. “Estoy en contra de esa práctica. Creo que el manejo discrecional de fondos no le hace bien a la política”, había dicho.
Actualmente, el salario bruto de un edil ronda los $ 15.000. Al año, le significarían al municipio unos $ 2 millones.