"Me siento igual que un perro abandonado en la calle"

Lo afirmaron los vecinos del barrio Sibantos, cuyas viviendas se llenaron de agua anoche. 12 familias tuvieron que ser evacuadas por la fuerte tormenta.

Me siento igual que un perro abandonado en la calle
05 Diciembre 2015

En una de las aulas de la escuela El Colmenar hay tres colchones sobre el piso mezclados entre varios pupitres. Algunos de ellos sirven como mesas para tomar algo caliente y otros como una suerte de "escritorio" para anotar a las personas que están refugiadas allí. En el lugar hay varios niños corriendo, mujeres desesperadas y hombres con bronca. Todos ellos tuvieron que ser evacuados anoche por la fuerte tormenta.

Son alrededor de 12 familias. Y en el rostro de esas personas se ve la tristeza. Mucha tristeza. Y, sobre todo, indignación. Cuentan que están cansados de que cada vez que se desata una fuerte lluvia tienen que ser sacados de sus casas. "Ya no queremos colchones, ni ropa; queremos que nos saquen de aquí. La situación siempre es la misma. Pedimos chapas, materiales o un terreno. No se puede seguir aquí. Las calles desaparecen y nuestras viviendas se llenan de agua", explica Ramón Ramella, uno de los tantos afectados. 

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Toda esta gente pertenece al barrio Sibantos, ubicado entre la avenida Francisco de Aguirre y el Canal Norte, zona que depende de la Municipalidad de Las Talitas. "Nunca nos dieron una solución. El año pasado se desbordó el canal y perdimos todo; esta vez el agua entró por las calles, que eran prácticamente ríos. El canal estuvo a dos metros de desbordar, lo que podría haber agravado la situación", se lamenta Mirian Ortega, madre de dos hijos. 

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Para colmo de males, estas personas tiene que enfrentarse con otro gran problema: los robos. "Muchas personas no quisieron venir (a la escuela) para quedarse a cuidar sus casas. Hay gente que se aprovecha de la situación y, como saben que nos llevan cada vez que se inunda todo, entran a nuestros hogares y nos roban. Esto no tiene que ser así", asegura preocupado Guillermo Salas

En su mayoría, las personas afectadas viven en casillas precarias en las inmediaciones del Canal Norte, que atraviesa la zona de Las Talitas. Entre ellas está Miguel Ángel Suárez, un joven de 28 años que vive con su mamá, Martina Ofelia. Lleva puesto un buzo, un pantalón de jean arremangado y una gorra amarilla. Pero nada en los pies. El agua se llevó todos sus calzados. "Estoy congelado de la cabeza a los pies. Llevo más de 24 horas así. Me siento igual que un perro abandonado en la calle que no tiene para comer", dice y aclara: "acá te chamuyan por un poco de comida, ven la situación y después no aparecen más".

Desde la Municipalidad de Las Talitas informaron que se hizo un relevamiento para determinar la situación de las viviendas afectadas. Hay varias familias que ya están en condiciones de regresar a sus casas, mientras que otras deberán esperar un poco más. 

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