Dilma Rousseff llamó a defender la democracia contra el golpe

La Presidenta negó los cargos en su contra y aseguró que el juicio político no tiene sustento. Dijo que están en juego los logros alcanzados en 13 años de gobierno: la renta, el empleo y los servicios. Sufrió un revés judicial.

SIN VALOR. Dilma considera improcedentes e inconsistentes las denuncias. reuters SIN VALOR. Dilma considera improcedentes e inconsistentes las denuncias. reuters
05 Diciembre 2015
BRASILIA.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llamó a “defender la democracia contra el golpe”, al referirse a la apertura de un proceso que se tramita en su contra en el Congreso y que puede terminar con su destitución.

“Por la salud de la democracia, tenemos que defenderla del golpe”, dijo la mandataria durante su intervención en la décimo quinta Conferencia Nacional de Salud, celebrada en Brasilia. “No nos engañemos: lo que está en juego ahora son las opciones políticas que hicimos en los últimos 13 años. Son 13 años a favor de la soberanía de Brasil, en defensa sistemática del pueblo brasileño, del empleo, de la renta, de la oferta de servicios de calidad”, añadió.

La referencia es a los casi 13 años que el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) preside el país. El partido llegó al poder en 2003, de la mano de Luiz Inacio “Lula” da Silva, quien gobernó hasta 2010, cuando asumió Dilma.

El proceso continúa

Por su parte, el Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema) rechazó dos recursos presentados por parlamentarios del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), aliado al oficialismo, pero todavía tiene a estudio un tercero, también planteado por esta última fuerza. Respecto de este último, el magistrado del STF, Luiz Edson Fachin solicitó que se manifestaran sobre el proceso contra Rousseff la Presidencia de la República, las Cámaras de Diputados y Senadores, la Fiscalía General de la República y la Abogacía General de la República, reportó el portal G1 del grupo Globo.

Rousseff reiteró que considera “improcedentes e inconsistentes” las razones alegadas para la apertura de un proceso en su contra. Dicho trámite se desencadenó el miércoles, cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, tomó un pedido de destitución de la mandataria presentado por dos renombrados juristas en base a maniobras contables cometidas por su Gobierno, las cuales violarían la Ley de Responsabilidad Fiscal. “Yo no cometí ningún acto ilícito descrito en nuestra Constitución”, afirmó.

Corrupción petrolera

La Presidenta volvió a comparar, tal como lo hizo el miércoles, su trayectoria política con la del jefe de Diputados, aunque lo hizo sin mencionarlo directamente. Cunha es investigado por la Corte Suprema a raíz de su presunta participación en la red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras. Además, el político del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) -el mayor socio del Gobierno-, está bajo sospecha de tener cuentas bancarias en Suiza que habrían recibido dinero fruto de sobornos.

Por esas denuncias, Cunha enfrenta un proceso en el Consejo de Ética de la Cámara Baja, que el martes votará si se lo despoja del cargo. “Yo no tengo cuentas en Suiza, no tengo en mi biografía ningún acto de uso indebido de dinero público. Mi Gobierno siempre actuó dentro del principio de responsabilidad con lo público. Por tanto, el proceso en mi contra no tiene fundamento”, subrayó.

Obstáculos políticos

Rousseff se refirió a los varios obstáculos que enfrentó este año, el primero de su segundo mandato iniciado en enero. Entre otros, Dilma vio frustrada la implementación de medidas de ajuste fiscal propuestas para sanear la economía del país, que está en recesión. Las medidas de ajuste fueron boicoteadas no solo por la oposición, sino, y principalmente, por diputados de la coalición oficialista, muchas veces instados a rechazar las propuestas del Ejecutivo por el propio Cunha. (DPA-Télam)

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