05 Diciembre 2015
EN EL MEDITERRÁNEO. Hollande visitó ayer el portaaviones Charles de Gaulle. reuters
PARÍS.- Con una aplastante mayoría absoluta de 551 votos a favor por seis en contra, la Asamblea Nacional francesa aprobó la prórroga por tres meses del estado de excepción dispuesto una semana después de los atentados en París ocurridos el 13 de noviembre.
Durante el estado de excepción, las autoridades de seguridad francesas tienen competencias más amplias. Se están cerrando páginas web, disolviendo asociaciones radicales en mezquitas y se puede poner bajo arresto domiciliario a sospechosos sin orden judicial.
Sin embargo, para muchas personas, la intención del Gobierno de incluir en la Constitución la posibilidad de privar de la nacionalidad francesa a los terroristas va demasiado lejos. Ya se alzan voces de alarma, criticando al Gobierno socialista de François Hollande. Por ello, cada vez más políticos franceses alertan sobre el peligro de que se abuse de la situación actual.
Para las elecciones regionales de mañana, sin embargo, la obsesión por la seguridad del gobierno socialista, que en los últimos tiempos se vio acosado por el avance del partido ultraderechista Frente Popular, puede jugar a su favor.
Tras los atentados del 13 de noviembre, que se saldaron con 130 muertos, Hollande se adueñó de los temas favoritos del Frente: seguridad, patriotismo e identidad. El Gobierno llamó a sus ciudadanos a honrar la memoria de las víctimas del terror izando la bandera francesa. Incluso el himno nacional, de capa caída en los últimos tiempos, volvió a ponerse de moda. Sin embargo, la ola de patriotismo que se vive parece estar beneficiando a Hollande mucho más de lo que cabía esperar.
Según una encuesta del instituto Ifop, la valoración del Presidente se ha disparado hasta un 50%, un salto de más de 20 puntos. Por diferentes segmentos ideológicos, la valoración de Hollande ascendió 24 puntos entre la izquierda y 16 entre la derecha. La imagen del Frente Nacional también mejoró en las encuestas tras los ataques.
Contra los docentes
Pilar de la República, el sistema de educación nacional francés parece que sería el próximo objetivo de atentados del Estado Islámico en Francia. Así lo anuncia la propaganda de la organización, con demenciales llamadas a cometer ataques contra los maestros que propagan una laicidad considerada “diabólica”. Las autoridades y agencias de seguridad toman medidas con cierta discreción, evitando que cunda la alarma en un terreno tan sensible y que afecta de lleno a las familias del país.
Apoyo político
El presidente francés visitó ayer por sorpresa el portaaviones “Charles de Gaulle”, que se encuentra en el este del Mediterráneo delante de la costa de Siria y participa en las acciones militares en Siria e Irak.
Acompañado por el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, el mandatario se reunió con militares que participan en las operaciones contra la milicia terrorista Estados Islámico (ISIS), señala un comunicado de la presidencia difundido en París.
Cazabombarderos del tipo Rafale efectúan ataques contra posiciones del ISIS en Irak y Siria desde el barco de 260 metros de largo.
Los primeros ataques aéreos de Francia se iniciaron el 23 de noviembre, diez días después de los atentados terroristas en París que dejaron 130 muertos. (DPA-Télam)
Durante el estado de excepción, las autoridades de seguridad francesas tienen competencias más amplias. Se están cerrando páginas web, disolviendo asociaciones radicales en mezquitas y se puede poner bajo arresto domiciliario a sospechosos sin orden judicial.
Sin embargo, para muchas personas, la intención del Gobierno de incluir en la Constitución la posibilidad de privar de la nacionalidad francesa a los terroristas va demasiado lejos. Ya se alzan voces de alarma, criticando al Gobierno socialista de François Hollande. Por ello, cada vez más políticos franceses alertan sobre el peligro de que se abuse de la situación actual.
Para las elecciones regionales de mañana, sin embargo, la obsesión por la seguridad del gobierno socialista, que en los últimos tiempos se vio acosado por el avance del partido ultraderechista Frente Popular, puede jugar a su favor.
Tras los atentados del 13 de noviembre, que se saldaron con 130 muertos, Hollande se adueñó de los temas favoritos del Frente: seguridad, patriotismo e identidad. El Gobierno llamó a sus ciudadanos a honrar la memoria de las víctimas del terror izando la bandera francesa. Incluso el himno nacional, de capa caída en los últimos tiempos, volvió a ponerse de moda. Sin embargo, la ola de patriotismo que se vive parece estar beneficiando a Hollande mucho más de lo que cabía esperar.
Según una encuesta del instituto Ifop, la valoración del Presidente se ha disparado hasta un 50%, un salto de más de 20 puntos. Por diferentes segmentos ideológicos, la valoración de Hollande ascendió 24 puntos entre la izquierda y 16 entre la derecha. La imagen del Frente Nacional también mejoró en las encuestas tras los ataques.
Contra los docentes
Pilar de la República, el sistema de educación nacional francés parece que sería el próximo objetivo de atentados del Estado Islámico en Francia. Así lo anuncia la propaganda de la organización, con demenciales llamadas a cometer ataques contra los maestros que propagan una laicidad considerada “diabólica”. Las autoridades y agencias de seguridad toman medidas con cierta discreción, evitando que cunda la alarma en un terreno tan sensible y que afecta de lleno a las familias del país.
Apoyo político
El presidente francés visitó ayer por sorpresa el portaaviones “Charles de Gaulle”, que se encuentra en el este del Mediterráneo delante de la costa de Siria y participa en las acciones militares en Siria e Irak.
Acompañado por el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, el mandatario se reunió con militares que participan en las operaciones contra la milicia terrorista Estados Islámico (ISIS), señala un comunicado de la presidencia difundido en París.
Cazabombarderos del tipo Rafale efectúan ataques contra posiciones del ISIS en Irak y Siria desde el barco de 260 metros de largo.
Los primeros ataques aéreos de Francia se iniciaron el 23 de noviembre, diez días después de los atentados terroristas en París que dejaron 130 muertos. (DPA-Télam)