El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, abrió la Puerta Santa de la iglesia Catedral para inaugurar el Jubileo de la Misericordia, instaurado por el papa Francisco.
Todos los obispos del mundo realizaron la misma actividad hoy por pedido del Sumo Pontífice. El objetivo de Francisco fue simbolizar que comienza un tiempo de perdón. De hecho, él fue el encargado de abrir la Puerta Santa de la catedral de San Juan de Letrán, en Roma, esta mañana.
En Tucumán, Zecca encabezó la ceremonia. Se realizó una liturgia de la Palabra en el patio interio de la Catedral. Luego, los clérigos que lo acompañaban y los fieles se dirigieron a la puerta derecha del templo. Tras una oración, Zecca empujó las dos hojas como símbolo de la Iglesia que abre las puertas a la misericordia. "La misericordia es una actitud de cambio interior que ojalá pueda reflejarse dentro de la convivencia social", expresó el arzobispo.