Dilma acordó con su vice y logró un poco de paz

BRASILIA Y MADRID.- La crisis económica y política que por estas horas sacude Brasil, entre la investigación por corrupción en Petrobras y el pedido de juicio político contra la presidenta, Dilma Rousseff, está incluyendo otros ingredientes, como la intervención del Tribunal Supremo (Corte) y algunos incidentes entre parlamentarios.

La tensión generada en el Congreso llegó ayer al punto de que diputados oficialistas y opositores se insultaron y empujaron en la sesión, en el contexto de los debates relacionados al juicio político (impeachment) contra la mandataria. Los incidentes ocurrieron en la Comisión de Ética donde se analizó la apertura de un proceso contra el presidente del cuerpo, Eduardo Cunha. A este político opositor -impulsor del procedimiento contra Rousseff- se le descubrieron más de U$S 5 millones ocultos en cuentas de bancos suizos.

El diputado Ze Geraldo, del Partido de los Trabajadores (PT), que es el que está en el poder, insultó y empujó a su colega Wellington Roberto, del Partido Republicano, durante la sesión del Consejo de Ética, informó la agencia ANSA. Según Roberto, los seguidores de Cunha quieren causar revuelo para dilatar su acusación y dejarla para después del receso parlamentario, que se inicia en dos semanas.

Suspensión

“Nadie es tan macho como para golpearme”, rebatió Wellington Roberto visiblemente irritado con el petista Geraldo. En ese momento, otros parlamentarios intercedieron para apaciguar los ánimos.

Finalmente la sesión fue suspendida y con esto ya son seis las reuniones que se hicieron sin haber llegado a tomar una decisión respecto de si prospera o no el proceso contra Cunha por ocultar información financiera. El titular de Diputados es sospechado de haber violado el decoro parlamentario, pues negó en una sesión legislativa que era titular de cuentas suizas en las que, según la Justicia helvética, ocultó dinero de sobornos.

Acercamiento

La Presidenta, por otra parte, perdió el control de la mayor bancada aliada en la Cámara de Diputados, pero también tuvo un respiro al sellar la paz con su vice, Michel Temer. Ambos se habían distanciado a causa de una carta, que contenía quejas y críticas que Temer le había enviado a Rousseff, y que había hecho pública.

En la Cámara baja, donde se tramita el proceso para destituir a la jefa de Estado, la bancada del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) resolvió sustituir a su líder, Leonardo Picciani -un aliado del Gobierno-, por Leonardo Quintao, integrante del ala de la agrupación que impulsa la salida de la mandataria.

Los líderes del Congreso poseen atribuciones de peso, puesto que son interlocutores entre el Gobierno y sus respectivas bancadas, a las que orientan sobre qué y cómo votar, entre otras prerrogativas.

La sustitución de Picciani contó con el aval de Cunha, responsable por la apertura del proceso que busca impugnar a Rousseff.

¿Volverá?

El ex presidente de Brasil (2003-2010), Luiz Inácio “Lula” da Silva no descarta volver a la primera línea política y ser candidato en las elecciones de 2018 en su país, según dijo al diario español “El País”.

“Me gustaría que fuese otro, pero si tengo que presentarme para evitar que alguien acabe con la inclusión social conseguida estos años, lo haré”, manifestó. Sobre el proceso de destitución contra Rousseff, Lula aseguró que se trata de una venganza. “No tiene ninguna base legal o jurídica, no tiene sentido”, dijo. (Télam-DPA)