18 Diciembre 2015
EN SESIÓN. Los consejeros se reunieron el martes en la sede del Consejo. la gaceta / foto de irene benito
La nueva gestión del Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) evitó otra vez tomar una decisión sobre las tres designaciones de personal controvertidas que heredó de la composición anterior. El martes, durante la segunda sesión del nuevo período, el órgano decidió pasar el tratamiento del acta relativa a los nombramientos de Felipe Cerisola como prosecretario, y de Amalia Paola Salas y de Wenceslao Sebastián Argiró como encargados mayores para la última reunión del año, que tendrá lugar el próximo martes a las 18.30.
La nueva postergación fue pedida por el consejero Fernando Valdez (legislador de la UCR) con el mismo argumento que derivó en el primer diferimiento: la necesidad de estudiar con profundidad unos nombramientos criticados antes y después de haber sido perfeccionados. El cuerpo encabezado por el vicepresidente Fernando Juri (legislador oficialista) -debido a la licencia del titular Daniel Posse- acogió el pedido por unanimidad en presencia de Cerisola, de Salas y de Argiró, quienes ocuparon las butacas reservadas al público.
A la sesión que empezó con puntualidad suiza asistieron Juri, Valdez, Javier Pucharras, Roque Cativa, Raúl Albarracín, Carlos Caramuti, José Dantur, Raúl Fermoselle, Jorge Carrasco, José Adle, Jorge Conrado Martínez, Martín Tello y Rolando Granero. Aunque se rumoreaba que iba a participar del encuentro, René Goane, consejero suplente de Posse, faltó. Además de ellos, estuvo ausente Silvia Rokjés.
Si bien la gestión 2013-2015 legó 28 procesos de preselección de aspirantes a jueces a la composición que juró la semana pasada, el asunto más vidrioso son los concursos organizados para incorporar personal. En la sesión de despedida, el CAM anterior procedió a nombrar a Cerisola (es hijo de Juan Alberto Cerisola, ex rector de la Universidad Nacional de Tucumán), a Salas y a Argiró pese a que Adle había manifestado dudas sobre la publicidad de los llamados a concurso. Con la jefatura de Regino Amado (Claudia Sbdar, la ex presidenta, se había retirado de la sesión), el órgano guardó silencio respecto de las críticas de Adle. Antes había hecho lo propio en relación con las inquietudes de la ex jurado Susana Montaldo, quien llamó la atención sobre el hecho de que había sólo dos finalistas (Cerisola y Salas) para los dos cargos con orientación pedagógica.
Las designaciones prosperaron con los votos de los entonces legisladores alperovichistas Amado y Adriana Najar; del letrado Tello; y de las juezas Marcela Ruiz (capital) y Raquel Asís (sur). Los ex consejeros Federico Romano Norri y Antonio Bustamante disintieron porque, según su opinión, los nombramientos debían ser concretados por el nuevo CAM mientras que el camarista Eudoro Albo no votó porque se excusó por amistad manifiesta con Cerisola. A posteriori, los dos colegios de abogados de la provincia cuestionaron las decisiones. Durante la transición, los consejeros electos Caramuti y Adle pidieron a Sbdar que no se innovara en relación con la situación de Cerisola, de Salas y de Argiró -está vinculado al director académico Fernando Ganami-, pero la secretaria Sofía Nacul confirmó que todos habían sido puestos en funciones, aunque sin la intervención de Sbdar.
Nuevas tesituras
El Consejo sí avanzó en cuanto al nuevo método de selección de los jurados de los concursos (ver: “El Consejo pone fin...” ) y cambió el criterio respecto de las impugnaciones presentadas tras la publicación del listado de inscriptos. En adelante, los cuestionamientos deducidos contra los aspirantes a juez serán rechazados en el acto si son infundados (de lo contrario, seguirán el trámite de rutina). Antes, el Consejo reservaba el tratamiento de la impugnación para el eventual supuesto de que el postulante llegara a la entrevista.
La nueva postergación fue pedida por el consejero Fernando Valdez (legislador de la UCR) con el mismo argumento que derivó en el primer diferimiento: la necesidad de estudiar con profundidad unos nombramientos criticados antes y después de haber sido perfeccionados. El cuerpo encabezado por el vicepresidente Fernando Juri (legislador oficialista) -debido a la licencia del titular Daniel Posse- acogió el pedido por unanimidad en presencia de Cerisola, de Salas y de Argiró, quienes ocuparon las butacas reservadas al público.
A la sesión que empezó con puntualidad suiza asistieron Juri, Valdez, Javier Pucharras, Roque Cativa, Raúl Albarracín, Carlos Caramuti, José Dantur, Raúl Fermoselle, Jorge Carrasco, José Adle, Jorge Conrado Martínez, Martín Tello y Rolando Granero. Aunque se rumoreaba que iba a participar del encuentro, René Goane, consejero suplente de Posse, faltó. Además de ellos, estuvo ausente Silvia Rokjés.
Si bien la gestión 2013-2015 legó 28 procesos de preselección de aspirantes a jueces a la composición que juró la semana pasada, el asunto más vidrioso son los concursos organizados para incorporar personal. En la sesión de despedida, el CAM anterior procedió a nombrar a Cerisola (es hijo de Juan Alberto Cerisola, ex rector de la Universidad Nacional de Tucumán), a Salas y a Argiró pese a que Adle había manifestado dudas sobre la publicidad de los llamados a concurso. Con la jefatura de Regino Amado (Claudia Sbdar, la ex presidenta, se había retirado de la sesión), el órgano guardó silencio respecto de las críticas de Adle. Antes había hecho lo propio en relación con las inquietudes de la ex jurado Susana Montaldo, quien llamó la atención sobre el hecho de que había sólo dos finalistas (Cerisola y Salas) para los dos cargos con orientación pedagógica.
Las designaciones prosperaron con los votos de los entonces legisladores alperovichistas Amado y Adriana Najar; del letrado Tello; y de las juezas Marcela Ruiz (capital) y Raquel Asís (sur). Los ex consejeros Federico Romano Norri y Antonio Bustamante disintieron porque, según su opinión, los nombramientos debían ser concretados por el nuevo CAM mientras que el camarista Eudoro Albo no votó porque se excusó por amistad manifiesta con Cerisola. A posteriori, los dos colegios de abogados de la provincia cuestionaron las decisiones. Durante la transición, los consejeros electos Caramuti y Adle pidieron a Sbdar que no se innovara en relación con la situación de Cerisola, de Salas y de Argiró -está vinculado al director académico Fernando Ganami-, pero la secretaria Sofía Nacul confirmó que todos habían sido puestos en funciones, aunque sin la intervención de Sbdar.
Nuevas tesituras
El Consejo sí avanzó en cuanto al nuevo método de selección de los jurados de los concursos (ver: “El Consejo pone fin...” ) y cambió el criterio respecto de las impugnaciones presentadas tras la publicación del listado de inscriptos. En adelante, los cuestionamientos deducidos contra los aspirantes a juez serán rechazados en el acto si son infundados (de lo contrario, seguirán el trámite de rutina). Antes, el Consejo reservaba el tratamiento de la impugnación para el eventual supuesto de que el postulante llegara a la entrevista.
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